Sin tiempo que perder. Pere Tomás oficializó su compromiso con el CAI Zaragoza el pasado lunes, cerrando así una larga e intensa negociación que se convirtió, por derecho propio, en el culebrón del verano rojillo. Días amargos repletos de incertidumbre que, afortunadamente, ya forman parte del pasado. “Es la primera vez que pasaba por algo así y la verdad que no me ha gustado mucho. Pero las cosas son así”, explica el propio jugador. 

Quizá por ello, el alero balear no ha dudado en ponerse cuanto antes manos a la obra. Así, este mismo martes, a falta de algo menos de una semana para que comience oficialmente la pretemporada, ha comenzado a entrenarse con algunos de sus compañeros en el Príncipe Felipe.

Vestido de corto, el 'tres' balear atendió a los medios poco antes de entrar en faena. En la pista adyacente le esperaba Joaquín Ruiz Lorente, que lleva unos días trabajando con las jóvenes promesas del cuadro zaragozano más Albert Fontet. 'Pre-pretemporada' a la que Tomás se suma gustoso. “Me dijeron si me quería venir una semana antes y aprovechar que había unos cuantos entrenando, así conocía la ciudad y me instalaba. Dije que perfecto”, explica. Seguramente, la mejor muestra de compromiso posible.

Su fichaje por el CAI Zaragoza tampoco se explica de otra forma. Un acuerdo forjado por la fuerte voluntad existente tanto por parte del jugador como del club, que apostó fuerte por él como pieza con la que dar un salto de calidad a una plantilla que, por primera vez, deberá compaginar la competición doméstica con Europa. “Cuando supe el interés del CAI pensé que sería dar un paso adelante en mi carrera y me hacía mucha ilusión. Llevaba diez años en Badalona y también creía que era necesario un cambio de aires. Zaragoza era la mejor opción, he intentado venir y al final muy contento de que ellos también se hayan interesado tanto en mi”, relata el jugador.

En medio, un Joventut dueño de sus derechos en ACB y dispuesto a no malvender al que ha sido su capitán durante las últimas temporadas. Complicada situación de la que Tomás intentó evadirse. Sin mucho éxito, claro. “Al final siempre estás al tanto, pero viendo que se alargaba tanto y que un día era una cosa y otro día otra me intenté apartar un poco y lo llevaba todo mi agente, no yo”, cuenta.

Afortunadamente, aquella incertidumbre es cosa del pasado y el presente posee la tonalidad roja del nuevo uniforme que ya luce. Pese a que reconoce no haber hablado todavía en persona con José Luis Abós, “me felicitó por Twitter y yo le contesté”, confiesa, Tomás se muestra dispuesto a realizar la tarea que el 'coach' considere necesaria. “Vengo con la máxima ilusión a ayudar en todo lo que se me pida, ya sea trabajo, defensa, rebote...”, enumera. Tampoco podría ser de otra forma, al fin y al cabo su corta historia con el CAI se sostiene en la voluntad y el compromiso como pilares maestros.