La selección española femenina de baloncesto aterrizó ayer en el aeropuerto madrileño de Barajas con la medalla de plata conseguida en el Mundial de Turquía y en medio de una gran expectación.

El avión procedente de Estambul en el que viajaban las subcampeonas del mundo llegó con unos veinte minutos de retraso a la capital de España. Estaba previsto su aterrizaje a las 16.50 y finalmente se produjo sobre las 17.10.

Las chicas entrenadas por Lucas Mondelo llegaron a una de las terminales del aeropuerto cada una con su medalla de plata colgada del cuello y con una amplia sonrisa.

Muchos medios se congregaron en la sala uno de la T-1 de Barajas y fueron varios también los aficionados que quisieron acercarse para felicitar a Alba Torrens, Laia Palau, Anna Cruz, Sancho Lyttle y compañía, que vivirán su próximo compromiso con la selección en el Europeo del año que viene.

Sancho Lyttle afirmó que esperaba «ganar el oro» en el Mundial de Turquía, aunque señaló que ella y sus compañeras eran conscientes de que Estados Unidos sería un rival «duro». Aún así, para la jugadora nacionalizada las estadounidenses no son «invencibles», y piensa que España se tiene que creer que puede «ganarles».