Se asoma el CAI Zaragoza a una campaña tan atractiva y sugerente como envuelta de incógnitas. Defiende el conjunto aragonés un nuevo 'status', una jerarquía lograda tras una fantástica campaña, en la que su tercer puesto final y el pasaporte europeo ponen de relieve los méritos cosechados. Y, sin embargo, es ese mismo listón el que genera una cierta inquietud: el complicado reto de volver a ponerse a esa altura.

El CAI ha acumulado éxitos muy superiores a las de escuadras con muchos más medios. Ha dejado atrás a equipos como el Caja Laboral, el Bilbao Basket o el Valencia, entre otros; formaciones de trayectoria y entidad que se encuentran a una nivel que produce vértigo. Y a los que el cuadro de José Luis Abós ha sabido dejar a sus espaldas, gracias a un rendimiento deportivo asombroso.

Ha basado el técnico su trabajo en el bloque, en el juego de conjunto. A una labor asentada en el grupo. Sin embargo, no cabe duda que las salidas de dos hombres fundamentales como Pablo Aguilar y Sam Van Rossom, los dos con destino final en el Valencia, dejan un hueco muy complicado de llenar. Además, la ausencia de Norel supone otro hándicap para el despegue competitivo de los de Abós.

El técnico, de cualquier forma, no puede ocultar que se siente ilusionado con la llegada de los nuevos fichajes.Las cuatro incorporaciones -Pere Tomás, Tabu, Sanikidze y Shermadini- ofrecen, sobre el papel, garantía de buen juego y contribuyen a fortalecer a la formación rojilla. Habrá que comprobar, sin embargo, la adaptación al conjunto y sus prestaciones sobre el parquet.

Un nuevo atractivo es, sin duda, el regreso del equipo aragonés a la competición europea. El reto competitivo despierta la ilusión del entorno del CAI; es natural. Sin embargo, una nueva competición puede afectar y castigar al conjunto y a su rendimiento, otro elemento a tener en cuenta para dosificar a los jugadores y garantizar el pleno rendimiento.

El CAI vuelve a ilusionar después de una campaña brillante. Y esa motivación es la que prevalece en la parrilla de salida de una campaña que se estrena este mismo sábado, en Bilbao. Despega el nuevo proyecto del CAI Zaragoza.