En sus dos últimos desplazamientos, el Tecnyconta no alcanzó la altura requerida para competir. Fue un bloque vacilante y quebradizo, muy permisivo atrás, con importantes desatenciones en el juego, y se desencajó ante las primeras adversidades. Lo hizo, además, frente al Estudiantes y el Joventut, dos rivales directos en la lucha por la salvación. Después, el cuadro aragonés modificó su trayectoria en casa, con un triunfo frente al Manresa; y  el pasado fin de semana, contra el poderoso Unicaja, opuso una tenaz resistencia hasta el final. Ante los andaluces, pese a la derrota, el Tecnyconta recuperó sus señas de identidad, se manejó con mayor solvencia en los dos lados de la pista y evidenció una notable mejoría con respecto a actuaciones pasadas.

De hecho, hubo orgullo, compromiso, intensidad y constancia. Las máximas que debe aplicar en su arduo recorrido hacia la salvación. Y es el camino a seguir hoy en Miribilla, frente al Bilbao (12.30, Movistar+), donde la aguarda una buena oportunidad para sumar en rodeo ajeno.

En este sentido, el conjunto vasco acude a la cita en su peor momento de la temporada. En sus últimos ocho compromisos, sólo ha saido capaz de superar al Obradoiro, un rival menor (77-83). Por contra, cayó en su feudo contr el Real Madrid (77-85), el Betis (82-85) y el Gran Canaria (68-82), y también dobló la rodilla en las pistas del Murcia (97-71), el Valencia (83-61), el Baskonia (84-63) y el Estudiantes (87-83). Una negativa trayectoria que, contra todo pronóstico, le ha apartado de la próxima edición de la Copa del Rey.

Entre dudas y errores, el Bilbao sigue sin hallar el camino correcto en el curso actual. También en la Eurocup, la segunda competición europea, ha quedado eliminado antes de las eliminatorias directas. El Tecnyconta, por ello, comparece en Miribilla con la intención de hurgar en la herida. Lo hará, sin embargo, con una ausencia de envergadura en el juego interior: no actuará Henk Norel, su referencia más fiable en la pintura, debido a un esguince en el tobillo izquierdo que se produjo el pasado domingo, ante el Unicaja de Málaga, en los últimos compases del duelo.

Sin referencia en la pintura

La ausencia de Norel supone un importante contratiempo para el conjunto zaragozano. De hecho, el holandés es el único pívot de garantías de la plantilla, toda vez que su recambio, Filip Kraljevic, sigue sin responder a las expectativas generadas. El croata desempeña un papel residual. Su participación se reduce a 8 minutos por encuentro, con un promedio de 2 puntos y 2 rebotes por choque. Mientras, Norel venía protagonizando un importante crecimiento en las últimas jornadas, después de un inicio de temporada irregular. Su rendimiento, lastrado por unas molestias en la rodilla izquierda, ha ido a más conforme avanzaba la competición. Y en sus actuaciones más recientes, ya se estaba acercando a las cifras de antaño, cuando era uno de los jugadores más cotizados del baloncesto nacional. Su mejor encuentro se produjo hace dos semanas, frente al Manresa, cuando alcanzó los 30 puntos de nota general, fundamentados en 21 tantos y 10 rebotes en media hora de juego. Y en el presente ejercicio, pese a los altibajos mostrados en el inicio de la competición, Norel venía firmando 10 tantos y 6 capturas y 13 de valoración por duelo, en los 23 minutos de media que permanece sobre la pista. Por su parte, el Bilbao no podrá alinear al pívot Michael Eric, también con un esguince de tobillo.

El Tecnyconta, pese a la baja de Norel, tiene otro argumento para creer en la victoria: se ha impuesto en sus tres últimas comparecencias en Bilbao. El último triunfo resultó especialmente doloroso para los vascos (72-73). Fue el pasado el curso, en el último segundo de la última jornada, y con un triple de Joan Sastre desde su propia pista. Aquella canasta apartó a los bilbaínos de las posiciones de ‘play off’.