El Casademont sigue sin encontrar el camino correcto. Ganó el pasado miércoles al Nizhny Novgorod ruso, en la segunda jornada de la Champions League; pero lo hizo con una dificultad imprevista, tras haber vuelto a exhibir numerosos desequilibrios en su juego. Sobre todo en las labores de contención, el principal lastre de los aragoneses en la presente temporada. El triunfo zaragozano se produjo sobre la bocina, con un certero triple de Dylan Ennis desde ocho metros de distancia, cuando el duelo parecía encaminarse irremediablemente a la prórroga.

Hasta el lanzamiento de Ennis, el Casademont había sido incapaz de doblegar a un rival con importantes rémoras en su plantilla: el equipo ruso, que no competía desde el pasado 18 de octubre, compareció en el pabellón Príncipe Felipe con sólo ocho jugadores disponibles, y con el cansancio acumulado por su largo desplazamiento desde Nizhny Novgorod.

En este escenario de dudas, la escuadra aragonesa se presenta este sábado en Fuenlabrada (18.00, Movistar+), en la undécima jornada de la Liga Endesa, para medirse con un adversario en clara línea ascendente. El equipo madrileño ha elevado notablemente sus prestaciones desde la llegada al banquillo de Javier Juárez, quien se incorporó a la plantilla el pasado 19 de octubre. El técnico aragonés cogió un bloque deprimido, con numerosas lagunas, que había doblado la rodilla en sus cinco primeros compromisos.

Sin embargo, Juárez se estrenó con una victoria en San Sebastián, ante el Gipuzkoa Basket (72-100), y posteriormente también tumbó al Joventut de Badalona (93-84) y al San Pablo Burgos (78-99). La única derrota con Juárez se produjo ante el Real Madrid, aunque tras haber ofrecido una tenaz resistencia durante la mayor parte del duelo (79-68).

El base Melo Trimble, actual máximo anotador de la Liga Endesa –factura 20,8 tantos por partido–, representa la principal amenaza de los madrileños. El Fuenlabrada es, además, el tercer mejor equipo en la faceta ofensiva (87 puntos por duelo), superado únicamente por el San Pablo Burgos (87,67) y el Real Madrid (87,60). Todo un riesgo para el Casademont Zaragoza, un conjunto que se distingue, precisamente, por su quebradizo sistema de contención. El cuadro aragonés ha encajado 808 puntos en los 9 partidos disputados, lo que se traduce en una media de 89,7 tantos por choque. Ningún otro equipo del torneo presenta registros tan negativos en su intento de contener los ataques del rival. El Casademont necesita fortalecerse atrás para poder optar a la victoria. Al menos, ahora tendrá una semana entera para trabajar, tras haber sido aplazado el duelo que le enfrentaba el miércoles con el Falco Szombathely húngaro –se celebrará finalmente el 22 de diciembre–.

"El Fuenlabrada esta pasando por un momento bueno. Se ha crecido, ha encontrado una confianza que no tenía y el equipo está solido a pesar de alguna baja importante que ha tenido", explica el entrenador del conjunto zaragozano, Sergio Hernández quien recuerda que los madrileños "han encontrado una buena dinámica con la llegada del nuevo técnico (Javier Juárez)", al margen de insistir en la "peligrosidad" de un rival "con una gran capacidad anotadora". "Debemos dar un paso adelante en el aspecto defensivo, haciendo un buen balance y tratando de cerrarnos bien", advierte el preparador de los aragoneses.

El Casademont no podrá alinear a Javier Justiz, Rasheed Sulaimon ni Vit Krejci, lesionados de larga duración, mientras que cuenta con la duda de Nicolás Brussino, quien se produjo una fuerte contusión en el tobillo en el partido del pasado miércoles, ante el Nizhny Novgorod, en la segunda jornada de la Champions League. Por parte del Fuenlabrada, tres de sus jugadores (Sikiras, Vene y Ehigiator) están prácticamente descartados para el choque, aunque todo dependerá de su evolución en las últimas horas.

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