La importancia de la Eurocup

El CAI Zaragoza sabrá este jueves si la temporada que viene volverá a jugar en Europa o si deberá esperar al quinto partido de la serie entre el Valencia y el Barcelona para conocer su destino. Mientras los levantinos resisten las cornadas culés, en el club aragonés esperan el desenlace de un asunto que se pudo zanjar mucho antes, logrando la séptima posición en la liga regular, pero que ha quedado en manos de terceros tras un pésimo tramo final de la competición.

Tras el año del debut en la Eurocup, el CAI Zaragoza quiere consolidarse como un equipo reconocido a nivel internacional, y eso pasa por lograr una plaza en el segundo torneo continental, en el que este año participaron algunos equipos históricos y al que cada campaña se unen varios clubes de Euroliga tras caer de este torneo. Y es que una de las principales razones que empujan al CAI a asumir el gran esfuerzo económico que supone la Eurocup es, precisamente, pasear el nombre del club por el Viejo Continente para ganar importancia y notoriedad.

El verano pasado, el presidente de la entidad, Reynaldo Benito, valoraba el coste de competir en Europa: "La Eurocup, si no llegas hasta las eliminatorias finales, es deficitaria. Estimamos el coste en unos 400.000 euros". Una inversión muy importante para un club del presupuesto del CAI Zaragoza que, con casi total seguridad, volverá a bajar para la próxima campaña, pero que hace posible la confección de una plantilla con mayor nivel.

"Hay un cierto desgaste, sobre todo para una plantilla corta como la nuestra. Pero sí es cierto que de cara al nombre del club es bueno seguir jugando en Europa y ganar importancia", aseguraba esta semana José Luis Abós, en una entrevista con Heraldo.es: "Y jugando competición europea puedes acceder a un tipo de jugador al que solo con la liga no puedes. Se necesita tener ese caché para que ciertos jugadores vean con buenos ojos la posibilidad de jugar en el CAI Zaragoza".

Debut agridulce

Los rojillos debutaron en la Eurocup esta pasada campaña, y se despidieron con un sabor agridulce. Pese a que pasaron la primera ronda, el objetivo inicial, la sensación de que se podía haber llegado más lejos todavía sigue pesando en el vestuario del CAI. "Al principio nos costó, pero pasamos la primera fase y en la segunda nos quedamos con la impresión de que podríamos haber pasado también. Creo que si hubiésemos jugado en el Príncipe Felipe -el último partido se disputó en Huesca- no hubiéramos perdido, pero eso nunca lo sabremos", reconocía Abós.

El CAI Zaragoza no pasó a la segunda ronda de la Eurocup por nueve puntos, ya que debía ganar al Basiktas por siete y acabó perdiendo por dos en aquel extraño partido en el exilio que se jugó en la capital oscense por la celebración de un espectáculo infantil en el Príncipe Felipe. Por el camino quedaron algunos momentos dignos de recordar, como la victoria en Zaragoza frente al Lietuvos Rytas (94-60) o el triunfo en Zagreb (74-77) con un triple de Damjan Rudez en el último segundo.