El Madrid defiende su corona
Los de Pablo Laso, que han ganado las cuatro últimas ediciones, se miden en la final con el renacido Barcelona de Pesic.
El Real Madrid buscará persigue hoy, en el Pabellón Insular de Las Palmas de Gran Canaria (18.30, Movistar+) su vigésimo octava Copa del Rey, que sería su quinto título consecutivo y el sexto en los últimos siete años. Para ello deberá derrotar al Barcelona Lassa, que contabiliza 23 trofeos a lo largo de su historia en esta competición. Se trata de la octava final entre blancos y azulgranas en lo que va de siglo, con el último precedente en 2015 cuando, en el mismo escenario, se impusieron los jugadores que entrena Pablo Laso por 77-71.
El último título conquistado por el Barcelona se remonta a 2013, año en el que derrotaron en la final celebrada en el Buesa Arena de Vitoria al Valencia Basket por 85-60. En el caso del equipo blanco, ha ganado cinco de las seis últimas ediciones: Barcelona 2012, Málaga 2014, Las Palmas 2015, La Coruña 2016 y Vitoria 2017. Ahora buscará su quinto título consecutivo, después de imponerse en las semifinales a un Iberostar Tenerife que se mantuvo en el partido hasta el descanso, pero que en la reanudación claudicó ante el mayor potencial de su adversario. El encuentro, que comenzó con el base aragonés Rodrigo San Miguel como único jugador nacional en la pista, se caracterizó en sus primeros compases por las imprecisiones ofensivas de ambos conjuntos. Los jugadores que Fotis Katsikaris se aprovecharon de que el Real Madrid estuvo desconocido para abrir brecha en el electrónico (17-8), lo que obligó a Pablo Laso a parar el choque.
De esta forma, el Iberostar, más intenso también en defensa, acabó el primer cuarto con ocho puntos de renta (19-11). El conjunto blanco despertó en el inicio del segundo cuarto con los triples de Rudy Fernández y del esloveno Luka Doncic, pero la imparable actuación ofensiva del pívot de Iberostar Fran Vázquez, que acabó el partido con 16 puntos, mantuvo a los suyos por delante en el marcador. El Tenerife alcanzó el descanso con una mínima ventaja (38-37).
En la reanudación, el Madrid fue mejor que su adversario. El Iberostar intentaba seguir metido en el encuentro, aunque Rudy Fernández, muy activo en defensa y en ataque, no estaba por la labor, lo que unido a las pérdidas no forzadas del Tenerife hacían que este parcial concluyese con 49-56. El último cuarto lo empezó el Madrid de una forma arrolladora, estableciendo un 0-8 y dejando prácticamente sentenciados a los canarios. Los últimos minutos resultaron intranscendentes.
Posteriormente, El Barcelonsa Lassa cumplió con los pronósticos superando al Herbalife Gran Canaria en la segunda semifinal (74-87), en un partido que solo pudo desequilibrar en los minutos finales ante el anfitrión.
El tridente formado por Pierre Oriola, Pau Ribas y el galo Thomas Heurtel acabó sentenciando a un conjunto canario que se fue diluyendo en el último cuarto ante la superioridad en el rebote de los catalanes. El encuentro arrancó con la misma tónica de los cuartos de final: partido frenético y efervescente en ataque, con intercambios de golpes que presagiaban un nuevo duelo de guarismos altos. Hubo mucha igualdad, sobre todo en el primer tiempo, aunque el Barcelona tuvo grandes momentos en los que llegó a contar con 10 puntos de ventaja. Una situación a la que se sobrepuso el Herbalife, en gran medida por el elevado acierto de Marcus Eriksson desde el perímetro (35-37). El escandinavo siguió por sus derroteros, pero un repunte del francés Thomas Heurtel, con dos lanzamientos impecables, consiguió frenar la enérgica respuesta canaria, que se despedía con ligera ventaja al descanso (43-41).
Despegue azulgrana
En la reanudación, Oriola retomó el liderazgo anotador del Barça, mientras que los pupilos de Casimiro se multiplicaban ahora en la zona, pero era insuficiente. Sanders y Tomic ponían tierra de por medio con un parcial de 0-11 (49-59). Con tal cortocircuito, el Herbalife se diluyó con varios errores ofensivos, lo que aprovechó el equipo catalán para cerrar el tercer periodo con ventaja de doce puntos (56-68).
No había margen de error para los amarillos. Brussino y Báez intentaban reducir la desventaja pero el técnico Svetislav Pesic blindó la zona para evitar sorpresas. El anfitrión se veía obligado a buscar alternativas en el exterior. La ecuación salió de perlas para el Barcelona. Oriola erosionaba la defensa amarilla con su polivalencia, mientras los insulares veían que la pólvora estaba más que mojada (67-78). Al final, el dominio del rebote aupó a los visitantes, mientras que el anfitrión se quedó sin fuelle para apelar a la épica (74-87).
