El Tecnyconta, el equipo más señalado

El cuadro aragonés es el conjunto más castigado por las faltas personales (25,67 por partido), mientras que sólo recibe 18. Ha lanzado 37 tiros libres, por 85 de sus rivales

Thomas tropieza ante Sergi García, quien fue penalizado con una falta personal
Thomas tropieza ante Sergi García, quien fue penalizado con una falta personal
acb media

En el Tecnyconta existe una gran preocupación por las decisiones arbitrales. De hecho, el club ya ha emitido una queja formal a Francisco Monjas, director de arbitraje de la ACB, por los agravios sufridos por el cuadro aragonés en el tramo inicial del campeonato. Los datos son muy significativos: tras la celebración de las tres primeras jornadas, al equipo zaragozano le han señalado hasta 77 personales en su contra, lo que se traduce en una media de 25,67 faltas por choque. Ningún otro conjunto ha sido penalizado de manera tan continuada. Además, el Tecnyconta sólo ha generado 54 faltas de sus oponentes (18 por partido), y es el equipo que menos se prodiga desde la línea de personal: ha ejecutado 37 tiros libres, de los que ha convertido 30, mientras que sus adversarios han sumado 85. Una diferencia desproporcionada.

Contra el Real Madrid, en su actuación más reciente, la escuadra aragonesa nunca tuvo opciones reales de aspirar a la victoria. Sin embargo, en los dos duelos anteriores, ante el Obradoiro y el Herbalife, los zaragozanos guardaron ambiciones de triunfo hasta el último suspiro. Los dos encuentros se resolvieron en los compases finales, después de alcanzar el último minuto con el marcador igualado.

En Santiago de Compostela, en la jornada inaugural (80-74), el Tecnyconta fue castigado con 22 personales, cinco más que el Obradoiro. Además, los aragoneses ya habían acumulado cinco faltas en el ecuador del último acto, lo que se trasladó a las estadísticas: el cuadro gallego realizó 23 tiros libres, por sólo 13 de los zaragozanos. Pero hubo dos desatinos arbitrales que indignaron especialmente al Tecnyconta, ambos en el último minuto de la contienda y con el marcador igualado: una falta no señalada sobre Janis Blums, tras una penetración del escolta; y, en la acción posterior, una personal inexistente de Sergi García a Thomas, cuando el jugador del Obradoiro había tropezado solo y había perdido el balón.

En el siguiente partido, la inquietud del Tencyconta se acentúo. No hubo el mismo criterio para ambos conjuntos. Los árbitros, inflexibles con los aragoneses, demasiado permisivos con el rival, fueron minando el ánimo de los zaragozanos desde el primer minuto de juego. Las desigualdades resultaron evidentes, según delatan las estadísticas: el Tecnyconta cometió 28 faltas, mientras que sólo recibió 18. Yel Herbalife acudió a la línea de personal en 34 ocasiones, por los 13 tiros libres que efectuaron los zaragozanos.

Multa a Salva Guardia

Especialmente rigurosas fueron las últimas seis personales señaladas al conjunto aragonés. Sobre todo una de Dragovic a Balvin, a falta de un minuto y 17 segundos para la conclusión, con el marcador igualado a 93 puntos. El jugador del Tecnyconta capturó el rebote limpiamente tras un tiro de Albert Oliver, pero los colegiados concedieron dos tiros libres a los grancanarios. El cuadro zaragozano, al igual que en el primer partido, había sido castigado con cinco faltas en el ecuador del último acto. Y en ese mismo cuarto, el Herbalife permaneció casi ocho minutos con una sola personal en su contra. Nada más finalizar el choque, el director técnico del club aragonés, Salva Guardia, increpó a los colegiados en el túnel de vestuarios, lo que le ha acarreado una sanción económica de la ACB. Y ya el pasado domingo, en la pista del Real Madrid, el Tecnyconta fue penalizado con 27 personales, mientras que los blancos cometieron 19. El equipo de Pablo Laso ejecutó 17 tiros libres más que los zaragozanos.

El Tecnyconta, todavía en periodo de construcción, necesita tiempo para ajustar definitivamente todas su piezas. De momento, al margen de sus desajustes defensivos, también presenta importantes desequilibrios ofensivos. Entre otros aspectos, su incapacidad para dotar de balones al juego interior resulta manifiesta, de ahí que genere pocas faltas personales y, además, fíe buena parte de sus ataques a los lanzamientos triples. Sin embargo, el club considera, al mismo tiempo, que está siendo sometido a un arbitraje especialmente severo, pese a emplearse con el mismo ímpetu que sus rivales en las labores de contención.

Ya el pasado año, Salva Guardia se quejó a la ACB por las decisiones que los colegiados, de manera reiterada, venían adoptando contra los aragoneses. La reclamación atendía a los desplazamientos a Vitoria, Badalona, Gran Canaria y Bilbao. Pero semanas más tarde, el malestar del club aumentó. Fue en Manresa, con aquella técnica a Jelovac, con el partido ya finiquitado, que pudo tener consecuencias devastadoras para la entidad: comprometió drásticamente la permanencia.

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