El Baskonia no da opción al Tecnyconta

El equipo vasco, muy superior en todos los aspectos del juego, se impone con autoridad en el pabellón Príncipe Felipe.

Imagen del Tecnyconta-Baskonia.
Imagen del Tecnyconta-Baskonia.
Raquel Labodía

El Baskonia fue un muro inabordable. Compareció a la cita seguridad, sin apenas fisuras en su juego, y acabó firmando un triunfo amplio y concluyente, irrebatible, ante un Tecnyconta que sólo resistió los ocho primeros minutos del duelo. El cuadro aragonés se topó con un rival rutilante, enérgico, sólido atrás, con un despliegue físico descomunal y una amplitud de recursos devastadores; pero se encontró, al mismo tiempo, con otros obstáculos de envergadura que minimizaron drásticamente su rendimiento. A la ausencia de Bo McCalebb, que rescindió el pasado jueves su contrato con los zaragozanos, se sumó también la baja de Nikola Dragovic, quien sigue recuperándose de una lesión muscular en el sóleo de la pierna izquierda. El serbio ya no pudo actuar en San Sebastián, en la anterior jornada liguera, y tampoco participó este domingo en el duelo ante los vascos.

Además, Varnado apenas pudo permanecer cinco minutos en la pista. El americano, una pieza capital en el juego interior de los locales, se retiró en el ecuador del primer cuarto por una lesión en el pie izquierdo. Ya no pudo regresar al partido. McCalebb, Varnado y Dragovic fueron titulares contra el Obradoiro, el pasado 4 de febrero, en la última actuación de los aragoneses al abrigo de su afición. Un dato para valorar la verdadera magnitud de estos tres jugadores, su ascendencia en la plantilla y en el juego. Sin ellos, el Tecnyconta se quedó sin respuestas con prontitud. Demasiadas rémoras para competir con el Baskonia, uno de los conjuntos más imponentes de Europa, que además se presentaba a la cita en su mejor momento de la temporada.

El Tecnyconta inició el choque con importantes problemas de anotación. A ello contribuyó el equipo vitoriano, que se empleó con contundencia, intensidad y oficio en las tareas defensivas, y que apenas concedió tiros liberados a su oponente. La primera canasta local se demoró hasta los tres minutos, generada por Tomás Bellas tras una acertada penetración. Antes, los visitantes habían establecido un parcial de 0-6, con dos acciones de Poirier bajo los aros y una antideportiva de Varnado sobre Timma. Los vascos, muy activos en los dos lados de la pista, se manejaban con mayor seguridad y convicción, lo que enseguida le aportó réditos: en el ecuador del primer acto ya habían adquirido una renta de 9 puntos en el marcador (4-13), y caminaban con paso firme hacia la victoria. Mucho más cuando Varnado se dañó el pie izquierdo y tuvo que abandonar el partido con evidentes gestos de dolor.

Mejoró el cuadro aragonés poco después, pese al diferente criterio de los colegiados -Cortés, Aliaga y Mas-, quienes enaltecieron al pabellón con sus erróneas decisiones. Los árbitros, muy permisivos con la defensa del Baskonia, se mostraron al mismo tiempo inflexibles con el Tecnyconta, lo que conllevó las repetidas protestas de la grada. Evidenciaron, en muchos momentos, su incapacidad para dirigir partidos de este calado. Aun con todo, la escuadra zaragozana trató de sobreponerse con los puntos de Triguero y De Jong, e incluso llegó a situarse a cinco puntos de distancia (8-13). Sin embargo, Voigtmann y Beaubois golpearon desde el perímetro, en los últimos compases del acto, y los vitorianos ampliaron nuevamente su ventaja (11-22) a los 10 minutos de juego. El cuarto se clausuró con otra acción polémica: una clara falta a Gary Neal, cuando el escolta lanzaba al límite de la posesión, que los colegiados obviaron. Era la tercera personal no señalada sobre el americano, quien, además, fue penalizado con una técnica cuando se acercó a dialogar con los colegiados. Los árbitros no aplicarían la misma severidad después, ya en el segundo acto, con las enérgicas protestas de Shengelia. En este sentido, al Tecnyconta siempre hay factores que nunca le favorecen.

Pero el Baskonia no ganó por los árbitros, sino por su mejor desempeño durante los 40 minutos del duelo. Es un equipo rutilante, muy poderoso físicamente, incansable en las labores de contención y con numerosos argumentos en sus acciones de ataque. Y completó un segundo cuarto notable, sin distracciones, sin concesiones. Así, aunque Gary Neal trató de sostener a los locales (11 puntos al descanso), los vitorianos respondieron con el acierto en los triples de Timma, Janning y Neaubois. En el intermedio, los visitantes parecían tener el duelo totalmente finiquitado (30-49). Pese a la desventaja, los jugadores del Tecnyconta se marcharon a los vestuarios en medio de una gran ovación. Fue el reconocimiento de la grada al esfuerzo, el orgullo y la integridad de su equipo, que siempre mantuvo una actitud digna y decorosa sobre la pista.

De hecho, el Tecnyconta ofreció una imagen admirable en la reanudación. Recuperó su esencia competitiva, exhibió carácter y derrochó compromiso. No le alcanzó para creer decididamente en la victoria, pero al menos sorprendió a su adversario y obligó al técnico visitante, Pedro Martínez, a detener el encuentro a los seis minutos del tercer acto. Fue un tramo brillante de los locales, que se situaron a siete puntos de distancia (47-54), gracias a una canasta de Tomás Bellas y a los triples de Gary Neal, Álex Suárez y Michal Michalak. Justo en ese instante, el entrenador del Baskonia protestó con insistencia una falta en ataque señalada a Voigtmann. No hubo sanción. Ni siquiera una mínima advertencia de los colegiados, los mismos colegiados que habían castigado a Gary Neal, por mucho menos, en última acción del primer cuarto. Aunque la jugada no tuvo repercusión alguna en el resultado, sí volvió a retratar a los árbitros por su diferente vara de medir.

Tras el tiempo muerto, el equipo vasco respondió con grandeza y autoridad. Enseguida recuperó el control, impulsado por el talento, la determinación y la fortaleza física de Shengelia, y alcanzó la media hora de juego con una renta de 19 puntos en el marcador (50-69).

En el último cuarto, con el partido ya sentenciado, Cargol concedió minutos a los jugadores menos habituales. Saltó a la pista Jaime Fernández, uno de los mejores valores de la cantera, y también lo hizo Lovro Mazalin, quien se había quedado sin jugar en los últimos partidos. Asimismo, el técnico mantuvo en la pista a Carlos Alocén, que de nuevo volvió a emitir señales muy positivas en su juego y que, además, cerró la contienda con un certero triple justo sobre la bocina. En su cuarto partido de la temporada con la primera plantilla, el base completó otra buena actuación: aportó 5 puntos, 2 rebotes y 1 asistencia, en los 10 minutos que permaneció sobre la pista 10 minutos, al margen de exhibir su habitual descaro y su clarividencia en la dirección.

Sin embargo, el choque dejó otras evidencias: que Gary Neal sigue ofreciendo una capacidad anotadora formidable (20 tantos), y que Juanjo Triguero, siempre presto al combate, viene reclamando un mayor protagonismo en los partidos venideros. El pívot no sólo se empleó sin descanso en las labores de contención, sino que también aportó 9 puntos, 5 rebotes, 1 asistencia y 1 recuperación de balón. Finalizó el encuentro con 16 créditos de nota general

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