Mucho más que media salvación

Danzaban y danzaban los jugadores del Tecnyconta Zaragoza en el redondel del pabellón Martín Carpena al escucharse el bocinazo final. Abrazos y más abrazos sobre los añicos a los que habían sido reducidas las previsiones, sacudidas y más sacudidas para aventar la incredulidad, incluso alguna colleja repleta de cariño hacia al delegado Luis Giménez, aguardado por todos para compartir este festejo inesperado, la celebración que concede al conjunto aragonés la salvación virtual en la Liga Endesa ACB. Incluso la permanencia matemática podría alcanzarse este domingo, cuando todavía restan dos jornadas para la clausura de la liga regular, si el Bilbao pierde en casa ante el Baskonia, y el Joventut supera en Badalona al Fuenlabrada.

Si todo eso no ocurriera, tampoco habría que temer demasiado. El triunfo capturado el sábado significó mucho más que media permanencia pues, además del valor aritmético, evidenció que el equipo que gestionan Cargol y Lamúa está muy vivo y es capaz competir. Con la capacidad volitiva manifestada en Málaga, en casa, al cobijo de su afición, resulta altamente probable que el Tecnyconta abrochara la salvación el próximo domingo ante el Fuenlabrada. Quizá no sea necesario ese triunfo y el último partido en casa sean 40 minutos de fiesta para celebrar la salvación. Sí, celebramos la salvación, resignado paraíso de un equipo que hoy por hoy puede aspirar a muy poco más.

Dando por contado el extraordinario esfuerzo energético global, el triunfo aragonés en Málaga solo puede argumentarse estadísticamente desde los números de Gary Neal. Firmó 37 puntos el pistolero yanki. Su valoración total fue superior, ascendiendo a 39 créditos. Es decir, además de anotar más que nadie nunca en el Tecnyconta (batió su propio récord de 36), Neal atrapó siete rebotes y regaló dos asistencias. El desarrollo del encuentro confirmó el carácter genial de Neal, su rol dominante y ascendencia sobre el grupo. El alero lo falló todo en el primer cuarto. Todo es todo: cero puntos al paso por el minuto 10. Su carta de tiro particular, con 0 de 5 en lanzamientos, la acusó el Tecnyconta. Experimentó después una transformación total Neal, que en los 30 minutos restantes lo metió prácticamente todo: 12 de 19 al final, es decir, anotó 12 de los 14 lanzamientos de 2 y 3 puntos que ejecutó en los tres últimos cuartos. Esta y no otra fue la razón esencial del triunfo. Del triunfo y de muchos triunfos en este triste curso. Lo dicho: gracias, Gary.

El arranque fue gobernado con autoridad por el Unicaja, que rápidamente adquirió ventajas superiores a los 10 puntos (21-7). La precisión de Brooks comandaba un colectivo con riqueza en todas sus posiciones y amenazas cualificadas por dentro (Augustine y la muñequita linda de Gio Shermadini) y por fuera (Nedovic). Enfrente, un Tecnyconta paralizado en ataque y contemplativo en defensa. Lento en el juego con balón e inexistente en el juego sin balón. Una ruina caracolera, en suma. Cargol apostó de salida por entregarle los balones a Bjelica, que inició el careo con siete errores consecutivos. La dirección (?) de Bellas aportaba más desorientación si cabe a un colectivo que al final acabó por darle el balón al que nunca falla, a Neal. Le costó entrar en calor al sicario de Maryland. Lo mejor al cierre del primer cuarto era el resultado...

Había fallado todo Neal, pero en ningún momento renunció a su responsabilidad. Bjelica seguía negado (0 de 6 lanzamientos) y al resto le quemaba la pelota. El Tecnyconta es Neal. Y Neal no acertaba ni una. Cosas de los genios, el percal cambió de forma radical. La canasta seguía estando a 3 metros y 5 centímetros del suelo, el aro continuaba midiendo 45 centímetros de diámetro, pero el mismo jugador que veía en los primeros minutos el cesto reducido al tamaño de una piruleta comenzó a divisarlo como la paellera de Fairy. Mucho mérito lo de Neal, que firmó al final unos números soberbios y designó como ganador al Tecnyconta. Y ojo, no fue ante el Villa Arriba ni el Villa Abajo, sino ante todo un equipo de Euroliga.

Una canasta, otra canasta y otra más de norteamericano, sumada a una adecuada socialización de esfuerzos, trasladó cierta emoción al marcador. El protagonismo del Unicaja se comenzaba a ver eclipsado por la luz de Neal, que metió al Tecnyconta en el partido, recortó distancias y obligó a Plaza a pedir tiempo muerto (35-30, min. 17). La igualdad se acentuó en el intermedio, en una reunión que llegó al descanso completamente abierta (37-36). En ese momento, Bjelica, el otro hombre determinante del cuadro aragonés, solo llevaba anotados un par de puntos tras siete lanzamientos.

Neal ya había dicho presente, solo restaba que apareciera un segundo valiente para desenfundar sobre el aro rival. Este fue Bjelica, que emergió en el tercer tramo. Con un Neal desatado, los aragoneses lograron voltear el marcador (42-43, min. 25), permaneciendo la igualdad al pasó por la última meta volante (59-56). El último cuarto lo redactaron las manos de Gary Neal, que colocó en ventaja al Tecnyconta a falta de cuatro minutos para el final del partido (74-72). Bjelica, que no se había enterado de la película, se puso las pilas y le echó una mano a Neal para ganar el partido. El pívot serbio, un jugadorazo, rubricó al final 15 puntos trascendentales para proclamar la victoria de Gary Neal, el jugador hizo ganador al Tecnyconta, el jugador que selló la salvación virtual del equipo representativo de Zaragoza en la Liga ACB.

Ficha Técnica

82 - Unicaja (23+14+22+23): Díaz (0), Díez (4), Nedovic (13), Brooks (17), Augustine (12) -cinco inicial-, Okouo (0), McCallum (6), Salin (16), Milosavljevic (4), Shermadini (2), Waczynski (6) y Suárez (2).

83 - Tecnyconta Zaragoza (14+22+20+27): Barreiro (3), Neal (37), Rey (2), Bjelica (15), Bellas (0) -cinco inicial-, Stoll (6), Triguero (4), Mazalin (0), Michalak (4), De Jong (8), Ennis (4) y Blums (0).

Árbitros: García González, García Ortiz y Mendoza.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésima segunda jornada disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena de Málaga ante 6.012 espectadores.