REAL ZARAGOZA

Cita con las peñas

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Agapito, en la reunión con las peñas en diciembre pasado.
Cita con las peñas
TINO GIL

Agapito Iglesias sigue sin dejarse ver ni sentir. El zaragocismo sigue huérfano de una explicación, de una mínima orientación de por dónde van a discurrir las cosas en el futuro próximo del Real Zaragoza. Y, en medio de esa penumbra global, el empresario soriano ha remitido una carta con el sello de urgencia, a través de la Federación de Peñas, en la que se cita el próximo domingo con los representantes de este colectivo, aprovechando que éstos celebran en la capital aragonesa el X Encuentro de Peñas de la entidad.

Será a las 11.00 en el Restaurante del Club Naútico, lugar donde se desarrollará la parte gastronómica del fin de semana 'peñístico'. Según reza la citación, la reunión (a la que se llama preferentemente a los presidentes de peñas, un miembro por cada una de ellas) responde a una promesa de Agapito hecha en diciembre, cuando el dirigente de Navaleno también se recluyó en 'petit comité' con un pequeño grupo de peñistas para abordar la gravísima crisis institucional en la que se metió el Real Zaragoza tras la destitución de Marcelino como entrenador, la dimisión del presidente Bandrés y de todo el Consejo de Administración. En el escueto comunicado que solo el centenar y medio de peñas han recibido hace un par de días, Agapito -a través de la presidencia de la Federación de Peñas- se brinda a que estas puedan expresarle sus "sugerencias, críticas, inquietudes o cualquier duda".

El presidente del Real Zaragoza hace tiempo que esquiva las cámaras y los micrófonos. Si nunca se sintió cómodo como protagonista de una rueda de prensa al uso, en los últimos tiempos -llenos de crispación y críticas- el máximo accionista del club aragonés parece decidido a evitar sus comparecencias públicas de forma drástica.

En estos momentos de zozobra en la SAD en los que, evidentemente, los responsables del club han de afrontar un verano de alto riesgo que exige hilar muy fino en cada decisión, los miles y miles de zaragocistas de dentro y fuera de Aragón viven expectantes sobre cuáles van a ser las decisiones queAgapito adopte. Parece lógico que Iglesias muestre públicamente su plan de futuro inmediato, su idea de reflotamiento económico de la entidad, su proyecto de remodelación de la pirámide rectora del club y sus criterios deportivo-financieros. Cuestiones mayores todas ellas que requieren una explicación global a tantísima gente como hay pendiente del Real Zaragoza. Por eso sorprende su actitud silenciosa desde hace tantos días y, ahora mucho más, su anuncio de reunirse únicamente con los representantes de las peñas zaragocistas.

El domingo, ocho días después de la finalización de la Liga, dieciséis días después de confirmarse la permanencia en Primera División, Agapito anuncia una primera aparición en carne mortal. Eso sí, será restringida, con un pequeño grupo de zaragocistas y, salvo contraorden, sin luz ni taquígrafos (entiéndase medios de comunicación social que puedan trasladar su mensaje a la totalidad del zaragocismo, allí donde se encuentre).

En diciembre, en una cita del mismo sesgo de la que ahora anuncia, Agapito ya mostró su voluntad de ejercer una discriminación sobre la mayoría de la afición del Real Zaragoza volcando todo su afecto al sector que componen las peñas (alrededor de 130 asociaciones que aglutinan unos 10.000 peñistas, de los que unos 3.800 son abonados de la entidad). Ahora, en mayo, se va a repetir el gesto.

El directivo soriano no guarda un buen recuerdo de su última y sonora rueda de prensa multitudinaria, aquella que dio en el 'hall' de la sede del Real Zaragoza nada más producirse el descenso a Segunda División hace ahora dos años exactos. Agapito no se siente cómodo rodeado de periodistas, expuesto a preguntas que puedan resultar incómodas tanto por su contenido como por la respuesta que le obligen a dar. Por eso apuesta por hablar en pequeñas reuniones, con ambiente amable e informal, en las que la puesta en escena y la oratoria quedan en un plano secundario.

Ayer, asado con la plantilla

Agapito Iglesias acudió ayer a las 14.00 a la zona recreativa de la Ciudad Deportiva para degustar, en compañía de todos los mandos del club (incluido esta vez el director general, Gerhard Poschner), el asado que preparó la plantilla del Real Zaragoza.

Fueron más de dos horas distendidas, con un ambiente relajado y feliz por la consecución del objetivo de la salvación de la categoría. Durante este almuerzo campestre, se habló de fútbol, de anécdotas, pero no se tocaron -ni de refilón- los espinosos asuntos deportivo-financieros que tienen entre manos directivos, técnicos y jugadores en las últimas horas.