El Sala Zaragoza, una apuesta hacia la élite

El conjunto de Jesús Muñoz disputará la promoción a Primera División contra el Colmenarejo madrileño después de proclamarse campeón de su grupo en la categoría plata. El club cumplió hace unos días 25 años de vida.

El Sala Zaragoza celebra el título tras el último partido de liga.
El Sala Zaragoza celebra el título tras el último partido de liga.
Sala Zaragoza

Hace muchos años que el fútbol sala femenino aragonés se desprendió de la élite. Con la desaparición del Zaragoza 2002 (Natudelia) en 2012 se cerró una época en la máxima categoría nacional. Ahora, otro histórico club parece dispuesto a derribar esa puerta que tanto tiempo ha permanecido cerrada. El Sala Zaragoza está a solo dos partidos de que el sueño se convierta en realidad. La eliminatoria del ‘play off’ de ascenso frente al Colmenarejo es el último obstáculo a superar después de terminar la liga proclamándose campeón por vez primera. El pasado 24 mayo la entidad que gestiona y dirige Jesús Muñoz cumplió las bodas de plata, pero el regalo puede ser de oro si allá por mediados de junio abrocha el curso siendo combinado de Primera División.

Siete temporadas han sido necesarias en Segunda División para presentarse ante un reto mayúsculo que puede acabar con el conjunto zaragozano entre los mejores equipos nacionales. Miles de entrenamientos y centenares de partidos se han sucedido durante todo este tiempo para dibujar un círculo que está a punto de cerrarse. “Tenemos que ascender y vamos a ascender. En nuestras cabezas existe ese convencimiento, siempre desde el total respeto al rival. Estamos muy tranquilas; sabemos lo que hay que hacer y cómo lo vamos a hacer”, revela Muñoz. La ida frente al segundo del grupo madrileño se disputará el 9 o 10 de junio en Madrid y la vuelta, el domingo 17 en el pabellón La Granja (12.30).

En el curso 2014/15 a punto estuvo el Sala Zaragoza de acceder a la promoción, pero entonces el Intersala le ganó la partida en el mano a mano por el título con un empate en la penúltima jornada que se tornó en decisivo. En el 'play off', salió cruz para Aragón. Ahora llega la oportunidad con un equipo de garantías. “Se ha gestionado muy bien la plantilla en función de una competición larga y dura”, valora Muñoz. 76 puntos en 30 jornadas de liga 163 goles a favor en un grupo con potentes rivales como Txantrea, Bilbo o Ferrol demuestran que es un conjunto temible y temido.

Bajo estos registros se esconde una jugadora que marca las diferencias desde que aterrizase a orillas del Ebro una vez iniciada la anterior campaña. La brasileña Rapha Martins ha celebrado 72 goles esta campaña, una barbaridad de talento y pegada al servicio de una escuadra que ha sabido dar un paso adelante. “El mérito es de una plantilla corta, aunque muy enchufada. La incorporación de Sarah también contribuyó a la consolidación, pero la clave es que las jugadoras de aquí dieron un plus, un salto de calidad y de experiencia”, analiza Muñoz.

En un deporte donde la cuestión económica tiene mucho que decir y donde no siempre un ascenso logrado en la pista se acaba de hacer efectivo después por la falta de apoyos, ese posible riesgo no parece flotar sobre un club que apostó por el profesionalismo. “Si ascendemos, lo afrontaremos. Económicamente es más difícil competir en Segunda que en Primera. También tendríamos que adaptar el equipo, pero la base la tenemos. Hay jugadoras de la casa que están fuera y que si volvieran nos harían sumar”, comenta el preparador y presidente. El camino ya lo abrió hace unos meses Lioba Bazán, que cambió Italia por ayudar a su equipo del alma a escalar ese peldaño que le separa de la máxima competición del fútbol sala español, de donde seis años atrás se despeñó el último representante aragonés, pero al que ahora trata de asomarse el Sala Zaragoza. La división de honor está a la vuelta de la esquina.

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