Propósito de enmienda

La plantilla del Tecnyconta se exige un cambio drástico para recuperar su esencia competitiva, después de la contundente derrota encajada en Barcelona.

Javier Justiz, pívot del Tecnyconta Zaragoza, intenta frenar a Singleton.
Javier Justiz, pívot del Tecnyconta Zaragoza, intenta frenar a Singleton.
ACB Media

El Tecnyconta abandonó el pasado sábado Barcelona con sensaciones muy negativas. Ni siquiera compitió. Al contrario, se quedó a un solo punto de encajar la derrota más contundente de toda su historia, tras completar un partido desalentador (99-55). "Nos han sacado de la cancha desde el primer momento", se lamentó el entrenador del cuadro zaragozano, Porfirio Fisac, nada más consumarse el oprobio en el Palau Blaugrana. "Su grado de empuje, de defensa y de acierto no nos han permitido estar metidos en el encuentro. Las dudas y los fallos que hemos acumulado desde el principio han hecho que el partido no tuviera ninguna historia. Ellos han sido muy superiores desde el inicio", añadió el técnico, consciente de la negativa imagen ofrecida por su equipo en la Ciudad Condal.

Por historia, presupuesto, plantilla, experiencia, profundidad de banquillo y amplitud de recursos, el Barcelona se presentaba a la cita como indiscutible candidato a la victoria. Sin embargo, se esperaba una mayor oposición de los zaragozanos, quienes, además, venían de emitir señales muy positivas en la jornada anterior, después de haberse adjudicado el triunfo en la pista del San Pablo Burgos (79-93) con una autoridad manifiesta. El club aragonés, en este sentido, emprendió una importante renovación el pasado verano, y lo hizo con el propósito de restaurar su dañado prestigio, de reactivar su espíritu competitivo y de recuperar el entusiasmo de la grada. El propio entrenador, Porfirio Fisac, lanzó un mensaje categórico en la antesala del campeonato oficial: "Lo primero que le pido a los jugadores es que la afición se sienta partícipe de nuestro trabajo. Debemos salir a competir en cada partido", advirtió el técnico, poco antes de que el Tecnyconta iniciase la temporada.

Pero el Barcelona, muy poco exigido, se manejó en la pista con una facilidad sorprendente, pese al cansancio acumulado 48 horas antes contra el CSKA, en la jornada inaugural de la Euroliga, que además incluyó un largo desplazamiento a Moscú. Y el Tecnyconta, permanentemente superado, acabó firmando la tercer derrota más abultada de su historia: cayó por 44 puntos de diferencia (99-55). A un solo tanto de la distancia que obtuvo el Valencia Basket en la anterior temporada (103-58), y también de la histórica humillación sufrida en la pabellón Príncipe Felipe contra el Herbalife (57-102), en el curso 2016-17, ambas con una desventaja de 45 puntos.

Confianza en la plantilla

Pese a todo, en el club se mantiene la tranquilidad. Más aún cuando el cuadro zaragozano, altibajos al margen, contabiliza dos triunfos en las cuatro primeras jornadas –Gipuzkoa y San Pablo Burgos–, y las dos derrotas obtenidas eran totalmente previsibles: en Vitoria, frente al Baskonia –un sólido aspirante a todo–; y en el Palau, frente a un Barcelona que permanece invicto en el torneo doméstico. Además, el equipo aragonés cuenta con una predisposición muy estimable, y con importantes recursos deportivos, para recuperar su esencia competitiva con la mayor prontitud.

En este sentido, todos los componentes de la plantilla han hecho propósito de enmienda. La autocrítica ayuda a crecer, resuelve problemas, anuda lazos, fortalece los retos, aúna convicciones. Y los jugadores abogan por un drástico cambio en todos los órdenes, consecuentes con la mala imagen ofrecida en la Ciudad Condal, y conscientes de que al equipo le sobreviene ahora una importante cita de cara a sus aspiraciones. El Tecnyconta recibirá el domingo 21, en el pabellón Príncipe Felipe, al Fuenlabrada (17.00), en un duelo donde sí está obligado a competir. Los madrileños, que contabilizan un único triunfo, perdieron este domingo en su pista contra el Baskonia por 50 puntos de diferencia (60-110).

En su anterior compromiso en casa, el cuadro zaragozano fue un bloque plano y previsible, pero al menos tiró de intensidad, compromiso, sacrificio, constancia y orgullo para adjudicarse el triunfo ante el Gipuzkoa, un rival directo en la lucha por la salvación. Son esos, precisamente, los valores que trata de inculcar el técnico en sus jugadores. "Lo más importante es que tengamos una filosofía y un criterio colectivo", anunció recientemente Porfirio Fisac, quien insistió en la obligación de luchar por la victoria en todos los compromisos. "Menos el Real Madrid, el Barça y el Baskonia, todos los demás son rivales directos del Tecnyconta. Nos quedan 14 victorias, y cuanto antes las logremos, mejor", advirtió el técnico de los zaragozanos. La respuesta, en el partido ante el Fuenlabrada.

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