CAI Zaragoza

"Campeones, campeones"

La marea roja despidió al CAI Zaragoza como si hubiese ganado la Liga. Aguilar, emocionado, dio las gracias desde la pista.

José Luis Abós, en un momento del partido contra el Real Madrid.
?Campeones, campeones?
EFE/JAVIER CEBOLLADA

No era un partido más y se notó desde el principio. El encuentro más importante en la historia del CAI Zaragoza tuvo un aroma especial desde antes que el balón comenzase a botar. Las gradas, llenas como en los mejores tiempos. Luces apagadas y comienzo del espectáculo. Uno a uno, el 'speaker' fue presentando a los integrantes del cuadro rojillo. Mientras tanto, la afición estallaba en aplausos. El choque era una fiesta y, como tal, se iba a vivir. Dijese lo que dijese el marcador.


Por ello, cuando iba a comenzar el duelo, las gradas se poblaron de cartulinas rojas. En un fondo, un tifo de 'Inchas Lleons' recordaba que “Zaragoza nunca se rinde”. Ánimos a los de rojo y silbidos a los de blanco. Una atmósfera que, sin duda, ayudó a que los locales comenzaran muy enchufados su encuentro.


“Vosotros los millones, nosotros los co-Jones”, decía una pancarta situada en un fondo. Lamentablemente, ni la testiculina, ni Joe Jones, que firmó un gran partido al lograr 11 puntos y cuatro rebotes, fueron suficientes. A principios del útlimo cuarto, el Real Madrid rompió el partido. Dio igual.


José Luis Abós, cuando restaban pocos minutos para terminar el encuentro, comenzó el carrusel de cambios. Ovación para todos. Algunas, lamentablemente, pudieron servir de despedida. No en vano, resulta iluso pensar que, después del gran año realizado, no van a volar ofertas tentadoras por la capital aragonesa.


Uno de los más codiciados, sin duda, será Pablo Aguilar. El ala-pivot, como capitán, fue el encargado de agradecer el apoyo recibido al término del encuentro. Visiblemente emocionado, el granadino apenas pudo terminar su discurso. “Pablo quédate”, irrumpió la grada. De la cual, por cierto, no se había movido ni un alma. Ni siquiera, los aficionados del Real Madrid presentes en una esquina del segundo anillo.


“Es un orgullo entrenar a este equipo. Es el mejor grupo que he entrenado en mi vida. He disfrutado como nunca y se me ha hecho cortísima la temporada”, diría, también emocionado, José Luis Abós en sala de prensa. “Mención especial para la afición, han estado tremendos. Se nos ha puesto la piel de gallina oyendo lo de campeones, campeones”, continuó el técnico, que tras lo vivido apenas quiso realizar un análisis táctico del encuentro. Carecía de interés.


Pablo Laso, motu proprio, también quiso sumarse a los reconocimientos. Sin que nadie le preguntase por ello, antes de desmenuzar los pormenores del choque, el preparador blanco se deshizo en elogios para con el CAI. “Muchas veces en los clubes se valora el trabajo en las victorias y yo creo que este club, y esta afición, han podido demostrar que el trabajo bien hecho te lleva a conseguir partidos como el de hoy, con este ambiente”, señaló el designado mejor técnico de la temporada regular. Zaragoza ha vuelto a la élite, ojala que para quedarse.