CAI Zaragoza

Aguilar, contra sus orígenes

El capitán del equipo aragonés se enfrenta este domingo al Real Madrid, equipo en el que comenzó a dar sus primeros pasos alrededor de la canasta.

 Pablo Aguilar es actualmente el jugador franquicia del CAI Zaragoza. Su capitán. El encargado de mimetizarse en el cinematográfico James Bond para animar a la marea roja a acudir al Príncipe Felipe el próximo domingo para presenciar uno de los choques más ilusionantes en la historia del club. Claro que el joven ala-pívot es mucho más que eso. También es una de las grandes estrellas emergentes de la Liga Endesa. Un talento que, tras algunos años de altibajos, parece estar afianzándose por fin de la mano del club rojillo.


Sus números así lo acreditan. Una vez olvidados los problemas físicos que le dejaron fuera algunos partidos, el 'cuatro' granadino promedia 9,1 puntos, 5,5 rebotes para 11,9 de valoración por partido. Magnífica estadística asentada en una regularidad que le convierte en uno de los grandes pilares del conjunto dirigido por José Luis Abós. La confirmación del que no hace mucho tiempo fue uno de los grandes proyectos de jugador en España.


Una proyección que en 2004 le llevó al equipo cadete del Real Madrid. Cantera blanca en la que se formaría pasando por los equipos júnior y filial antes de engrosar finalmente la primera plantilla. Debido a este pasado, Aguilar tilda el encuentro del próximo domingo como “un poco más especial que los demás por los amigos y sentimientos que tengo de los años que estuve allí”. Aunque prefiere quitarle hierro al asunto centrándose en su presente. Porque, a pesar de su juventud, cabe recordar que solo tiene 24 años, el interior rojillo quiere dejar claro su identificación con el proyecto que abandera en Zaragoza. “Hace muchísimos años de aquello y ahora lucho y vivo por el CAI. Voy a salir a matar por el equipo y me da igual quien esté delante”, asegura el ala-pívot.


De fondo, su eterna carrera contra Mirotic. Actualmente, con 16,8 puntos, el jugador más valorado del equipo blanco. En cierto modo, el hombre que, debido a su fuerte irrupción, le cerró las puertas del primer equipo madridista obligándole a buscarse un hueco en el baloncesto profesional a orillas del Ebro. No obstante, Aguilar desmiente cualquier tipo de mala relación. Al contrario. “Entre nosotros no existe ningún tipo de pique. Coincidimos en la residencia del Real Madrid cuando eramos pequeños y más que nada hay amistad”, explica el hoy capitán del cuadro aragonés. Motivo por el cual no le duelen prendas en calificarlo como “uno de los mejores 'cuatros' de Europa”.


Claro que sus carreras podrían volver a entrecruzarse en un futuro. Esta vez bajo el rojo de la selección española. No en vano, el jugador andaluz nunca ha escondido que, tarde o temprano, uno de sus objetivos personales es poder jugar en el combinado que actualmente dirige Juan Antonio Orenga. Después de haber formado parte de la preselección en 2010, el ala-pívot quiere participar en un torneo internacional. Una oportunidad que para muchos podría darse este verano ante la previsible renuncia de varios de los fijos y la necesidad de sabia nueva en la rotación interior.


Curiosamente, en el puesto podría volver a rivalizar con Mirotic. El jugador de procedencia montenegrina ha jugado en las categorías inferiores con España y ha expresado su deseo de hacerlo también en la absoluta. Sin embargo, en los pasados Juegos Olímpicos, Scariolo terminó decantándose por llevar a Ibaka ante la regla de poder seleccionar únicamente un jugador nacionalizado. Una normativa que desde la Federación Española esperan poder modificar. Claro que, de momento, este escenario entra dentro del terreno de la ficción. Siendo la única disputa programada entre ambos la de este domingo sobre la tarima del Príncipe Felipe.