baloncesto

La derrota más previsible del Tecnyconta

El equipo aragonés planta cara al Real Madrid, líder de la Liga Endesa, pero se desploma en los últimos cinco minutos del choque (70-85).

El Tecnyconta firmó una actuación brillante, de rango mayor, aunque su sobresaliente desempeño no le alcanzó para sumar una nueva victoria (70-85) al calor de sus aficionados. Protagonizó un partido de altura, por momentos espectacular, pero enfrente se hallaba el líder, el actual campeón de Europa; un equipo colosal, que no ofrece tregua ni admite concesiones. El Madrid es un bloque rutilante, intenso, contundente, vigoroso, imponente en todos los aspectos del juego. Posee una ambición desbordada y una amplitud de recursos devastadores, sobre todo en sus acciones de ataque. Sus distracciones son mínimas. Castiga con saña cualquier desatención de su rival. Por algo lidera actualmente la Liga Endesa, con 26 triunfos conquistados; y por algo defenderá el próximo fin de semana, en Vitoria, su cetro continental. Contra todo ello, sin embargo, opuso una tenaz resistencia el conjunto aragonés, que abandonó la pista con la cabeza alta, la moral intacta y el prestigio engrandecido. Lo hizo en medio de una atronadora ovación, después de haberse dejado el alma sobre la pista. Porque el duelo -exigente, trepidante- fue una batalla sin respiro entre los dos contendientes. Un premio para la afición. Un homenaje al baloncesto. Un encuentro que el Madrid, permanentemente contestado, sólo pudo resolver en los últimos cinco minutos de la contienda. Se impuso, además, con una diferencia en el marcador inexistente en el juego.

Los blancos, tuvieron que emplearse al máximo para conquistar la victoria. Cualquier distracción, por muy pequeña que fuera, le hubiera condenado irremediablemente a la derrota en el pabellón Príncipe Felipe, donde el Tecnyconta ya ha capturado 10 triunfos en el curso actual. El Real Madrid compareció sin la presencia de Rudy Fernández, a quien Laso concedió descanso pensando ya en el inminente careo de la Euroliga. Sin embargo, pese a la baja del escolta, el potencial de los blancos sigue intimidando sobremanera. Se trata del conjunto más productivo de la Liga Endesa, con 88,47 puntos de media por partido, gracias a unos argumentos devastadores en todas sus líneas. También es el líder en valoración (14,97 créditos por choque), en rebotes totales (37,30), en tapones efectuados (3,40) y en faltas recibidas (22,37); el segundo equipo más efectivo en los tiros de 2 puntos (58% de acierto), y el cuarto desde la línea de personal (78%). Y aunque opta por un juego rápido, dinámico y directo, de posesiones cortas, presenta en la actualidad la cuarta defensa menos batida del campeonato, con un promedio de 78 puntos encajados por duelo. Guarismos de ensueño, sobrecogedores, contra los que combatió sin descanso el equipo aragonés.

En el inicio, el Tecnyconta edificó un muro sólido, resistente, sin apenas fisuras, que neutralizó las primeras acometidas de su rival. El Real Madrid tenía muchas dificultades para anotar, lo que le proporcionó al cuadro aragonés sus primeras ventajas (6-3). Los locales se aplicaban atrás con orden, contundencia y tesón, con una defensa de permanentes ayudas. Sin embargo, en ataque no hallaba situaciones ventajosas de tiro. Sobre todo en la pintura, con Tavares intimidando y condicionando muchas de las ofensivas de los zaragozanos. Superado el ecuador del primer acto, la productividad de los blancos se había reducido a sólo 6 puntos, un diáfano indicador de la presión ejercida por los aragoneses. Sin embargo, el Tecnyconta era muy previsible en ataque, con un juego lento y plano, y no era capaz de castigar el sistema defensivo de su oponente. A los seis minutos, el duelo se mantenía igualado (8-8); pero Facundo Campazzo enseguida modificó el guión: lo hizo con dos certeros triples, y con dos asistencias a Tavares -incontenible bajo los aros-, para iniciar el despegue de los visitantes en el marcador. Al cierre del primer cuarto, la distancia ya se había ampliado a los 10 tantos (10-20), en un tramo infausto para los zaragozanos: una sola canasta en tres minutos y medio.

