SD HUESCA

A salir del pozo

El Huesca se encuentra por primera vez en zona de descenso desde que ascendió a Segunda. El sábado, frente al Levante, es la primera oportunidad para remontar el vuelo.

La SD Huesca hace piña antes del pitido inicial frente al Salamanca, el pasado sábado.
A salir del pozo
José Manuel García

La Sociedad Deportiva Huesca mira la clasificación de Segunda y no se asusta. Al contrario, hace acopio de fuerzas y apela a la reacción después de que este fin de semana se cayera a los puestos de descenso por primera vez en esta nueva etapa en la categoría de plata. Apela a la unidad de todos los estamentos y al optimismo como bandera. La lucha por la permanencia va a resultar más encarnizada si cabe que el año pasado y en el ánimo cunde el optimismo. La 19ª posición en la tabla, cuartos por la cola, pesa, pero puede resultar efímera.

 

Para ello, se habla desde varias semanas atrás de conservar la calma y, ante todo, del trabajo. De entrenarse y preparar los partidos como hasta ahora. Ese es el discurso que se emplea por parte de técnicos y futbolistas, sabedores todos ellos de que se trata del único camino hacia la victoria, hacia el alivio. La Liga es un pañuelo y funciona a dos velocidades. La de abajo, la que atañe al Huesca, presenta hasta a diez escuadras separadas por dos puntos. Por eso se observa el encuentro del sábado ante el Levante en El Alcoraz (18.00) como una ocasión que no se ha de dejar escapar. Cuanto menos se esté en descenso, mejor. Hay que remontar el vuelo. Eso está por encima de los debates acerca de la falta de gol, a los que solo el tiempo y los resultados pueden dar o arrebatar razones.

 

La victoria del estreno en el Martínez Valero de Elche (0-2) despertó las ilusiones hacia un bloque al que después le ha resultado imposible reencontrarse con el triunfo. Lo ha merecido en varias ocasiones y ha sido tan bueno o mejor que su rival. Pero ha faltado esa fortuna, acierto o lo inaprensible del fútbol, como se le quiera llamar. El arranque se acompañó además de la victoria en Copa, en los penaltis, para después igualar con Las Palmas en el debut en El Alcoraz (1-1). En la tercera jornada, otras tablas en Murcia (1-1). A partir de entonces, el receso.

 

El Nástic propinó la primera derrota (0-1), un estado de 'shock' que se prolongó una semana más tarde en Anoeta (2-0). La Real Sociedad y el conjunto tarraconense no fueron, en líneas generales, superiores al equipo que entrena Antonio Calderón. El calendario designaba dos choques consecutivos en casa, con conjura para lograr los seis puntos frente a Girona y Numancia. Con los catalanes se completaron probablemente los peores minutos del año, pero al menos se empató (2-2). Ante los sorianos, otra igualada de raíz muy diferente. Meritoria. Por último, el sábado en Salamanca los altoaragoneses volvieron a ofrecer su apuesta por el fútbol. Tal vez, en una versión mejorada con respecto a las semanas anteriores. El desenlace (2-1) fue cruel, aunque no tanto como el balance final de la jornada.

Los puntos de los rivales

Asumido que, hasta la fecha, la batalla del Huesca le enfrenta con los clubes de las últimas posiciones de Segunda, hay que atribuir una posición privilegiada al conjunto oscense. Al menos, se puede hablar de ventajas. Dos equipos, Elche y Castellón, ya se han visto forzados a destituir a sus entrenadores originales, Claudio Barragán y David Amaral, respectivamente. Al menos, se han dejado notar esos golpes de timón mientras hay otros nombres discutidos como los de Eusebio en el Celta y Cristóbal Parralo en el Girona.

 

Y es la diferencia de goles general la que ha sumido al Huesca en el descenso, pues también con siete puntos se halla el Murcia, que le precede en la clasificación. Las diferencias son tan escasas, los matices tan pequeños, que un triunfo sobre el Levante podría catapultar al cuadro altoaragonés hasta casi la mitad de la tabla. El próximo fin de semana se producen además varios enfrentamientos directos: Villarreal B-Castellón, Cádiz-Real Unión y Las Palmas-Albacete. Un gran paso que, sin embargo, no marcaría grandes distancias.