baloncesto
Casademont Zaragoza: Pep Cargol, dos años de desgaste
Los resultados de las dos últimas campañas han erosionado la figura del director deportivo, que abandonará el club en las próximas horas.
Pep Cargol está sentenciado. Las dos últimas temporadas, con el equipo siempre marcado por los rigores de la clasificación, han erosionado la figura del director deportivo, quien abandonará próximamente el cargo al que accedió en junio de 2018, por entonces como sustituto de Salva Guardia. Toni Muedra, quien ha trabajado en el Valencia Basket y, más recientemente, en el Bayern de Múnich, es el mejor colocado para reemplazar al gerundense. En un año nuevamente convulso, de intermitencias y altibajos, también el entrenador del equipo, Jaume Ponsarnau, viene sufriendo un importante desgaste desde el inicio de la temporada. El técnico, sin embargo, ha tomado oxígeno con el triunfo del pasado sábado ante el Unicaja (93-82), después de que el equipo ofreciera, por fin, su verdadera medida y lograra restaurar su dañado prestigio.
El Casademont, aun con todo, sigue siendo un bloque voluble, volátil, inconstante e imprevisible, con una irregularidad manifiesta, tal y como evidenció la pasada semana en Fuenlabrada (77-55) ante un rival directo en la lucha por la salvación. Fue ese partido, precisamente, el que acentuó aún más el malestar de la directiva con Pep Cargol, con Jaume Ponsarnau y con gran parte de los componentes de la plantilla, quienes quedaron nuevamente retratados por su indolencia.
En la actualidad, el equipo aragonés contabiliza 8 victorias en los 20 encuentros disputados. Sin embargo, los argumentos de la plantilla no acaban de forjar un grupo sólido, competitivo y solvente, donde el aspecto colectivo prime sobre las individualidades. Ante el Unicaja, en su actuación más reciente, el Casademont sí evidenció una sobresaliente mejoría en los dos lados de la pista; pero sigue en una situación de riesgo en la Liga Endesa y, además, tiene muy presente aún el fracaso protagonizado en la FIBA Europe Cup, donde ni siquiera fue capaz de superar la primera ronda del torneo.
En este sentido, el proyecto continental del Casademont se desmoronó drásticamente en diciembre, de manera inesperada, con una prematura y sonrojante eliminación: en la ronda inaugural sólo ganó dos partidos, uno de ellos cuando ya no tenía opciones de avanzar a la siguiente fase de la competición. Fue un revés considerable, de muy difícil justificación, que ya dejó muy deteriorada la figura de Pep Cargol por las negativas señales que emitía la plantilla.
Por segundo año consecutivo, el club aragonés tuvo que acudir al mercado. Así, se contrató a Adam Waczynski, Kenan Sipahi y Deon Thompson para suplir a los lesionados Santi Yusta, Jamel McLean y Omar Cook, y posteriormente se reforzó nuevamente el equipo con el fichaje de Jordan Bone. Sipahi y McLean abandonaron la entidad, señalados por su bajo rendimiento, mientras que Deon Thompson se presentó en Zaragoza con sobrepeso, fuera de forma, cuando el equipo necesitaba un pívot que rindiera con inmediatez. El estadounidense, muy mejorado físicamente, sí completó una soberbia actuación el sábado ante el Unicaja, con 16 puntos y 2 rebotes en 20 minutos de juego.
En cualquier caso, la desconfianza en la dirección deportiva ya viene de atrás. El crédito de Cargol comenzó debilitarse el pasado curso, cuando hasta cuatro entrenadores ocuparon el banquillo del Casademont. Inició el curso con Diego Ocampo, que fue destituido en noviembre de 2020; llegó entonces Sergio Hernández, subcampeón mundial con la selección de Argentina, que dimitió en abril de 2021 por motivos personales; tomó el relevo Sergio Lamúa, que ejerció de entrenador interino en el partido ante el Gipuzkoa Basket; y cerró la temporada Luis Casimiro, quien guió a los zaragozanos hasta la conquista de la medalla de bronce de la Champions League, aunque no logró clasificar al equipo para la siguiente edición del torneo –finalizó decimotercero en la Liga Endesa–.
Técnicos al margen, la entidad ya había tenido que acudir al mercado para modificar la trayectoria del equipo, que había protagonizado la peor primera vuelta de toda su historia: alcanzó el ecuador de la temporada con sólo cinco victorias. Con el curso ya iniciado, el club fichó a Elias Harris, Jacob Wiley, Luka Rupnik y TJ Bray.
Cargol, por el contrario, sí tuvo un acierto muy elevado en sus dos primeras temporadas como director deportivo. Accedió al cargo en junio de 2018, inmediatamente después de haber salvado al equipo del descenso de categoría. De hecho, el catalán había ejercido de primer entrenador desde el 30 de enero de ese año, como sustituto de Jota Cuspinera, en principio como una solución transitoria, de urgencia, hasta la llegada de un nuevo técnico. No obstante, tras fallar los intentos de contratar a nuevo entrenador, el gerundense se mantuvo en el cargo hasta el término de la temporada. Cargol sumó cinco triunfos en los 16 encuentros disputados, y el equipo pudo sellar la permanencia en la máxima categoría nacional.
En el primer año de Cargol en la dirección deportiva, con Porfirio Fisac en el banquillo, el Casademont rindió muy por encima de las expectativas generadas. El equipo se coló en las semifinales de la Liga Endesa, en el ejercicio 2018-19, tras eliminar al Baskonia en los cuartos de final. Y en la siguiente campaña, el parón por la pandemia del coronavirus le sobrevino al Casademont en un momento especialmente productivo, tanto en la Liga Endesa como en la Champions League. En el torneo doméstico, los zaragozanos permanecían alineados en la tercera posición de la tabla, tras haber sumado hasta 16 triunfos en los 23 encuentros celebrados; y en el torneo continental, habían sellado su clasificación para cuartos, al haber superado con solvencia al Lietkabelis en los dos encuentros de los octavos de final.
