Neal impulsa la reacción del Tecnyconta

El escolta destroza al Obradoiro con 36 puntos anotados. Vital triunfo del equipo aragonés en el estreno de Pep Cargol.

Tecnyconta-Obradoiro
Tecnyconta-Obradoiro
Toni Galán

El Tecnyconta recuperó sus señas de identidad, ofreció su mejor repertorio y pudo, por fin, modificar su negativa trayectoria. Lo hizo con un triunfo ante el Obradoiro, un rival incómodo, enérgico y combativo, férreo y obstinado, que además acudía a la cita tras haber arrollado al Valencia Basket en la jornada anterior. Ya sin Jota Cuspinera en el banquillo, Pep Cargol asumió con acierto la dirección de la plantilla, que derrochó carácter, orgullo y personalidad, y que se empleó con seguridad en la mayoría de sus acciones. En este sentido, todos sumaron con tenacidad, sin descanso, frente a un oponente muy poco habituado a arrojar la toalla.

Sin embargo, fue Gary Neal quien ocupó de nuevo el centro de la escena. El escolta representa una amenaza permanente para el rival y una bendición para sus compañeros. Por su talento, por su capacidad para fabricarse sus propias canastas, por su puntería desde el perímetro, por sus incisivas penetraciones y por sus acertadas lecturas del juego, la aportación de Neal resultó vital para las aspiraciones de los zaragozanos. El americano finalizó la contienda con 33 créditos de valoración, fundamentados en 36 puntos, 2 rebotes, 3 asistencias y 8 faltas recibidas de sus adversarios. Además, presentó un 67% de efectividad en sus lanzamientos triples, tras haber convertido 6 de sus 9 intentos. Neal lideró la victoria del conjunto aragonés, que allana su camino hacia la permanencia después de las derrotas del Joventut y el Real Betis, sus dos perseguidores más inmediatos, y también del resto de los rivales directos en la lucha por la salvación: también perdieron el Bilbao, el Gipuzkoa Basket y el Burgos.

Y eso que el Obradoiro fue mejor en el inicio. Sólido atrás y mucho más solvente en sus acciones de ataque, los gallegos comenzaron gobernando el marcador con una facilidad imprevista. Los gallegos, agarrados sobre todo al talento ofensivo de Matt Thomas, edificaron una ventaja de seis puntos a los cinco minutos de juego (5-11). El Tecnyconta no sólo evidenciaba importantes desajustes en las labores de contención, sino que, al mismo tiempo, presentaba un juego lento, plano y previsible, y apenas generaba buenas situaciones de tiro.

Sin embargo, el cuadro aragonés tiene en nómina a Gary Neal, con todo lo que conlleva. El escolta asumió entonces la responsabilidad ofensiva de los zaragozanos, cuando más dudas ofrecía el Tecnyconta, y lideró la remontada local con 11 puntos y 2 asistencias en ocho minutos de juego. Primero, el americano igualó la contienda con dos triples consecutivos (15-15); y posteriormente, puso por delante a los aragoneses con una genial penetración (19-18). Pero Neal, ya exhausto, tuvo que marcharse al banquillo para tomar oxígeno, lo que favoreció la reacción del Obradoiro en los últimos compases del acto. Al menos, los de Cargol pudieron cerrar el cuarto inaugural con el marcador equilibrado (23-23).

El Tecnyconta vivió después sus peores minutos. Blums, víctima de su propia ansiedad, volvió a precipitarse en cada una de sus acciones. El letón sigue presentando un desacierto inusual en sus lanzamientos, en gran medida por su falta de templanza y sus malas selecciones de tiro. En ocasiones supone un lastre considerable para sus propios compañeros. El desatino ofensivo de los locales, acentuado por la ausencia en la pista de Gary Neal, disparó nuevamente la ventaja de los visitantes, que llegaron al cuarto de hora con una sólida renta en el marcador (32-40). Y eso que De Jong, por entonces con 7 puntos, 2 rebotes y 4 faltas recibidas, se imponía en la pintura con una autoridad manifiesta.

El regreso de Neal modificó nuevamente el guión. El escolta alcanzó el intermedio con 19 puntos en su haber, y con un 80% de efectividad desde el perímetro tras haber convertido 4 de sus 5 lanzamientos triples. No obstante, fue McCalebb quien asumió el protagonismo en los últimos minutos de la primera mitad. Primero, con una solvente dirección de juego; después, con una penetración que puso por delante a los zaragozanos (45-44), a los 19 minutos de partido; y más tarde, con robo de balón y una brillante asistencia a Juanjo Triguero (47-44), justo en la acción que clausuraba el segundo acto (47-44).

El duelo resultó intenso, trepidante, emocionante y equilibrado en los primeros compases de la reanudación. El Obradoiro, muy acertado desde el perímetro, amenazó con distanciarse nuevamente en el marcador con los puntos de Matt Thomas y Nemanja Radovic; pero el Tecnyconta volvió a sobreponerse a una situación adversa, de muy difícil manejo, y fue capaz de mantenerse en el partido en un derroche de orgullo, carácter, compromiso y personalidad. Valores muy estimables para una plantilla que no se distingue, precisamente, por su seguridad, su fortaleza mental y su elevado estado anímico. Las derrotas condicionan. Incluso Michalak dio un paso adelante en su rendimiento, después de haber desempeñado un papel residual desde el inicio de la temporada. Cuatro puntos seguidos del polaco devolvieron la ventaja a los aragoneses, a la media hora de juego (68-66).

El Tecnyconta elevó sus prestaciones defensivas en el último cuarto. En los primeros cuatro minutos, el Obradoiro sólo anotó tres puntos, todos desde la línea de personal. Varnado recuperó por fin su mejor versión, intimidando en la pintura y modificando los tiros del rival, mientras que Gary Neal siguió liderando cada una de las ofensivas de los zaragozanos. También Tomás Bellas, que permaneció en la pista el último cuarto de hora, dio un importante paso al frente en el tramo decisivo. El equipo local enseguida adquirió una renta de cinco tantos (74-69), lo que obligó al técnico de los gallegos, Moncho Fernández, a detener un encuentro que se inclinaba claramente del lado aragonés; pero el tiempo muerto no le dio resultado.

Aunque Thomas redujo distancias desde la línea de 6,75 (80-78), Neal respondió con otro certero triple inmediatamente después, y Tomás Bellas disparó la renta de los locales hasta los ocho puntos, desde la línea de personal (86-78), a tres minutos para la conclusión del duelo. A partir de ahí, el conjunto de Pep Cargol supo administrar su renta y se manejó, por fin, con la templanza, el oficio y la serenidad que demandaba el encuentro. Por si acaso, Neal protagonizó las últimas acciones, la mayoría con acierto, para no dar opción alguna a la remontada visitante.

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