Continuidad al volante

El tándem formado por Willy Villar y José Luis Abós cumplen su cuarta temporada al frente del CAI Zaragoza.

Abós se lamenta de un fallo durante el partido ante el Bizkaia
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EFE

Tres años en la élite, una misma dirección. Desde su vuelta de los infiernos, el CAI Zaragoza mantiene una misma línea de trabajo en su proyecto por estabilizarse entre la Liga Endesa. Aquella marcada por el dúo formado por José Luis Abós y Willy Villar. Juntos, entrenador y director deportivo han trazado las pautas sobre las que se ha desarrollado la configuración de la plantilla y el estilo de juego a realizar. Planes maestros que, hasta la fecha, tienen su tope en la décima posición de la ACB, plaza que el conjunto aragonés ha repetido durante las dos últimas campañas.


Sobrepasar su techo ha de ser el reto a realizar esta temporada. Para ello, el técnico zaragozano contará con una plantilla de la que se han caído los tres jugadores que más valoraron para el cuadro rojillo durante el último curso. El perfil de sus sustitutos pretenden mantener el nivel en una liga que podría bajar en su competitividad media debido a los problemas económicos que afectan al mundo de la canasta.


En la práctica totalidad de los fichajes realizados, un patrón común. A pesar de provenir de zocos desconocidos o de la segunda fila en el baloncesto europeo, para firmar por el CAI se ha de acreditar una excelente hoja de tiro. Especialmente para aquellos que ocupan posiciones exteriores. Así, por ejemplo, Michael Roll terminó la pasada edición del Eurochallenge con un impresionante 51% de acierto en lanzamientos triples. Porcentaje que, por si fuera poco, igualó en tiros de dos. Todo un seguro capaz de poner el balón donde pone el ojo.


Claro que el norteamericano no es el único. Rudez, que llega para jugar de alero, aunque puede alternar con la posición de 'cuatro' si es preciso, terminó la Liga Adriática con un increíble 48,8% en tiros de tres. Cifra similar a la de Pedro Llompart, quien finalizó la pasada Liga Endesa con un acierto del 40% desde más allá del arco de 6,75.


Juego combinado

Sin embargo, a tenor de lo visto en la pretemporada y, sobre todo, en la Supercopa, el CAI pretende jugar un ataque equilibrado, lanzando más cerca del aro que desde lejos. Así, en su semifinal contra el Real Madrid, la primera muestra del fuego real que le espera a los aragoneses en su duro arranque, los rojillos efectuaron 37 tentativas de dos puntos por 20 de tres. Sin embargo, el acierto del equipo, gracias a su contrastada puntería, estuvo en un excelso 40% de acierto.


Lamentablemente, las especiales circunstancias en las que el cuadro zaragozano ha confeccionado su plantilla apenas les ha permitido ejercitarse juntos dos semanas antes de comenzar la Liga. Un problema de tiempo por el que los sistemas ofensivos deberán ser introducidos poco a poco, conforme vayan consumiéndose las primeras jornadas de competición. A su favor, la continuidad de un grupo de trabajo en cuyo núcleo hay jugadores como Van Rossom, Toppert o, sobre todo, Aguilar, capitán del equipo, que ya llevan tres años defendiendo el uniforme rojillo. La guardia pretoriana del dúo dirigente.