Después, el equipo de Fisac mejoró sus prestaciones ofensivas. Especialmente cuando, por un lado, Tavares se marchó al banquillo para descansar; y cuando, en el otro bando, saltó a la pista Carlos Alocén para volver a exhibir su descaro, su clarividencia y su personalidad. Ocho puntos del canterano, con dos aciertos en sus dos intentos triples, situó a los zaragozanos a sólo seis tantos (28-34), a los 17 minutos, lo que obligó al entrenador madridista, Pablo Laso, a detener el encuentro para corregir las desatenciones de sus jugadores. Tras el tiempo muerto, el Madrid recuperó nuevamente el pulso, con todo lo que conlleva. Y otra vez edificó una sólida renta en el marcador, en gran medida por el inmenso talento ofensivo de Jaycee Carroll. El escolta, con ocho puntos prácticamente consecutivos -incluidos dos triples-, impulsó al cuadro madridista en los compases finales del cuarto. Al descanso, el Real Madrid gobernaba el duelo con autoridad (32-42), gracias sobre todo a su actividad defensiva. Por entonces, el Tecnyconta sólo había facturado 32 puntos, con Carlos Alocén (10 tantos en 11 minutos) y Renaldas Seibutis (8) como jugadores más productivos.

El Madrid se mantuvo firme tras el intermedio. Y estableció la máxima ventaja del choque, a los dos minutos de la reanudación, con dos acciones de Tavares y una fácil canasta bajo los aros de Gabriel Deck (32-47). El Tecnyconta, sin embargo, respondió con carácter, seguridad y prontitud. Dos triples consecutivos -Berhanemeskel y McCalebb- y dos jugadas en la pintura de Williams acercaron a los locales en el marcador (44-49), además de generar la tercera falta personal de Walter Tavares. El cuadro zaragozano seguía creyendo en la victoria, pese al a entidad de un adversario que ni mucho menos emitía señales de relajación. El choque presentaba un decorado muy diferente, pero no por los deméritos del Real Madrid; había cambiado por el sobresaliente desempeño del equipo local, por su capacidad para sobreponerse a las adversidades, por su formidable resistencia a la derrota. A los 27 minutos, Laso volvió a detener el encuentro para intentar frenar la reacción de los aragoneses, ahora sólo cuatro puntos (51-55), después de que Bo McCalebb redujera distancias tras capturar un rebote ofensivo. Y aunque intentó reaccionar el Madrid, los locales no se amilanaron. Así que la desventaja, a la media hora de juego, era de sólo dos tantos (56-58), gracias a la solidez defensiva de los locales, recompensada después en ataque con una penetración de McCalebb y con tres puntos consecutivos de Nacho Martín.

Nacho Martín, desde la línea de personal, igualó la contienda (58-58) en el primer ataque del acto definitivo. El Tecnyconta se aplicaba con determinación y contundencia en las labores de contención. Principalmente Javier Justiz. En este sentido, la plantilla aragonesa dispone, por fin, de un jugador intimidante y agresivo en la pintura; de un pívot distinguido por su envergadura, su consistencia atrás, su facilidad reboteadora, su capacidad para modificar los tiros del rival y su habilidad para jugar por encima del aro. A seis minutos de la conclusión, el equipo zaragozano se hallaba a un solo punto de distancia (62-63), y había desperdiciado hasta tres jugadas ofensivas para haber volteado el marcador. Pero bastaron dos pérdidas consecutivas para que el Madrid, no sin fortuna, tomara oxígeno cuando vivía sus momentos más comprometidos del choque (62-69). A partir de ahí, el equipo blanco descargó varias trombas. Y el Tecnyconta, exhausto, ya no resistió en la tormenta. Fue un embate despiadado, incontenible, letal, que acabó irremediablemente con la resistencia de los zaragozanos. Ante un rival talentoso, ambicioso y devastador, el cuadro aragonés se desplomó sin remisión en la recta final del partido. Lo hizo ya descompuesto, sin fuerzas para competir, pero con una actitud digna y decorosa. Era, en cualquier caso, la derrota más previsible de toda la temporada.

Ficha técnica:

70 - Tecnyconta Zaragoza (10+22+24+14): McCalebb (9), Okoye (7), Barreiro (6), Radovic (2) y Justiz (6) -cinco inicial- Martín (7), Latavious (12), Berhanemeskel (3), Alocén (10), Seibutis (8), Martí y Santana.

85 - Real Madrid (20+22+16+27): Campazzo (7), Deck (4), Taylor (9), Randolph (12) y Tavares (17) -cinco inicial- Carroll (8), Llull (8), Thompkins (5), Yusta (3), Ayón (2), Causseur (10).

Árbitros: García González, Castillo y González Gálvez.

Incidencias: partido correspondiente a la trigésima segunda jornada de la Liga Endesa disputado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza ante 9.281 espectadores. 

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