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El resurgir de Benzing y Thompson

Ambos jugadores necesitaban redimirse de sus anteriores actuaciones con un partido como el de ayer. Su recuperación es clave hacia el desenlace del torneo

Benzing, lanzando a canasta.
Benzing, lanzando a canasta.
Basketball Champions League

Fue un triunfo coral, con los méritos repartidos (hasta cinco jugadores sumaron 10 o más puntos), pero del mismo modo que en los anteriores encuentros se criticó la aportación de Robin Benzing y Jason Thompson, en la síntesis del pase a semifinales cabe encomiarlos como fundamentales, como piezas clave para doblegar a un Iberostar Tenerife que no encontró antídoto para ellos, sobre todo en el inicio y el desenlace del choque.

Era fundamental que el Casademont entrase al duelo enchufado, con clarividencia en el movimiento del balón y energía en la pintura. Y ahí, en los duelos bajo el aro, Thompson fue capaz de aportar dos canastas y capturar otros tantos rebotes en un abrir y cerrar de ojos. 

El mismo hombre que el pasado domingo -en la remontada contra el Gran Canaria- fue un lastre para el equipo por su mal arranque, perdiendo cuatro balones en solo tres minutos y ofreciendo una imagen desconcertante, ayer salió a comerse a la zona y encontró en Benzing -nueve puntos en los primeros siete minutos- a su mejor socio.

Entre los dos sumaron casi toda la aportación ofensiva del Casademont en el primer cuarto y, aunque durante el segundo acto se redujeron las prestaciones anotadoras de ambos, su compenetración en el ‘pick and roll’ -nada que ver con anteriores duelos- continuó siendo utilizada hacia el final de la primera mitad. 

Tras el tiempo de descanso, tanto el alemán como el estadounidense vieron reducida su contribución en la anotación, pero no por ello dejaron de ser elementales en ambos lados de la cancha. Thompson desempeñaba un trabajo oscuro, silencioso, que despuntó con una acción clave en un momento clave. 

Se acercaba el final del tercer cuarto cuando robó un balón, lanzó un gancho hacia Brussino y corrió para finalizar, para remachar, el fallo en el triple de su colega Benzing. El partido había cambiado; el Casademont había alcanzado la brecha psicológica de los 10 puntos que, si bien no supo mantener, le valió para creerse, al fin, dueño del partido. 

Y con esa confianza, con el empuje del marcador de cara, Benzing es imparable. Él asumió la responsabilidad en el lanzamiento exterior a pesar de sus deficientes números (un acierto de cinco intentos en el triple); en torno a él giraron las posesiones decisivas; y él -junto a Brussino- fue el encargado de sentenciar al Tenerife desde el tiro libre en las faltas técnicas que finiquitaron el choque. 

El teutón se fue a los 17 puntos, cinco rebotes y dos asistencias, para una valoración total de 16. Pero el apunte que define su trascendencia en el triunfo, es el de que, mientras estuvo sobre el parqué, el equipo obtuvo +18 puntos de parcial. 

De Thompson hay que ensalzar su efectividad en el tiro (cuatro de seis en tiros de campo y tres de tres en el tiro libre) y, sobre todo, esa intensidad en la pintura que le condujo a capturar siete rebotes y a protagonizar el único robo del Casademont en el partido.

La recuperación de ambos se presume clave hacia el desenlace de esta singular Champions. Con ellos entonados, el Casademont aspira a todo.

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