El culebrón de Golubovic se acerca al capítulo final

?El culebrón entre el pívot, el CAI Zaragoza y el Unicaja podría resolverse pronto con el pago de una compensación a los rojillos.

Golubovic y Aguilar, en su último partido con el CAI Zaragoza.
El culebrón de Golubovic se acerca al capítulo final
A. Alcorta

El caso Golubovic podría estar viviendo su capítulo final. La historia ha sido la de una 'guerra fría' entre el CAI Zaragoza y el Unicaja que, si no se producen giros inesperados en el guión, acabará con el pago de una compensación al conjunto rojillo. Los aragoneses, que mantienen sus derechos en la Liga Endesa, renunciarían de esta forma al jugador, que ya sería libre para jugar la próxima campaña en el conjunto malagueño.


Lo que aún no está claro es quién pagará la cantidad que reclama el CAI -oscilaría entre los 30.000 y los 50.000 euros- para olvidarse de los derechos del pívot, pero podrían ser su representante, Misko Raznatovic, o el propio jugador, renunciando a parte de la ficha -unos 300.000 euros- que le ofreció el Unicaja y que también igualó el CAI Zaragoza.

 Un largo enredo


Aunque por aquel entonces no se podían prever las consecuencias, el culebrón comenzó al final de la campaña 2012/13, en la que Golubovic jugó los últimos partidos. El CAI Zaragoza le incluyó en el derecho de tanteo pese a que el jugador decidió marcharse a Turquía, por lo que conservó sus derechos en la ACB.


Un año después, el pasado 30 de junio, el Unicaja anunció el fichaje de Golubovic, obligado por una torpe jugada de su representante, Misko Raznatovic. El agente anunció el acuerdo antes que el club andaluz y sin que nadie se hubiera puesto en contacto con el CAI Zaragoza, todavía titular de sus derechos en la máxima competición española. Poco después, el Unicaja confirmó el fichaje, de nuevo sin hablar con el club aragonés.


Parece que ni el Unicaja, ni el jugador ni su agente contaban con que el CAI podía igualar la oferta y quedarse con Golubovic o, al menos, impedir que jugara en el Carpena. Así fue, y los rojillos jugaron su baza para mantener los derechos del pívot, que siguen en su poder. La única alternativa del conjunto andaluz y del jugador es que una de las dos partes acepte pagar la indemnización, ya que el jugador solo contempla la posibilidad de jugar en el Unicaja. Si no, la última opción sería marcharse al extranjero, donde ya tiene alguna otra oferta.