¡A la final de la Copa de Campeones! El Real Zaragoza juvenil se ha clasificado en el mediodía de este miércoles para la finalísima del próximo sábado (12.00) ante el Villarreal, después de un nuevo ejercicio colectivo mayúsculo y sin fisuras. Ya van 180 minutos en los que el meta Azón apenas si se ha visto apurado, y eso que delante ha tenido a dos de las canteras más potentes de nuestro fútbol. 17 años después de aquella primera intentona del año 2002, donde se perdió ante el Atlético de Madrid, se presenta una nueva oportunidad para ser el mejor juvenil de España, que en caso de salir favorable esta vez, traería el premio añadido de jugar la Liga de Campeones juvenil de la temporada venidera.

Los dos goles de la final (Puche y Sancho), en vídeo:

Cinco cambios introdujo Iván Martínez en el once inicial respecto a la alineación del lunes. Aunque los futbolistas son jóvenes, dos partidos en 48 horas pesan en las piernas, y más en un conjunto que trabaja sin descanso. Uno de los reemplazantes, Puche, iba a poner las cosas de cara en una jugada que inicia en banda izquierda, pegado a la cal, se va de dos contrarios con una facilidad pasmosa y desde el vértice del área, suelta un zapatazo imparable a la escuadra. Gol que cogió en frío a todos.

Tomó la responsibilidad el Celta, como no podía ser menos de quien debe remontar. Tocaban y tocaban los celestes, pero para derrumbar a este Real Zaragoza hace falta algo más. Aunque replegados, los blanquillos, hoy de un amarillo fosforito, estaban cómodos y sin pasar ningún apuro. Además, cuando se estiraron fue para hacer temblar los cimientos de Balaídos. Y es que Francés estuvo a un tris de igualar su éxito goleador de hace dos días atrás. Lo tuvo por partida doble, en un corner peinado por Vela, que cabecea en primera instancia, saca a dos manos Raúl García y en el segundo esfuerzo, estampa el tiro en el lateral de la red. Con más criterio, los zaragocistas seguían aproximándose, con un centro lateral de Puche que no encontró rematador y un posterior remate de primeras de Vela que se fue junto al palo.

Un corte de Álvaro Martín tras internarse Losada fue lo más peligroso que propusieron los anfitriones en una primera mitad en la que el Real Zaragoza supo jugar a la perfección sus bazas con la rápida ventaja adquirida.

Buscó meter más ritmo el Celta en la reanudación, pero la solidez defensiva de los de Iván Martínez seguía siendo de matrícula de honor. En una de las mínimas concesiones dadas, Álvaro buscó cambiar el panorama, pero Azón blocó abajo con seguridad. Amasaban los vigueses, pero los maños volvieron a poner en liza un fútbol mucho más práctico de cara al arco rival, y en un desborde de un Puche soberbio, imparable, la ponía rasa al corazón del área, para que Jaime, entrando como un cohete, situase el pase a la finalísima un poco más cerca.

Estos chicos son capaces de ir desesperando a cualquiera que se les pone delante, obligando, igual que sucedió con el Atlético de Madrid, a actuar con ansia a alguien que no está acostumbrado a actuar con ella. Tuvo su último momento para meterse en el partido el cuadro de Jorge Cuesta en un testarazo de Aldán, que no vio portería.

Emoción final, con el himno zaragocista sonando a capela por alguno de los padres asistentes como reconocimiento a un equipo soberbio, gigante, que está dispuesto a seguir escribiendo su propia historia.

Ficha técnica:

Celta de Vigo: Raúl García, Carreira, Álvaro, Barcia, Fontán (Domínguez, 74), Tiago (Aldán, 68), David Álvarez (Rodríguez, 81), Miguel (Revuelta, 89), Lautaro, Losada y Obama (Martín Rafael, 88)

Real Zaragoza: Azón, Francés, Álvaro Martín, Javi Hernández (John Otu, 74), Francho, Jaime (Rodrigo Val, 83), Castillo, Borge, Andreu (Quesada, 91), Puche (Jesús Jiménez, 89) y Vela (Benedet, 64).

Goles: 0-1, min. 2: Puche. 0-2, min. 65: Jaime.

Árbitro: Pastoriza Iglesias (Comité gallego). Amonestó a Álvaro, del Celta y a Javi Hernández, Castillo y Benedet del Real Zaragoza.

El DH Juvenil del Real Zaragoza, a tres partidos de jugar en Europa