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El Casademont Zaragoza se reencuentra a tiempo

Los aragoneses suman su primera victoria del curso gracias a una gran reacción tras el descanso. La contundencia de Hlinason y el acierto de Ennis, Seeley y Brussino fueron clavesgonés se mide a su exentrenador, Porfirio Fisac, en el Príncipe Felipe.

Pintaba negro y terminó rosa. El Casademont Zaragoza capturó anoche su primera victoria de la temporada tras superar 88-71 al Herbalife Gran Canaria de Porfirio Fisac en el que fue el primer encuentro oficial de los aragoneses después de prácticamente siete meses en el –desierto– pabellón Príncipe Felipe. El equipo que prepara Diego Ocampo necesitaba un triunfo así para cargar la moral del vestuario antes de la trascendental cita de esta misma semana, en la que disputan la fase final de la Basketball Champions League en Atenas. El Casademont había encadenado dos derrotas seguidas –Tenerife y Real Madrid– y su baloncesto había resultado en demasiados momentos irregular, lejos de la versión esperada. Y precisamente así arrancó el encuentro: desnortado, errático y sin intensidad. No era un equipo. O al menos no era el equipo que se le presupone al Casademont 20-21. Sin embargo, tras el descanso, las piezas engrasaron de un modo sobresaliente, hasta tal punto de reducir a la mínima expresión al Gran Canaria de Fisac. Les dejó en 28 puntos en dos cuartos por los 54 de los aragoneses. La contundencia de Hlinason –su mejor partido como jugador del Casademont– y el acierto de Brussino, Ennis y DJ Seeley fueron determinantes para voltear los nueve puntos con los que se llegó perdiendo al intermedio (34-43).

Rompió el 0-0 inicial Costello con una continuación tras rebote. El Casademont, con problemas en el inicio para anotar, erró los cuatro primeros ataques. Especialmente errático se mostró Thompson, que perdió cuatro balones –terminó con 7 el partido– en los tres primeros minutos, a los que agregó una falta en ataque. El americano está en una versión muy alejada de sí mismo y de la que exhibió en los escasos partidos que pudo disputar el curso anterior antes del parón por la covid-19. Se encuentra muy lejos de ser un pívot dominador de la ACB, que es lo que se le demanda. Ocampo lo sentó de inmediato y metió a Hlinason, un jugador en constante crecimiento, precisamente lo opuesto al pívot americano. De hecho, Hlinason registró ayer su mejor marca anotadora en la ACB –16 puntos– y de valoración –25–. Su influencia en el equipo crece partido a partido y su entendimiento con los exteriores habla de un hombre que va a tener un peso fundamental durante la temporada. Tampoco Benzing salió fino y pronto entró Barreiro. El parcial de salida fue de 3-12, con los de Fisac muy cómodos sobre la pista y los de Ocampo sin recursos en ataque ni en defensa. La puesta en escena era la peor de la temporada. Ni en Tenerife ni en Madrid el equipo se había mostrado tan irreconocible. Una penetración de Ennis y un triple liberado de San Miguel metieron a los aragoneses en el partido. Sin embargo, Della Valle y Costello, ambos con 8 puntos en los primeros 7 minutos, eran indefendibles para el Casademont. Una buena penetración de Sulaimon cerraba el cuarto con marcador de 14-20. A pesar de ir seis puntos por debajo, la mejor noticia era el resultado.

DJ Seeley tiró de su talento en el segundo cuarto, encadenando dos canastas y otros tantos tiros libres. Gran Canaria buscaba al interior Costello, muy atinado durante los dos primeros cuartos –12 puntos al descanso que terminaron ahí tras la gran defensa de Hlinason después del descanso–. Los de Fisac alcanzaron muy pronto las cinco faltas y el Casademont anotó, poco a poco, desde la línea de tiros libres. El juego no fluía y las escasas canastas que llegaban brotaban de acciones individuales. Gran Canaria, sin hacer un juego excelso –ni mucho menos–, mandaba en el partido, especialmente con su acierto desde la pintura y dominio del rebote. Un triple de Brussino acercaba a los aragoneses a cinco puntos (29-34), pero pronto respondió Albicy con otro gran lanzamiento desde los 6,75. El cuarto lo cerró San Miguel desde la esquina (34-43).

Y ahí cambió el partido –y quizá el inicio de temporada del Casademont–. Su salida del vestuario fue brillante. Un mate de Hlinason y otra buena penetración del islandés fueron la carta de presentación. Seeley le acompañó con una buena suspensión y otro mate de Hlinason ubicó a los aragoneses a solo tres puntos (42-45). El Casademont cambió su cara en defensa y en ataque, de la mano de Seeley y Hlinason, presentó su versión más afilada. Brussino anotó una buena suspensión y Hlinason añadió otro sobresaliente mate para poner por delante –por primera vez– a los aragoneses (46-45). El equipo era otro. Agresivo en defensa y certero en ataque. Seeley encadenó cinco puntazos y el equipo aragonés coronó así su parcial de +18 (22-4 de salida tras vestuarios). Un lanzamiento exterior de Brussino elevó la renta hasta los diez puntos (59-49). Parecía mentira, visto lo visto en los primeros 20 minutos. Ahora el equipo iba a otra velocidad. Imparable para el Gran Canaria de Fisac. El tercer acto –en el que Sulaimon fue el base– se cerró con siete arriba para los locales (64-57) tras un imponente parcial de 30-14.

En el último acto, el Casademont encontró a Ennis y Brussino, sus dos jugadores con más talento para construirse sus propias canastas. El americano enlazó cinco puntos seguidos a los que se unió el argentino con dos buenas acciones para elevar la renta hasta los 16 puntos (75-59). El partido estaba en las manos del Casademont. Un par de malos ataques y un triple de Beiran daba esperanzas a los canarios (75-65 a 3:12 del final). Sin embargo, un dominador e imponente Hlinason selló el partido haciendose grande en las dos pinturas. El Gran Canaria bajó los brazos, el Casademont se gustó y terminó venciendo por 17 puntos (88-71). Su baloncesto de la segunda mitad es el camino a seguir. No hay duda.

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