baloncesto

Las cuentas del Casademont para seguir vivo en Europa

El equipo aragonés depende de un milagro para acceder a la siguiente ronda de la FIBA Europe Cup. Debe ganar los dos partidos que restan y esperar el fallo del Reggio Emilia.  

Partido Casademont Zaragoza-Antonov Saratov, de FIBA Europe Cup
Partido Casademont Zaragoza-Antonov Saratov, de FIBA Europe Cup
Francisco Jiménez

El Casademont Zaragoza volvió a perder este miércoles en la FIBA Europe Cup contra el Avtodor Saratov (86-92), líder del grupo D, y depende de un milagro para acceder a la siguiente ronda de la competición continental. A falta de dos jornadas, los aragoneses suman solo una victoria y tres derrotas, un balance que los sitúa en tercera posición, a dos triunfos del Reggio Emilia.

El miércoles que viene, a partir de las 20.00, el Casademont recibirá en el pabellón Príncipe Felipe al Hapoel Gilboa Galil, ya eliminado, con la obligación de ganar y esperar a lo que ocurra en el duelo que, solo media hora después (20.30), medirá al Reggio Emilia y al Avtodor Saratov.

Si el Casademont pierde o el Reggio Emilia gana, ya no habrá nada que hacer en la última jornada del torneo. Pero si el Casademont gana y los italianos pierden, ambos equipos se la jugarán el 17 de noviembre en una auténtica final en el Príncipe Felipe, en la que el cuadro de Ponsarnau, además de vencer, tendría que hacerlo por 10 puntos o más para recuperar el average de la ida (76-67).

Así, el Casademont ya no depende de sí mismo para mantenerse en una competición en la que viene ofreciendo un rendimiento muy bajo. Solo ha sido capaz de ganar al colista Hapoel Gilboa, con un apretado 90-91, y ha sufrido derrotas frente al Avtodor (100-80 en Rusia y 86-92 en el Felipe) y contra el propio Reggio Emilia.

El nivel de la FIBA Europe es menor que el de la Basketball Champions League, competición en la que el Casademont Zaragoza llegó a alcanzar la final en pasadas campañas, y pese a ello, los aragoneses, lejos de erigirse como uno de los favoritos, sufren frente a cualquier rival.

La afición despidió con algunos pitos al equipo este miércoles. El Príncipe Felipe se enfadó con un nuevo decepcionante desenlace. Los de Ponsarnau gestionan fatal los minutos finales, que es cuando se deciden los partidos, y así resulta muy complicado ganar a nadie.

La última posesión de la prórroga frente al Avtodor fue el fiel reflejo de la mala toma de decisiones. A falta de 2,5 segundos, con saque de banda a favor y 86-89 en el marcador, el cuadro zaragozano echó por tierra cualquier opción de empatar. Waczynski fue quien entregó el balón a Johnson, pero el polaco no fue el único responsable. La pizarra no funcionó y no había pase claro. Fue el peor final para un duelo que el Casademont pudo ganar antes. Nada nuevo, en un bloque preso de su ansiedad a la hora de resolver.

Todo estaba para ganarlo pero tomamos malas decisiones que nos llevaron a la prórroga. Ahí ellos estuvieron acertados y nosotros no encontramos las mejores opciones”, resumió el propio Jaume Ponsarnau al finalizar el encuentro, en una síntesis que se puede extrapolar a anteriores compromisos.

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