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Casademont Zaragoza: el Gipuzkoa, un rival propicio para reaccionar

El equipo aragonés recibe este domingo (20.00) al último clasificado de la Liga Endesa con la necesidad de rectificar su negativa racha.

San Miguel, en un entrenamiento del Casademont.
San Miguel, en un entrenamiento del Casademont.
Guillermo Mestre

Urge reaccionar. Después de seis derrotas consecutivas en la Liga Endesa, el Casademont Zaragoza necesita modificar su negativa secuencia de resultados. Y hoy, ante el Gipuzkoa Basket (20.00, Movistar+), la situación parece muy propicia para reencontrarse, por fin, con una nueva victoria: recibe al último clasificado de la categoría; un conjunto limitado, con pocos recursos y una profundidad de banquillo escasa que, de hecho, contabiliza siete únicas victorias en el curso actual. Eso sí, es un bloque enérgico, siempre presto al combate, que suple sus carencias con disciplina táctica, una actitud ejemplar y una inexorable fe en sus propias posibilidades.

A ello contribuye decisivamente el quehacer metódico de su entrenador, Marcelo Nicola, cuya presencia impregna el vestuario de un aroma marcial, de carácter, astucia y arrojo. Los donostiarras ya fueron capaces de imponerse a los zaragozanos el pasado 10 de octubre, en San Sebastián, en el partido de la primera vuelta (70-67). Fue en la quinta jornada, y el desenlace conllevó el primer triunfo de los vascos en la presente campaña. A partir de ahí, el Gipuzkoa también ha doblegado al Andorra (86-82), al Lenovo Tenerife (89-87), al Joventut de Badalona (90-94), al Movistar Estudiantes (81-79) e incluso al Valencia (78-60), y ahora se presentan a la cita tras haber sorprendido al San Pablo Burgos (79-90) en el duelo del pasado miércoles.

Sergio Lamúa, técnico ayudante del Casademont Zaragoza, ejercerá hoy de primer entrenador tras la dimisión de Sergio Hernández, ya que Luis Casimiro no se incorporará hasta mañana al club aragonés. "Aunque el Gipuzkoa, por trayectoria, ha estado siempre en los puestos bajos de la clasificación, es un conjunto que no ha dejado nunca de pelear", advierte Lamúa, quien subraya "el compromiso, la implicación y las ganas" de los jugadores donostiarras "para sacar adelante" su situación actual. "Es digno de admiración el esfuerzo que transmite el equipo en cada partido", insiste el técnico ayudante del Casademont Zaragoza.

Ni siquiera la grave lesión de Jaime Echenique, su jugador más determinante, ha mermado la capacidad competitiva de un equipo que se aplica siempre con entusiasmo, ahínco, perseverancia y disciplina táctica. El pívot colombiano sufrió la rotura del tendón rotuliano de la rodilla derecha en enero, ante el Bilbao Basket, cuando venía promediando 13,8 puntos, 4,8 rebotes y 14,5 créditos de valoración por partido en 21 minutos de juego.

Después de los últimos resultados, el Casademont se ha descolgado definitivamente de la zona noble de la clasificación. Los zaragozanos han encajado seis derrotas consecutivas, tras haber claudicado en casa contra el Joventut (95-100), el Estudiantes (104-113) y el Valencia (76-85), además de haber perdido sus desplazamientoa a Barcelona (107-88), Gran Canaria (84-76) y Manresa (92-82). El ‘play off’ ya es una aspiración irreal, un reto inabordable. Sin embargo, quedan otros objetivos aún por consumar. Entre ellos, alinearse entre los 12 primeros puestos de la tabla para repetir participación, la próxima campaña, en los torneos europeos; y, sobre todo, recuperar la esencia competitiva para la fase final de la Champions League, cuya presente edición se resolverá del 5 al 9 de mayo en la localidad rusa de Nizhny Novgorod.

Antes, el Gipuzkoa Basket se presenta en el pabellón Príncipe Felipe con la firme intención de hurgar en la herida, y con Dino Radoncic –jugador cedido por el Casademont Zaragoza– como principal amenaza. El ala-pívot suma 11,6 puntos y 5,6 rebotes por partido.

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