CAI BM ARAGÓN

Auditoría de una decepción

Los errores propios condenaron al CAI Aragón a un pobre empate ante el Naturhouse. Se impone una reacción desde el banquillo.

El Naturhouse firmó una actuación muy digna en Zaragoza. Inferior técnica y físicamente, los riojanos se expresaron con más orden que el CAI Aragón. En cualquier caso, el empate (32-32) quedará unido de forma íntima a los abundantes errores aragoneses. Esta es la auditoría a la primera decepción del curso, los porqués del inesperado resbalón.


1 Los nervios de Kosovac.

A la conclusión del encuentro, Veroljub Kosovac compareció en la rueda de prensa mostrando un tono poco habitual en él. Por primera vez en sus ya cuatro temporadas en Zaragoza, el técnico serbio contestó algunas preguntas con términos poco correctos. Sus respuestas evidenciaron el estado de incertidumbre que se vive en el vestuario aragonés después de una flojísima pretemporada y de la decepción sufrida en la noche del viernes. Si Kosovac persigue la tranquilidad en el seno del equipo, debería comenzar por intentar transmitirla él mismo.


2 El agujero de Isaías.

El máximo goleador de la cita fue Isaías Guardiola, que rubricó en el pabellón Príncipe Felipe el partido de su vida, facturando 12 goles. Parecía Glandorff, el cañón del Nordhorn. La deficiente defensa aragonesa colaboró en su exhibición. Primero lo vigiló Víctor Álvarez, hombre dotado para defender como avanzado, pero en ningún caso en un cerrado 6-0. Hussein Zaky también alternó en el intento de defensa de Isasías Guardiola. Zaky es un fantástico lanzador al que convendría reservarlo para que dedicara la totalidad de sus fuerzas en ataque. De cara al próximo encuentro, en el que el CAI visita Granollers, si Kosovac no varía la defensa del lateral zurdo rival, Raúl Campos puede batir el récord goleador de la Asobal. El lateral vallesano le tiene tomada la medida a la zaga naranja. Ya perforó 15 veces el portal aragonés en Granollers el pasado curso.


3 Pérdidas y desorientaciones.

Hasta 12 pérdidas de balón cometió el CAI Aragón. Una docena de jugadas de ataques mal vertebradas. Una docena de oportunidades que en su mayoría derivaron en contragolpes, en lanzamientos fáciles para el Naturhouse La Rioja, en tiros de elevadísimo porcentaje que fusilaron a unos indefensos Beno Lapajne y Pablo Hernández. Las pérdidas más trascendentes llegaron en los minutos finales, sobre todo una pelota que se le cayó de las manos a Adrián Sifre cuando disfrutaba de una bola para matar el partido.


4 Los casos extremos.

La ordenación de los extremos del CAI Aragón tamnién tiene miga. A Toño Cartón se le buscó un sustituto, Adrián Sifre, para que le concediera unos minutitos de respiro. Cartón basa su juego en su excelente condición técnica y táctica; no es un jugador veloz ni resistente: le conviene descansar. Sin embargo, ha jugado íntegros los 120 minutos que llevamos de Liga. El grado de la paradoja crece, pues su teórico sustituto, el ambidiestro Sifre, solo ha saltado a la pista en el lado contrario, en el del diestro, como recambio de Amadeo Sorli. Como el capitán ha estado medio mes de agosto lesionado y, lógicamente, todavía no ha alcanzado su mejor forma, el CAI Aragón aún no ha marcado gol desde esa esquina en lo que llevamos de Liga Asobal. El difícilmente comprensible caso de los extremos alcanza el absurdo si consideramos que Felipe Borges, en buena forma física al haber competido recientemente en los Juegos de Pekín con Brasil, ha presenciado los dos primeros partidos de Liga en la grada.