casademont zaragoza
Las 7 claves de la victoria contra el Barça
Los diarios nacionales exprimen hoy sus epítetos para calificar el gran triunfo de anoche de los de Fisac en el Príncipe Felipe. Las loas a Alocén y Barreiro son constantes, pero hay muchos más detalles que contribuyeron a la meritoria gesta.
Los jugadores de Casademont Zaragoza aún estarán asimilando esta mañana la gran victoria obtenida ayer ante el Barcelona. Es la segunda en casa de su historia frente al equipo azulgrana y eso son palabras mayores. Desayunar viéndose en los resúmenes de las teles debe ser una sensación muy grata y mejor aún es que los medios nacionales elogien la cantera zaragozana y el juego en equipo que despliegan los hombres de Porfirio Fisac. Echando un ojo a las estadísticas y a lo que se vio sobre el parqué, estas son algunas de las claves del triunfo.
El 6% en triple azulgrana
El Barcelona tiene tiradores exteriores temibles, pero la gran defensa del Casademont de anoche hizo que apenas firmaran un triste 1/16 en tiros de tres puntos. Barreiro se empleó a fondo defendiendo a Mirotic y ni Kuric ni Higgins estuvieron tampoco acertados. Casademont metió diez triples por uno solo de su rival.
El juego coral
A diferencia de su rival, Casademont no tuvo un jugador que superara los 15 puntos de valoración. Sin embargo, todos y cada uno de ellos sumaron. Lejos de individualidades, quedó demostrado anoche que el juego coral y en equipo es capaz de tumbar al de las más rutilantes estrellas. En el Barça solo funcionó la artillería interior Tomic (14 puntos), Mirotic (21) y Davies (21) -y eso que el rebote también fue una sangría-, mientras que el Casademont fue sólido en todas las facetas del juego (una vez consiguió evitar pérdidas tontas).
El descaro de los jóvenes
Con la lesión de Rodrigo San Miguel, los zaragozanos tuvieron que disputar los 40 minutos con dos bases de 18 años. Alocén hace tiempo que asombra a propios y extraños, pero Javi García se mostró también valiente y descarado como demuestra su primer triple en la liga que lo tiró nada más salir y sin pensarlo demasiado. Con la ayuda de sus compañeros (y algún que otro apuro) consiguieron subir el balón de forma solvente. Krejci, con 19 añitos, volvió a demostrar por qué es otra joyaen bruto.
Lucha, garra y 'step back'
"No hay banquillo en mi equipo, tengo 13 titulares", dijo ayer Fisac a las cámaras de Movistar nada más acabar el encuentro. De hecho, DJ Seeley no salió al inicio de partido, pero estaba claro que su concurso iba a ser fundamental. Todos demostraron implicación y garra, si bien hay que destacar la valentía de Barreiro con un par de triples en los que se hizo hueco aprovechando el llamado 'step back' (que tan famoso ha hecho a Doncic) y Mirotic no supo defender.
El VAR del basket
Los árbitros... Ejercieron, en parte, su papel de villanos y fueron muy contestados por la grada del Príncipe Felipe. El Casademont ha de cuidar de no facilitar tantos 2+1 a sus rivales, pero sí es cierto que cada vez que Mirotic tocaba un balón sonaba el silbato. El Barça tiró 31 tiros libres, el Casademont solo 16. Los árbitros, gracias a la revisión en las teles de las jugadas polémicas (el 'instant replay', el VAR del basket), corrigieron dos decisiones que habían tomado: le quitaron una antideportiva a Javi García y le dieron una posesión fundamental a los zaragozanos en los compases finales del encuentro.
"Meter más canastas"
Fisac lo había dicho en la previa ("las cuentas corrientes no meten canastas") y lo repitió poco después de acabar el encuentro: "Al final hay que acertar y meterlas. Las hemos metido, pues hemos ganado". Es cierto que Mirotic acabó con 31 de valoración pero solo metió cuatro canastas en juego. El resto fueron tiros libres porque le pitaron diez faltas: convirtió 12 de 13.
La comunión con la grada
Más de 9.000 aficionados coreando de principio a fin. Eso es lo que se topan los rivales cuando saltan a la cancha del Príncipe Felipe. Ayer la grada supo meter presión y volvió a evidenciar que sabe de baloncesto. El idilio que vive el equipo con la afición desde el 'play off' del año pasado convierte la cancha zaragozana en un feudo en el que es difícil que 'los foranos' rasquen algo positivo.
