El Teruel regresa al calor de Pinilla con la necesidad de romper la mala racha de resultados ante el Barcelona B. Cita histórica y esperada por los seguidores de la capital turolense. El segundo equipo de la entidad azulgrana disputará por primera vez un partido de liga en el feudo mudéjar. Compromiso para los locales que son conscientes de la importancia que plantean estos próximos 90 minutos. "Partido ante uno de los cocos de la categoría, pero que afrontamos con la máxima ilusión para ganar después de estar tres semanas sin sumar", declara Dani Aso, entrenador de la entidad rojilla.

Los aragoneses llegan a esta cita con un bagaje de una victoria como local y este domingo, a partir de las (17.00), intentarán cambiar esa dinámica negativa para hacer de su estadio un fortín. Si bien es cierto, los turolenses llegan a este encuentro con un triunfo cosechado el pasado miércoles en la Copa Federación a costa de La Roda. Resultado que sumado al choque de la ida les permite avanzar a la siguiente ronda de esta competición.

Tras la amarga derrota en Cuenca, los rojillos se mueven en puestos de descenso, circunstancia que atenúa más la importancia del partido aunque por delante tendrán un rival, especialmente difícil. Los azulgrana, bloque plagado de jóvenes promesas llamadas a estar en el fútbol de élite a corto medio plazo, tampoco están finos y encadenan tres semanas sin hacerse con el botín de los tres puntos. Si bien es cierto, los pupilos barceloneses se les está dando mejor jugar lejos de estadio, ya que acumulan tres triunfos y dos derrotas como visitantes.

La plantilla de Aso se aferra al factor campo y al apoyo de su afición para acabar con la falta de puntería a puerta. Un factor determinante que está lastrando al equipo vivir en posiciones más tranquilas.

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