La selección española femenina sub-18 perdió  con claridad en Sopron (Hungría) la final del Europeo de la categoría ante una Francia muy superior (74-44) que se tomó la revancha de la final del torneo disputada en 2015.

Desde el principio, el combinado galo empezó a marcar distancias en el marcador gracias a su mejor juego de equipo y a su solidez defensiva, que impedía a la españolas anotar con facilidad.

Así, el primer cuarto terminó con un 19-9 desfavorable para las jugadoras de Miguel Ángel Ortega, que solo pudieron sumar nueve puntos en diez minutos, siete de ellos a cargo de Paula Ginzo.

El partido, que tuvo que interrumpirse durante unos minutos debido a las goteras causadas por una gran tormenta en Sopron, continuó con la misma tónica en el segundo acto, por lo que se llegó al descanso con un 32-19 que ponía muy difícil repetir triunfo al equipo español.

No obstante, las hasta hoy campeonas continentales mejoraron a base de lucha en el tercer cuarto, el único que dominaron en el marcador parcial (13-15) y en el que llegaron a situarse a seis puntos a menos de cuatro minutos del final (37-31).

Un tiempo muerto solicitado por el entrenador francés volvió a poner las cosas en su sitio y, con diez minutos por jugarse, la diferencia volvía a ser clara a favor del combinado galo (45-34).

El último cuarto -que dominaron las ya campeonas por un contundente 29-10- solo sirvió para que Francia se exhibiese y fuese aumentando paulatinamente su ventaja hasta el 74-44 que les proclamó campeonas de Europa ante un equipo español que en esta ocasión se tuvo que conformar con la medalla de plata.