REAL ZARAGOZA

Javier Aguirre da marcha atrás

El entrenador reconsideró su prueba del miércoles con Pinter y Marco Pérez como titulares y ayer volvió a ensayar con Edmilson y Sinama, que seguirán en el once inicial.

Javier Aguirre se tapa la cara durante el entrenamiento del equipo en la Ciudad Deportiva.
Javier Aguirre da marcha atrás
ESTHER CASAS

Javier Aguirre ha consultado con la almohada y, parece ser, ha colegido que es mejor seguir con Edmilson y Sinama-Pongolle en el equipo. Si en el ensayo con juego real del miércoles el mexicano eliminó del once titular a estos dos jugadores, abroncados con estrépito por el público el domingo pasado en La Romareda cuando fueron sustituidos, ayer dio dos pasos atrás y los volvió a incluir en el hipotético equipo inicial que se verá en Pamplona pasado mañana.

Anteayer, Pinter y Marco Pérez ocuparon su lugar en el pivote central y como delantero de referencia respectivamente en el 4-1-4-1 táctico. Ayer, los dos jóvenes emergentes, el húngaro y el colombiano, volvieron al equipo 'sparring' en el nuevo partidillo -esta vez con dos partes de media hora- que Aguirre programó como núcleo principal del importante ensayo del jueves. Edmilson y Sinama, los veteranos, los contestados jugadores con galones sobre los que el nuevo técnico decidió volcar su confianza cuando llegó de nuevas hace un mes, volvieron a gozar ayer de las preferencias del Vasco.

No es la primera vez que, en 24 horas, Aguirre da muestras de sus dudas respecto de cómo montar el equipo para el próximo partido. Sin ir más lejos, le pasó la semana pasada en los días previos al duelo ante el Madrid en La Romareda. El mexicano prueba, intenta hallar soluciones a sus evidentes y graves problemas tácticos, da pasos adelante en sus declaraciones de intenciones de los que, al poco, ha de desdecirse. En esta ocasión, cabe deducir que, bien no le ha convencido la variante Pinter-Marco Pérez, o bien le genera muchos rozamientos dejar en el banquillo al dúo Edmilson-Sinama Pongolle.

La portería es el aderezo extra de esta película de suspense. Leo Franco pesa mucho en los ideales de Aguirre, que para eso fue su portero en el Atlético de Madrid cuando el argentino atravesaba su mejor época como guardameta internacional en la albiceleste. Pese a la titularidad de Doblas en la última fase de la trayectoria del destituido Gay al frente del equipo, el nuevo preparador blanquillo no dudó en devolver a la portería a su viejo pupilo en su debut en Getafe. Pese a que Franco ha vuelto a mostrar grietas evidentes en su rendimiento y a que Aguirre ha comprobado que la afición no está de parte de su preferido, al Vasco le cuesta volver a dejar fuera del once al sudamericano y devolver bajo palos al andaluz. Anteayer probó con los dos en el equipo titular. Ayer, solo lo hizo con Franco quien, si tampoco surge imprevisto de última instancia, repetirá como arquero zaragocista en las porterías del viejo Sadar.

Total que, si Aguirre no vuelve a bailar hacia delante y hacia atrás, a derecha y a izquierda en las próximas horas, la intención de introducir cambios en todas las líneas (mostrada abiertamente el miércoles en la Ciudad Deportiva) se quedará en agua de borrajas. El mexicano no ha llegado a Zaragoza con el espíritu de Pancho Villa activado y todo lo que huela a revolución le repele. Por el retroceso de ayer, parece que la alineación de Pamplona será, de nuevo, sota, caballo y rey.

Cierto es que la plantilla no da para muchos inventos (Gay los probó todos desde el verano hasta su despido, sin éxito alguno), pero Aguirre tampoco se muestra proclive a arriesgar en ese sentido y prevalece su talante ultraconservador al confiar en un bloque muy concreto de la plantilla, básicamente los veteranos, pese a su escaso y criticado rendimiento y solvencia. Así parece que va a ser hasta que, en cascada y en un número indefinido, le vayan llegando los nuevos refuerzos que pactó con Agapito el día en que dio el sí a su cargo como entrenador del Real Zaragoza en un año tan caótico para la entidad, otro más, como el que va a tocarle vivir.

Si el entrenador blanquillo se queda definitivamente con la idea inmovilista de ayer y desecha así la probatura del miércoles, ante el Osasuna jugarán Leo Franco; Diogo, Jarosik, Contini, Paredes; Edmilson; Lafita, Ponzio, Ander Herrera, Bertolo; y Sinama-Pongolle. O sea, los de su confianza, con las únicas permutas forzadas de los sancionados Gabi y Lanzaro, a quienes suplirán Ponzio y Contini respectivamente.

Aguirre sabía cuando llegó que, hasta la apertura del mercado invernal (hasta que pudiera, pues, manipular la plantilla a su manera), tenía una durísima travesía de cinco partidos que afrontar con la escasa, heterogénea y deficiente plantilla que Agapito, Prieto y Herrera montaron una vez más durante el pasado verano. Contaba con que, según fuese la cosecha en esos 15 puntos en disputa ante Getafe, Villarreal, Almería, Madrid y Osasuna, su futuro en enero sería más o menos plácido o arriesgado. Y sigue obstinado en no experimentar, en no quemar a los muchachos de la cantera y jugársela con los veteranos. Es su librillo.