CAI Zaragoza

El CAI supera a Valencia en un choque de contrastes

Los zaragozanos lograron su décimo triunfo de la temporada tras un emocionante partido ante Valencia Basket que terminó 71-63.

Archibald supera la defensa de Faverani
El CAI supera a Valencia en un choque de contrastes
EFE

Victoria de mérito la lograda por el CAI Zaragoza frente al Valencia Basket. Los zaragozanos, que se mostraron algo irregulares durante el choque, superaron todos sus miedos y se impusieron a un rival al que nunca había logrado vencer. Especial incidencia tuvo Rafa Hetthseimeir, cuyo liderazgo en el último cuarto resultó vital para culminar la remontada. El brasileño terminó con 17 puntos en su haber, siete de ellos en el último y definitivo parcial que terminó por sentenciar el choque para los rojillos.


Con una gran igualdad sobre el parqué, el choque comenzó especialmente marcado por el criterio arbitral. Excesivamente rigurosos, los colegiados cargaron de personales rápidamente a ambos conjuntos. Algo que hizo descansar a algunos de los hombre clave de cada conjunto, como Wright y Archibald por parte local o Lishchuk y Claver para los visitantes. Sin embargo, esta circunstancia no pudo frenar lo que fue un juego alegre y anotador que terminó con empate a 22-22.


Tras haber perdido el temor que suelen infundir los taronjas en suelo aragonés, el CAI creció durante el segundo cuarto de la mano de dos triples de Van Rossom y Aguilar. Un parcial de 8-0 daba aire a los rojillos que, sin explicación, se diluirían posteriormente. Ellos solos. Hundiéndose en una racha que los valencianos potenciaron gracias a su excelente defensa, con una presión en primer línea que contra la que los rojillos se estrellaron una y otra vez. Veloces a la contra, los pupilos de Perasovic comenzaron a reducir la distancia rápidamente. Cada balón perdido era una canasta naranja. Caner-Medley, con una canasta más adicional, logró poner a los visitantes por primera vez por delante (33-34).


El guión no cambió tras el paso por vestuarios. Letales en el contraataque, los del Turia consiguieron disparar su ventaja hasta los diez puntos. Por si fuera poco, Valenca logró capturar 15 rebotes ofensivos. Una gran cantidad de segundas opciones que crucificaban a los de Abós al no permitirles correr. Especialmente destacado en esta faceta estuvo Pietrus. El francés capturó cuatro rechaces en el aro del CAI. El máximo reboteador del partido fue Caner-Medley, que recogió 14, tres de ellos ofensivos.


Todo parecía perdido. Solo un ataque de orgullo podía salvar a un equipo. Algo que, afortunadamente, terminó ocurriendo. El CAI subió su tensión defensiva, dejó de permitir la captura del rebote con tanta facilidad y empezó a jugar transiciones rápidas. La otra clave estuvo en la búsqueda del hombre interior. Tras haber basado su subsistencia casi exclusivamente en el tiro de tres, los pupilos de Abós comenzaron a dar balones a la gente grande, que aprovecharon las faltas que acumulaban Pietrus, Lishchuk y Caner-Medley, que terminaron con cuatro.


Wright, con un triple estratosférico, anotado con la mano de Claver en su cara, puso la primera piedra de la remontada. Empate a 56 en el electrónico y cuenta nueva. Claro que el hombre era Rafa Hettsheimeir. El brasileño se hizo enorme en la pintura y anotó siete puntos de manera casi consecutiva. Solo un tiro libre de Stefansson, que logró forzar la antideportiva, hizo de breve interludio en la exhibición del capitán rojillo. Aguilar, con otro triple, a falta de un minuto, puso el punto final.


A partir de ahí, la fiesta. El CAI Zaragoza lograba vencer a una de sus bestias negras, y lo hizo mostrando cierta superación personal. Alternando el prolífico juego exterior con un férrea defensa y la búsqueda de opciones más cercanas al aro. Baloncesto en estado puro que permite soñar con el Playoff.