Zaragoza despide a Abós

El funeral del entrenador aragonés se celebra este jueves en la Basílica del Pilar.

Fernando Arcega y Andoni Cedrún, en el velatorio
Zaragoza despide a Abós
G. Mestre

El martes, la capilla ardiente instalada en la sala número 22 del cementerio de Torrero fue un desfile constante de familiares, amigos, compañeros y personalidades del deporte o la política. Todos acudían a despedirse de José Luis Abós, quien marcó profundamente a casi todos los que le conocieron. Este jueves, será el turno de que Zaragoza se despida del entrenador y, sobre todo, la persona que tan bien representó a la capital aragonesa y los valores del deporte.


El entierro será a las 18.30 en el Altar Mayor de la Basílica del Pilar de Zaragoza, a la que el propio técnico acudió a celebrar éxitos como el del ascenso a la ACB. En esta ocasión no ha sido una celebración la que ha reunido a sus seres más queridos, sino la triste noticia de su ausencia.


José Luis Abós falleció el pasado lunes tras luchar contra un cáncer durante los últimos meses, una batalla que finalmente no logró ganar. El entrenador deja tras de sí tras una vida ligada al baloncesto, donde ha sido desde director técnico de la Federación Aragonesa de Baloncesto hasta ayudante de Mario Pesquera en el Natwest Zaragoza o de Alfred Julbe en el Amway, Abós se hizo cargo del CAI Zaragoza (2009/10) en LEB y lo llevó primero a la ACB, más tarde a la Copa del Rey y el 'play off' por el título y, por último, a Europa. Sin embargo, su exitosa trayectoria al frente del CAI Zaragoza, equipo al que entrenó durante los últimos cinco años, se interrumpió el pasado verano, cuando anunció que dejaba los banquillos por una grave enfermedad.


El pasado 4 de agosto, el zaragozano explicaba, a través de un comunicado, que padecía un problema de salud "cuyo proceso de recuperación se va a alargar por un tiempo que no puedo precisar. Espero estar de regreso con todos vosotros lo antes posible para seguir viviendo la pasión del baloncesto en el pabellón Príncipe Felipe". Ni su deseo ni el de la afición, que era el mismo, se pudo cumplir, y el entrenador fallecía el pasado lunes, una noticia que conmocionó al mundo del baloncesto.