Todavía resuenan en el Príncipe Felipe los ecos de una afición entusiasmada que, este martes, aplaudió con todas sus fuerzas al CAI Zaragoza. El conjunto aragonés, tras caer eliminado en semifinales de la Liga Endesa a manos del Real Madrid, completó una temporada para recordar. “Irrepetible”, en palabras de su entrenador José Luis Abós. Adjetivo meditado, pues si se analiza con la cabeza resulta complicado que los rojillos puedan regresar a estas latitudes de la postemporada a corto plazo.

Por ello, la fiesta vivida tras la eliminación del 'play-off' resultó tan especial. El reconocimiento a un equipo que aglutina todos los valores que dicha palabra implica. Un grupo que, por lógica del mercado, este verano se ha de romper por uno u otro lado.

Los frentes son muchos y variados. Aunque, fieles a sus principios, en el club han decidido comenzar las reformas por los cimientos. Así, la primera decisión ha consistido en renovar a José Luis Abós, que continuará dos temporadas más al frente del equipo. De esta manera, la institución fortalece al tándem que el técnico zaragozano forma junto a Willy Villar, director deportivo y que posee firmada una campaña más. De la LEB a las semifinales de la Liga Endesa en cuatro años son las credenciales del dúo.

Solucionado el primer problema, el otro gran frente abierto se centra en la confección de la plantilla. El discurso oficial, lógico por el gran rendimiento ofrecido, habla de otorgar máxima prioridad a la continuidad. Sin embargo, a nadie se le escapa que, según las reglas del mercado, esa es una empresa complicada.

El primer gran nombre propio, por lo tanto, es el de Pablo Aguilar. El capitán del CAI, que este martes se despidió de la afición con el rostro cubierto de lágrimas. Por escenografía y contenido, un adiós en toda regla. Aunque, oficialmente, solo fuese el agradecimiento a los seguidores por el apoyo mostrado. Joven, cupo y de enorme potencial, el granadino ha quedado fuera del alcance del conjunto zaragozano. Especialmente, porque su ficha se torna inasumible para un club que, seguramente, vuelva a ver su presupuesto rebajado nuevamente. De momento, en las oficinas rojillas trabajan con la seguridad de haber alargado su unión con la Caja Inmaculada por una campaña más. Aunque también conocen que la aportación que suele realizar el Gobierno de Aragón se verá reducida, aproximadamente, en un 30%, quedando una ayuda de 640.000 euros.

Así, todas las informaciones apuntan a que Aguilar vestirá el curso que viene el naranja del Valencia Basket. Equipo que, tras ser eliminado por el CAI esta temporada, prepara un nuevo asalto a la élite de la Liga, como así lo demuestra la reciente renovación de Justin Doellman, tercer jugador más valorado esta campaña, hasta 2015.

Jugadores que quedan libres

La otra gran patata caliente del verano la encarna Sam Van Rossom. El base belga, que queda libre, ha sido una de las grandes revelaciones de la temporada. A sus 26 años, el de Gante ha dado un paso de gigante en su evolución como jugador. Confirmándose como uno de los armadores más completos de Europa. Desde luego, novias no le van a faltar. Equipos deseosos por hacerse con sus servicios y con un margen presupuestario capaz de diseñar una oferta con la que el CAI ha de competir. Complicado.

Como el belga, también finalizan contrato Damjan Rudez, Joseph Jones, Albert Fontet y Chad Toppert. Los dos primeros, fundamentales para entender el éxito deportivo de la presente temporada. Los otros dos, actores secundarios a los que no se les puede negar la entrega exhibida cada minuto que les ha tocado estar sobre la pista. Con el aliciente que supone la participación del equipo en Eurocup, no es descartable que todos ellos continúen al año que viene en el Príncipe Felipe.

Además, Vladimir Golubovic, que llegó como temporero para suplir la baja de Henk Norel, también termina su vinculación con el CAI. Sin embargo, debido a su condición de parche, así como al intermitente rendimiento ofrecido, su renovación parece más complicada. Misma suerte que podría correr Adrián García.

Los que siguen

Diferente es la situación de Pedro Llompart y Michael Roll. Pese a que los dos firmaron por una temporada, en su documento sí que se incluyó una cláusula de ampliación por otra más. Herramienta que, salvo sorpresa mayúscula, el club hará efectiva debido al gran nivel desarrollado por ambos. Así, sus nombres se unirían a los de Jon Stefansson y Henk Norel, todavía convaleciente, como integrantes de la plantilla del curso 2013/14.

Campaña para la que está prevista, por cierto, la llegada de Giannis Adetocunbo, el niño prodigio griego que este invierno firmó por el CAI por cuatro temporadas. Con 18 años y 208 centímetros de altura, el joven jugador ha revolucionado al mundo del baloncesto. Desatando, incluso, una pequeña locura en Estados Unidos, donde se espera que salga elegido en primera ronda del 'draft' que se celebrará el próximo 27 de junio. No obstante, cabe resaltar, que el base de origen nigeriano llega procedente de la segunda división helena. Por lo que, a pesar de la expectación levantada, es todavía una gema por pulir. Bisoñez que dificulta su paso directo a la NBA.

Jugadores cedidos

Además, cabe recordar que el CAI Zaragoza posee dos jugadores cedidos que, al menos por contrato, deberán regresar para la pretemporada si no se les encuentra un nuevo acomodo antes. Se trata de Levi Knutson y Gregg Thondique, escolta y ala-pívot norteamericano que esta campaña han militado en Polonia y Bélgica respectivamente. Si se da la continuidad deseada en la plantilla, y más ocupando plaza de extracomunitarios, es difícil que vistan la camiseta del CAI.