El Tecnyconta rescata el futuro

El conjunto aragonés se aproxima a la permanencia venciendo a un rival directo y superándole en el ‘average’.

Tecnyconta Zaragoza - Rio Natura Monbus
Tecnyconta Zaragoza - Rio Natura Monbus
José Miguel Marco

Cantaba la afición "CAI, CAI" en el festejo de la victoria. Evocación al pasado cuando en verdad constituye el rescate del futuro. Un futuro que necesariamente deberá ser diferente al triste pasado inmediato. Un futuro que ojalá se comenzara a cimentar con un triunfo rotundo que acerca una permanencia que en 40 minutos ha pasado de ser posible a ser probable. Me quedo corto: muy probable. Además de vencer a un rival directo, el Tecnyconta logró superar la diferencia de 17 puntos tomada por los gallegos en la ida (80-63). Es decir, las dos victorias de ventaja en realidad son tres. Con esta renta, muy mal lo tendría que hacer el conjunto aragonés para descender, pues solo quedan ocho jornadas.

De la misma forma que sirven de excusa a Moncho Fernández, solo las ausencias de Rosco Allen, Alberto Corbacho, Txemi Urtasun y Adam Pechacek restarían mérito al partido que ayer firmó el Tecnyconta. Con esta premisa cuantitativa y cualitativa, hay que subrayar que el Basket Zaragoza se mostró abrumadoramente superior en el estreno del técnico Luis Guil. Gobernó la canasta y la periferia. Y, sobre todo, manifestó una capacidad volitiva que no se apreció en el Obradoiro. Haya o no lesionados, sin voluntad es imposible asumir ninguna empresa. Por eso, no solo ganó el partido, sino también el ‘average’ el Tecnyconta. Por eso perdió con estrépito el Río Natura.

Mientras Tomás Bellas pedaleaba sobre la bicicleta estática a pie de pista para ponerse a punto y saltar a la cancha, Pustovyi le ganaba el salto inicial a Norel. Fue el único triunfo parcial del Obradoiro ayer. Salió en quinta el Tecnyconta. Si Bellas montaba en bici para ponerse a punto, sus compañeros arrancaron el careo en moto. Especialmente, Benzing, que parecía Marc Márquez. Mide cuatro palmos más el germano, pero lo cierto es que su acelerón inicial fue imponente. A triple limpio, el Tecnyconta se marcó un 12-0 que allanaba la victoria cuando solo se habían negociado las primeras curvas del partido. Tres minutos y medio le costó anotar al Obradoiro, evidencia de la aplicación aragonesa atrás. Cuatro triples de Benzing al paso por el minuto 10 resultaron determinantes. Otro acierto triple de un cada vez más maduro Sergi García, un par acciones de pívot puro de Norel y otro par de canastas de Jelovac permitieron conservar la distancia de seguridad al cierre del primer parcial. Se esmeraban Sergi, Benzing, Jelovac y Norel. Y también Fotu y Juskevicius. Pero sería injusto no enfatizar el aporte de Bellas, que descendió de la bici para ayudar sobre el parqué. Igual que Gecevicius, que también saltó a la pista mermado tras no haber podido entrenar en toda la semana.

No cesó la voluntad aragonesa, pero en el segundo cuarto apareció el gigante Pustovyi, que mancilló el aro aragonés imponiendo sus 216 centímetros. Con un Tecnyconta que desperdició sus cuatro primeros ataques en el segunda parcial, tres canastas del ucraniano acercaron al Obradoiro (27-22). Tuvo posesión para ponerse a tres puntos, pero al base Mc Connell solo se le ocurrió echarle el balón al tobillo de Pustovyi... Pepe Pozas tampoco mejoró mucho a Mc Connell. Un inspiradísimo Sergi García había sido retirado por Guil al cometer la segunda falta. Desde que Aíto tiró la final de la Copa de Europa en Zaragoza ante la Jugosplastika manteniendo en pista a Nacho Solozábal y dejándole que cometiera la tercera falta en los primeros minutos, sustituir al base cuando comete la segunda falta pasó a ser una regla no escrita del baloncesto. Bellas también cometió la segunda falta. Pero daba igual. Enfrente no había dirección. Tampoco pívots. Todo eran aleros en un Obradoiro que para más inri se cargó de faltas en el segundo parcial, permitiendo que el Tecnyconta abriera brecha en el marcador desde la línea de personal: 14 tiros libres lanzó antes del intermedio, y 32 al final.

En estas saltó a pista Rodrigo Gómez, número 6 del Obradoiro. Jugador en edad júnior y sin nombre en la camiseta... Metáfora diáfana, igual que Tomás Bellas en bici para retratar la fe aragonesa. El partido estaba encauzado al descanso 41-33, pero acabó de romperse definitivamente en el tercer cuarto, cuando Guil reunió a Sergi con Bellas en la pista. Solo Nacho Llovet ayudaba a Pustovyi bajo el aro gallego, dinamitado por un Tecnyconta que anotó 27 puntos en el tercer parcial. Con la victoria abrochada, el tramo final fue alimentado por el deseo aragonés de voltear la diferencia de puntos tomada por el Obradoiro en Santiago. Con Pustovyi eliminado tras recibir una quinta falta llena de impotencia, el triunfo se cantó en la grada. Victoria con valor adicional: el partido, la diferencia de puntos y, sobre todo, el reflejo de la voluntad. Así se rescata el futuro.

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