baloncesto

El Casademont se acostumbra a ganar

Los zaragozanos superan con solvencia al colista Estudiantes (67-85) y suman su novena victoria en la ACB. Radovic, con 22 puntos, y DJ Seeley, con 20, los más destacados.  

Carlos Alocén, en una acción defensiva de Casademont en el partido contra Estudiantes.
Carlos Alocén, en una acción defensiva de Casademont en el partido contra Estudiantes.
E. Candel/ACB Photo

El Casademont Zaragoza se ha acostumbrado a ganar. Poco le importa la competición y el rival. Poco le importa si completa un partido sobresaliente y despliega su mejor baloncesto, como lo hizo ante el Real Madrid, o si cumple con los mínimos requeridos para superar a su adversario de turno, como frente al Brindisi en la última jornada de la Champions League. Este domingo, con una versión más gris y efectiva que en otras semanas, el conjunto zaragozano se impuso con solvencia al colista Estudiantes (67-85). No fue su mejor día... y ganaron de 18. Los jugadores que dirige Porfirio Fisac apretaron los dientes y exhibieron colmillo competitivo cuando el marcador lo demandaba y, liderados por unos excelsos Radovic y Seeley (22 y 20 puntos respectivamente), sumaron su novena victoria de la temporada en la ACB.

El partido arrancó frenético, con un Estudiantes necesitado de entrar bien en la pista, presionado por sus propias urgencias, y con un Casademont que pivotaba sobre Justiz, autor de seis de los ocho primeros puntos de los aragoneses. El pívot cubano vivió en los compases iniciales un duelo intenso bajo los tableros con el gigantón camerunés Kenny Kadji. Minutos después, reapareció Fran Vázquez, recuperado por fin de su última lesión. Agradeció el equipo, como siempre, el buen hacer y la veteranía del gallego en la pintura. En apenas 15 minutos de juego, facturó 6 puntos y capturó 3 rebotes. Brussino entró enchufado desde el banquillo y lideró, junto a las canastas de Barreiro y el propio Vázquez, un parcial de 0-11 que comenzó a romper el marcador (12-19). El triple final de Toney Douglas, el base firmado por Willy Villar para reemplazar la salida de Darío Brizuela, cerraba el primer cuarto con cuatro puntos de ventaja para los zaragozanos (15-19).

El propio Douglas, un jugador con clase, determinación y experiencia –cerca de 400 partidos en la NBA–, lideró el ataque de Estudiantes en el arranque de un segundo cuarto en el que el Casademont se mostró más errático. Le costaba circular con fluidez y correr como acostumbra en sus mejores días. El partido se llenó de errores e imprecisiones en los dos lados de la pista. Seeley y Alocén, en dos acciones de puro talento individual, anotaron para un Casademont que echaba en falta más orden en su ofensiva. Eso sí, la compartida falta de acierto de Estudiantes permitía que el marcador siguiera equilibrado, sin grandes distancias. DJ Seeley, con cinco tiros libres anotados de forma consecutiva, y Radovic, con una buena bandeja, volvieron a estirar la renta aragonesa justo en los dos últimos minutos del cuarto (30-37).

El propio Radovic, un jugador siempre fiable, de la máxima confianza de Fisac, arrancó como un ciclón el tercer cuarto. El montenegrino lideraba al Casademont, que alcanzaba pronto la barrera psicológica de los diez puntos de renta (34-44). Sin embargo, Toney Douglas, con un triple y una asistencia a Vicedo plagada de talento, volvía a meter a los madrileños en el partido. Un agitado y siempre presente Douglas, que terminó con 8 puntos, cerraba un imponente parcial de 9-0 que apretaba el marcador (43-45). Estudiantes se juega la vida en cada jornada y se notaba en cada acción, exprimida siempre al límite de sus posibilidades. No se le puede negar, desde luego, el esfuerzo a los colegiales. Van y van. Lo intentan y lo vuelven a intentar. Fallan y se levantan. Pero este Casademont... 

Una pérdida de San Miguel, que se llevó un fuerte golpe justo en la acción posterior que le obligó a sentarse en el banquillo, permitió a Movistar igualar por fin el partido (50-50). Como sucediera en los dos primeros cuartos, el Casademont apretaba sin piedad el acelerador en los últimos dos minutos y, esta vez mediante un DJ Seeley fabuloso –nueve puntos consecutivos sin fallo en 130 segundos–, lograba ampliar su renta hasta los seis puntos (55-61). Los aragoneses tenían el partido en sus manos. Eran superiores a un voluntarioso Estudiantes y solo necesitaban diez minutos de buen baloncesto para refrendarlo. 

Una rápida transición de Alocén ampliaba la renta, pero Pressey, con dos triples consecutivos, se encargaba de reducir de nuevo la distancia (61-64). El último cuarto nacía como un clon de los tres anteriores, con un Estudiantes pegajoso, de nuevo a tiro de canasta de los aragoneses, que parecían vivir cómodos en el alambre. Alocén anotaba un triple clave y Vázquez aportaba tranquilidad con su lanzamiento clásico de cinco metros (63-71). El propio Alocén se lesionaba en una acción defensiva y tenía que abandonar la pista entre evidentes gestos de dolor. 

Regresaba para cerrar el partido San Miguel y Radovic, muy inspirado en la zona durante todo el día, volvía a meterle más margen al marcador, alcanzando entonces la máxima distancia de doce puntos (63-75). El parcial posterior, con ocho puntos seguidos del montenegrino, era de 0-17. Un escándalo justo en el momento más oportuno. Como con el 19-0 ante el Madrid, el Casademont fue un rodillo que se convirtió en la puntilla para Estudiantes, que por fin bajó los brazos, sintiéndose inferior a un Casdemont Zaragoza que venció cómo y cuando quiso en el WiZink Center de Madrid. Los aragoneses se han acostumbrado a ganar. Este domingo, lo hicieron como un equipo grande, al tran tran en determinados momentos, y apretando los dientes y tirando de solvencia justo cuando el partido lo demandaba. La maquinaria de Fisac sigue engrasada y a pleno rendimiento. Que pase el siguiente.

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