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Adiós a una vuelta de miedo

El Real Zaragoza ha ocupado puesto de descenso en 17 de las 19 jornadas, en 12 de ellas como colista, y ya ha cambiado de entrenador. Solo ha marcado 17 goles y Gabi, con 4, es su mejor anotador.

Fin del primer acto. La Liga se dobla por su mitad tras la disputa de la 19ª jornada y el calendario volverá a repetirse de nuevo en campo invertido. Cierto es que la victoria del Real Zaragoza el sábado pasado ante el Levante ha ayudado a ver el futuro con esperanza. Sumada al anterior triunfo como local, obtenido hace 15 días frente a la Real Sociedad, ha logrado edulcorar notablemente el amargo sabor que, un año más, está generando el equipo blanquillo a su afición desde que se inició el curso en agosto. Menos mal que se han dado estos dos resultados porque, de lo contrario, el horizonte pintaría negro a más no poder.

Y es que, pese a este doble síntoma de mejoría reciente, el Zaragoza ha completado una primera vuelta de auténtico miedo. Para que tiemblen las piernas de todo el zaragocismo ante lo que puede avecinarse en el futuro próximo. Ha sido una primera fase de la competición muy deficiente en su rendimiento, tanto globalmente como equipo, como individualmente en cada uno de sus futbolistas. Los números son cristalinos y no admiten grandes debates: el Zaragoza ha vivido en puestos de descenso en 17 de estas 19 jornadas, concretamente en las 17 últimas (solo estuvo fuera de la zona roja tras los dos primeros compromisos del torneo, cuando todo es más anecdótico porque la competición aún no ha roto). El equipo aragonés ha sido el colista más de media carrera: en 12 de las 19 etapas, llegando a ubicarse por momentos hasta a 4 puntos de la línea de supervivencia.

Solo ha ganado 3 partidos. La primera victoria, agónica, no llegó hasta la jornada 10ª ante el Mallorca. Y las dos siguientes, han sido las citadas, consumadas en las últimas semanas ante laReal (jornada 17ª) y el Levante (en la 19ª). Mientras tanto, el equipo se alimentó únicamente a base de empates, grano a grano, con una desesperante cadencia que le ha impedido sacar la cabeza del barro en ningún instante. Derrotas ante rivales directos como el Málaga (en La Romareda) o el Racing. La incapacidad de ganar a otros como el Hércules o el Sporting, ambos en casa, o el Almería y el Osasuna, han puesto en evidencia que este Zaragoza, de no reforzarse o mutar su solvencia, está abocado a unos riesgos extremos que podrían llevarle de nuevo a Segunda.

Como en las peores temporadas precedentes, Agapito ya se ha dejado a estas alturas un entrenador por el camino. Tras perder contra el Sevilla en La Romareda en la jornada 11ª (el equipo acababa de ser apeado de la Copa del Rey por el Betis de Segunda División), José Aurelio Gay -junto a su ayudante Nayim- fue despedido fulminantemente. Javier Aguirre ha tomado el relevo que, con los antecedentes que presenta el Real Zaragoza moderno, nunca se sabe si será el último antes de mayo. Pese a que el equipo ha mostrado una visible mejoría de resultados en el último mes (trufada con fiascos mayúsculos como el de Cornellá-El Prat), el mexicano no ha logrado sacar a equipo de las arenas movedizas del descenso en los 8 partidos que ya lleva al mando, tarea ardua que necesitará probablemente sangre, sudor, lágrimas y largo tiempo de sufrimiento a través de los próximos cuatro meses.

Plantilla sin recursos y sin gol

El paso del ecuador ha revelado la poca capacidad de maniobra técnica que ofrece la actual plantilla, que con Uche y Laguardia fuera de juego por sus largas lesiones, está compuesta por solo 20 hombres. Tanto Gay, al principio, como Aguirre, después, trabajan con una enorme limitación de recursos tácticos por pura cuestión numérica, al margen de los agravantes relativos a la calidad de muchas de las piezas del mecanismo que prepararon en verano, nuevamente, Pedro Herrera y Antonio Prieto, los responsables del área deportiva de la entidad todavía. Salvo tres breves apariciones de Kevin Lacruz en los balbuceos del torneo, la cantera no es tenida en cuenta como alternativa válida. El equipo B, sin ningún brillo en la débil Tercera División aragonesa, no tiene la utilidad que debería en momentos de tanta necesidad.

De todos los déficit del equipo, destaca sobremanera la falta de gol. Solo 17 tantos ha marcado el Zaragoza en 19 partidos. No hay más que decir. De ellos, 6 inútiles en las derrotas, sin ningún rédito. El máximo anotador del equipo es el medio centro Gabi, con 4 dianas, tres de ellas de penalti. Tampoco hacen falta más comentarios.

Lo mejor de este primer tramo es que concluye con el Zaragoza en su mejor momento de resultados. Es cuestión de no mirar atrás.