baloncesto

Casademont Zaragoza: los olvidados de Jaume Ponsarnau

El base Javi García, el escolta Aleix Font y el pívot Ramón Vilá apenas están contando con minutos en el presente curso, ni en la Liga Endesa ni en la FIBA Europe Cup.

Javi García, Aleix Font y Ramón Vilá.
Javi García, Aleix Font y Ramón Vilá.
Heraldo.es

Javi García, Ramón Vilá y Aleix Font presentan numerosas similitudes. Son valores jóvenes, pero emergentes; jugadores inexpertos, con escaso recorrido en la élite, aunque provistos de un futuro prometedor; deportistas que derrochan compromiso, descaro y personalidad en cada una de sus intervenciones, y que garantizan ilusión y una ambición desbordada por su voluntad de crecer, evolucionar, mejorar y perfeccionarse. Sin embargo, cuentan con otro denominador común: son los grandes olvidados del entrenador del Casademont Zaragoza, Jaume Ponsarnau, quien los ha relegado a un papel residual. Una desconfianza que, además de parecer injustificada –los tres han respondido en la pista con buenas actuaciones–, choca frontalmente con la filosofía de cantera promovida en los últimos años por la entidad.

En este sentido, el caso de Javi García resulta especialmente significativo, al tratarse de una de las mayores promesas del baloncesto nacional. De hecho, el base zaragozano es internacional en las categorías inferiores de la selección española y fue, en el verano de 2019, una pieza capital en la conquista del Campeonato de Europa sub-18. Entonces, García promedió media hora por partido (jugó 34 minutos en la final), y finalizó el torneo con unos registros de 9 puntos, 1,2 rebotes y 6,3 asistencias por duelo.

Al margen de su personalidad y su acertada interpretación del juego, García tiene velocidad y cuenta con una importante amenaza desde el perímetro. Se estrenó en la Liga Endesa en el curso 2019-20, a las órdenes de Porfirio Fisac, y acabó participando en 16 encuentros de la Liga Endesa –aunque con apenas cinco minutos de media por encuentro–. En el siguiente ejercicio, en un año especialmente convulso –hubo una crisis que acabó devorando a dos entrenadores–, la progresión de Javi García representó una de las escasas notas positivas de la temporada. El base actuó en 26 choques de la Liga Endesa, y en 13 de los 15 compromisos de la Basketball Champions League, en ambos torneos con casi 10 minutos de media por partido y emitiendo señales muy positivas en su juego.

Su evolución, sin embargo, se ha detenido en el presente curso, víctima sobre todo de los recelos de su entrenador. Comenzó el curso con un notable protagonismo en los triunfos ante el Manresa y el Bilbao Basket, en las dos primeras jornadas de la Liga Endesa, con 17 y 21 minutos jugados, respectivamente. Contra los vascos, además, García facturó 14 puntos, 1 rebote y 2 asistencias, alcanzando los 13 créditos de valoración.

A partir de ahí, la presencia del base se ha ido reduciendo con el discurrir de la temporada, lo que ha mermado drásticamente su ánimo y su confianza. El canterano, de 20 años, sumó 11 minutos ante el San Pablo Burgos, 12 frente al Valencia, 9 en Tenerife, 11 en Barcelona y 10 en Gran Canaria; mientras que se quedó sin jugar, por decisión técnica, en los compromisos ante el Breogán, el Real Betis y el Joventut de Badalona.

Y en la FIBA Europe Cup, García contabiliza 11 minutos de media en los dos partidos celebrados en el pabellón Príncipe Felipe –frente al Hapoel Gilboa y el Avtodor Saratov–; participó 8 minutos en el triunfo conquistado por el Casademont Zaragoza en Israel; y ni quiera saltó a la pista en los desplazamientos a Rusia e Italia. Además, cuando juega ya no lo hace de base –su posición habitual–, sino de escolta, lo que merma considerablemente su rendimiento.

También Aleix Font y Ramón Vilá, dos apuestas de futuro, reivindican una mayor notoriedad en el equipo zaragozano. El escolta, de 23 años, siempre acumula méritos sobre la pista, pero no consigue acabar con la desconfianza de su entrenador. Ha participado en 9 partidos de la Liga Endesa, pero de manera muy limitada: apenas 6 minutos por duelo, en los que, sin embargo, ya ha evidenciado su amplitud de recursos ofensivos. Mientras, en Europa promedia 5,7 minutos de juego en los cuatro choques que ha disputado –no jugó en Italia, frente al Reggio Emilia, por decisión de Jaume Ponsarnau–. Font fue contratado por el Casademont Zaragoza en el verano de 2020, tras haberse desvinculado del Barcelona.

Menos presencia en la pista ha tenido Ramón Vilá, quien también trata de resistirse en vano a su condición de subalterno. El pívot, de 24 años, ha competido en siete encuentros de la Liga Endesa, tras la celebración de 10 jornadas, aunque de manera testimonial: 5 minutos de media por partido. En la FIBA Europe Cup, por su parte, el catalán suma 6,7 minutos por encuentro. Vilá se incorporó al Casademont el pasado mes de agosto procedente del Levitec Huesca, en la Liga LEB Oro, donde registró 14 puntos, 6,8 rebotes y 16,8 créditos de valoración por duelo.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión