El Casademont Zaragoza ha alimentado su autoestima, tras haber capturado la victoria en sus dos compromisos más recientes, ambos de una vasta dimensión: en la Liga Endesa superó el pasado sábado al Real Betis (96-95), un rival directo en la lucha por la permanencia; y tres días más tarde doblegó a domicilio al Nizhny Novgorod ruso (92-98), en la Champions League, para garantizar su presencia en la siguiente ronda del torneo europeo –además, como primer clasificado del Grupo D–. Los dos partidos necesitaron de una prórroga para resolverse, pero al menos se inclinaron del lado aragonés, que vio recompensada su mayor templanza y convicción en los momentos decisivos de la contienda.

En este escenario, al Casademont le sobreviene ahora un duelo propicio para estirar su exitora trayectoria actual: visita el próximo domingo al Movistar Estudiantes, un oponente vulnerable y quebradizo, a todas luces accesible, que además se halla en un momento especialmente improductivo: sólo ha ganado uno de sus últimos ocho compromisos. Además, ese único triunfo se produjo frente al penúltimo clasificado, el Bilbao Basket (77-78), y por un solo punto de distancia: llegó con un canasta de Víctor Arteaga sobre la bocina, al capturar el pívot un rebote ofensivo cuando el cuadro bilbaíno ya se sentía vencedor. Por el contrario, los madrileños han doblado la rodilla en casa contra el Barcelona (78-92), el Unicaja de Málaga (90-92), el Valencia Basket (81-86) y el Iberostar Tenerife (64-90), además de perder también en sus desplazamientos a Badalona (97-70), Burgos (71-91) y Andorra (81-73).

Tras esta negativa secuencia, el Estudiantes se alinea actualmente en la decimoquinta posición de la tabla, con cinco victorias en el presente curso –las mismas que el Casademont Zaragoza–. De ahí las relevancia del careo del domingo, que medirá a dos conjuntos marcados por los rigores de la clasificación. Y aunque el Casademont, muy vulnerable por momentos, sigue exhibiendo importantes desajustes en su sistema defensivo, dispone en su plantilla de muchos más argumentos que su adversario. Más aún tras la reciente contratación del alemán Elias Harris, ala-pívot que se incorporó ayer al conjunto zaragozano, procedente del MHP Riesen Ludwigsburg, y que podrá debutar el domingo ante los madrileños.

El Casademont, además, supera a su oponente en la mayoría de los apartados estadísticos de la Liga Endesa. En este sentido, el Estudiantes factura 79,2 puntos por partido (los aragoneses promedian 87,2 tantos); es el que menos asistencias reparte del campeonato, con 13,4 pases de canasta por duelo; y ocupa el penúltimo puesto en valoración (75,8), el antepenúltimo en recuperaciones de balón (6,3) y el decimocuarto en pérdidas (13,4).

Tras la contienda del domingo, al Casademont le aguardarán, de manera consecutiva, otros dos rivales directos en sus aspiraciones de sellar la salvación. Iniciará la segunda vuelta ante el Fuenlabrada, en el pabellón Príncipe Felipe, el 16 de enero, donde se medirá con un conjunto que se alinea actualmente en la decimosexta posición de la tabla –igualado a cinco victorias, precisamente, con el Casademont y el Estudiantes–.

El equipo de Sergio Hernández se desplazará después a Bilbao, el 23 de enero, para enfrentarse en Miribilla con el penúltimo clasificado de la Liga Endesa. Los bilbaínos ya fueron arrollados en Zaragoza (105-76), el pasado 13 de diciembre, en el partido de la primera vuelta.

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