Gary Neal y poco más

La sombra del descenso ha marcado una temporada en la que la brillante luz del escolta de Baltimore ha servido para salvar un curso irregular.

Gary Neal firma autógrafos en el encuentro frente a Fuenlabrada de este domingo.
Gary Neal firma autógrafos en el encuentro frente a Fuenlabrada de este domingo.
Oliver Duch

Al Tecnyconta Zaragoza le restan 40 minutos, este jueves en Barcelona, para cerrar con llave una de sus temporadas más irregulares. El 2017-2018 ha sido un curso complejo en lo deportivo, de tremendas dificultades, marcado por el cambio de entrenador (de Jota Cuspinera a Pep Cargol) y en el que Gary Neal ha sido la gran luz, el guía de un grupo que ha coqueteado hasta la antepenúltima jornada con el descenso de categoría. Imaginar por un solo instante cómo hubiera sido el presente del equipo aragonés sin el genial escolta americano es suficiente para entender su inabarcable trascendencia. Sin Gary Neal, nada hubiera sido igual. Sin Gary Neal, el máximo anotador de la liga -20,6 puntos por partido-, es difícil encontrar un escenario en el que el Tecncyconta hubiera conquistado con solvencia su continuidad en la ACB.

El fichaje del escolta de Baltimore es, por tanto, el gran acierto de la dirección deportiva del club, que encabeza Salva Guardia. Enrolado en los Reno Bighorns, equipo de la G-League vinculado a los Sacramento Kings, Neal estaba fuera de los focos del baloncesto de máximo nivel tras una exitosa y relevante carrera en la NBA. El Tencyconta apostó por él y ha terminado consagrándose como uno de los jugadores más determinantes del campeonato y, sin apenas discusión, el mejor de los que ha vestido la camiseta del club aragonés en su formato actual, el Basket Zaragoza 2002. Su implicación, además, ha ido más allá de lo puramente deportivo y ha sido un líder dentro del vestuario. Adaptado al grupo y también a la ciudad, su paso por Zaragoza no ha sido el tradicional de un jugador americano de baloncesto, lo que eleva un par de escalones más su trascendencia deportiva.

Temporada de cambios

Más allá de Gary Neal, la plantilla del Tecnyconta Zaragoza ha destacado este año por su inestabilidad y su escaso rendimiento. Por los cambios, más o menos forzados, en su estructura. El más relevante, sin duda, fue el que supuso la salida de Sergi García, que cambió Zaragoza por Valencia en un viaje convertido en habitual en las últimas temporadas. El canterano del club aragonés fue uno de los jugadores más destacados del equipo en el arranque de campeonato, lo que le llevó, incluso, a debutar con la selección española absoluta. Su salida a mediados de diciembre trastocó duramente los planes del cuerpo técnico y de la dirección deportiva. Sus recambios, Bo McCalebb primero y Paul Stoll después, nunca han llegado a alcanzar las prestaciones del joven base mallorquín.

Las variaciones en la composición del grupo no han terminado con la posición de base. Por el camino, se marcharon también Torian Graham, Txemi Urtasun y Jarvis Varnado. Llegaron, a su vez, Juanjo Triguero, Xavi Rey, Dylan Ennis y Milko Bjelica. Las lesiones, los traspasos, las situaciones personales extraordinarias o los bajos rendimientos han convertido la plantilla en un cambio de cromos constante que se ha traducido también en un rendimiento inconstante dentro de la pista. Las modificaciones en los nombres y en los roles de los jugadores han estado cerca de costarle muy caro a la entidad.

De Cuspinera a Cargol

Aunque, sin duda, el gran cambio de la temporada ha sido en el banquillo. Cargado de ideas frescas y un discurso ambicioso, el curso lo comenzó Jota Cuspinera. Tras un inicio desalentador, con cuatro derrotas consecutivas, el equipo remontó el vuelo con una esperanzadora serie de otros cuatro triunfos seguidos. El Tecnyconta de Cuspinera tocó techo a principios de noviembre y, desde entonces, se le escurrió de las manos. El equipo sufría de forma alarmante en defensa y le costaba demasiado encontrar la regularidad en su ataque. Cuspinera presentó su dimisión -rechazada por el club- y terminó siendo despedido una semana más tarde tras perder por 20 puntos en Gran Canaria. Apenas unos días antes había caído por 45 en Valencia, en uno de los episodios más negros en una campaña ya de por sí oscura.

Su relevo, primero temporal y luego con carácter definitivo, fue Pep Cargol, asistido por Sergio Lamúa. Un estreno con dos victorias, que se sumó a las dificultades para encontrar un relevo del gusto de la dirección deportiva, terminaron por consolidar a Cargol en el banquillo hasta final de curso. Bajo la nueva dirección, la plantilla ha clonado muchos de los errores de la etapa de Cuspinera, con momentos de injustificada desconexión y alarmante indiferencia. A pesar de su evidente irregularidad, el Tecnyconta logró la permanencia en la antepenúltima jornada con un triunfo de incalculable valor en Málaga. Su gran responsable: un imparable Gary Neal que se marchó hasta los 37 puntos y los 39 de valoración. Un ejercicio más de su envergadura como jugador. A pesar de conseguir el objetivo en una pista talismán, al Tecnyconta se le abre ahora un obligado periodo de reflexión profunda en el que el gran objetivo será no repetir el próximo curso los errores del presente. La penalización podría ser demasiado cara.

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