CAI Zaragoza

La ilusión de los novatos

Llompart, Norel y Aguilar son los únicos miembros del CAI Zaragoza que saben lo que significa jugar la Copa del Rey. Una experiencia que ya han transmitido a sus compañeros.

Pablo Aguilar, uno de los veteranos en disputar la copa del Rey.
Aguilar califica el partido ante Fuenlabrada de "histórico" para el club
ASIER ALCORTA

El CAI Zaragoza será el único club debutante en la Copa del Rey que a partir de este jueves se ha de disputar en Vitoria. Una condición institucional que se ve reflejada en su plantilla. No en vano, con nueve, contando al junior Javier Marín, el equipo zaragozano es también el conjunto que más neófitos en la competición desplaza hasta la capital alavesa. Excluyendo a Adrián García, que viajó a Sevilla 2005 con el Estudiantes, aunque no tuvo ningún minuto de juego, solo Pedro Llompart, Henk Norel y Pablo Aguilar conocen el especial ambiente que rodea a la cita desde la tarima. Un ejército de novatos para el que quiere ser el conjunto revelación del torneo.


La primera consigna, normalidad ante el reto. Así lo explicaba Pedro Llompart, para quien el juego no cambia a pesar de la atmósfera que pueda haber en el Buesa Arena. "Es baloncesto. Se trata de una competición muy bonita, hay mucha gente, pero cuando saltamos a la pista es cinco contra cinco y mis compañeros están acostumbrados a eso. A lo mejor somos un equipo con poca experiencia en la Copa del Rey, pero seguro que cada uno han jugado partidos importantes", señaló el base, quien ha participado en las ediciones de Sevilla 2004, Zaragoza 2005 y Barcelona 2012.


En esta última, el armador mallorquín tuvo que dirigir a un debutante Lucentum Alicante en su eliminatoria contra el anfitrión, el Regal Barça. Situación muy similar a la que deberá vivir contra el Caja Laboral, y de la que espera salir victorioso esta vez. "A todos los equipos se les puede ganar. Nosotros les hemos ganado en casa y hemos hecho un gran partido allí. Hemos de ir sin complejos y con mentalidad ganadora", apuntó.


Sin duda, una de las grandes peculiaridades de la Copa es el disputar tres partidos en cuatro días. Una celeridad que solo permite preparar a conciencia el debut, pues el futuro no deja de ser incierto. "Solo pensamos en el primer partido. Si ganamos tenemos un día de descanso y esta es nuestra ventaja", confesó Henk Norel, que disputó la edición de Bilbao 2010 y se perdió dos más por lesión. Un diagnóstico en el que coincide con Llompart, para quien el torneo de 'K.O.' solo se ha de vivir en clave de presente: "Lo mejor es ir día a día. Sabemos cuál es el primer partido, tenemos que llenar la mochila de ropa y esperar estar cinco días allí".

Grupo muy ilusionado


Pablo Aguilar, por su parte, confesó que lo que más llama de la Copa a quienes no la conocen es la atmósfera que rodea a todo el fin de semana. Algo que han tratado de transmitir en el vestuario. "Se habla mucho de la organización que hay, de cómo se vuelca toda una ciudad y todo lo que existe al rededor del torneo. La gente tiene muchas ganas de jugarlo, de ver cómo se vive en una ciudad con tantas pasión por el baloncesto como es Vitoria", desveló.


El capitán rojillo, sin duda, sabe a la perfección la importancia que adquiere el trofeo en la capital alavesa, pues jugó allí con el Real Madrid en 2008. Cuatro minutos que rememora con gran ilusión: "No esperaba jugar. Era muy difícil ya que se trataba de un equipo que aspiraba a todo, con los minutos muy repartidos. Hablé con Joan Plaza y se me puso la cara como a un niño chico cuando recibe el regalo de Navidad".


Un deseo por participar que ahora comparte todo el equipo en esta ocasión. No en vano, los zaragozanos son los menos experimentados en cuanto a la Copa del Rey. Pero, por ello, probablemente sean los más ilusionados con poder hacer algo grande en ella.