CICLISMO

A Ranillas sin champán

El francés Florent Barle se impone en la Vuelta a los Pirineos tras una última etapa sin sobresaltos. Zugasti, sexto, primer español.

Distribución final de los maillots de la cuadragésimo primera Vuelta Ciclista a los Pirineos.
A Ranillas sin champán
HERALDO

No hubo brindis con champán. Pero la tranquilidad con la que Florent Barle cruzó la meta en la última etapa de la Vuelta a los Pirineos bien pudo recordar a los tramos finales del Tour de Francia, cuando la ronda gala pisa los Campos Elíseos sabedora de que no se producirán tumbos en la parte alta de la clasificación general.

El recorrido de ayer, el que unió Huesca y Zaragoza para poner fin a la cuadragésimo primera edición de la ronda transpirenaica, se recorrió con soberana tranquilidad. Y eso que entre el maillot amarillo, Florent Barle, y su perseguidor, Przemyslaw Niemiec, solo había ocho segundos de diferencia en la general. Las bonificaciones de las metas volantes o las de una posible llegada al sprint podrían haber provocado un vuelco. Pero a Barle nadie le puso en apuros. Como si hubiese un pacto de caballeros. Como si nadie osase contradecir lo dictado por la alta montaña.

El descenso desde la capital oscense hasta la zaragozana fue, por tanto, casi un paseo para el líder y campeón. Barle, Niemiec y Eijssen -tercer aspirante al amarillo- rodaron como parte de un pelotón sigiloso, víctima de muchos kilómetros y cansancio en las piernas. Solo un grupo de diez escapados, integrado por corredores de escaso protagonismo en las tres jornadas anteriores, luchó por las metas intermedias y por llegar al tramo final en Zaragoza con ventaja para pelear por el triunfo de etapa.

Niemiec y sus compañeros del Miche italiano no le buscaron las cosquillas al escalador del AVC Aux en Provence. Sí que se batalló en el grupo de escapados. El noruego Filip Eidshiem, del Sparebanken, se impuso en línea de meta al sprint. La cabeza de carrera, de la que formó parte en todo momento, llegó a poseer tres minutos y medio de ventaja sobre el pelotón. La diferencia se redujo llegando al circuito instalado en la Avenida de Ranillas, pero el ímpetu de los escapados pudo con el empuje del grueso de los corredores. En los pedaleos finales, el nórdico anduvo más fino.

A un minuto llegaron juntos y sin inmutarse los tres primeros de la general. Barle cruzó la meta de amarillo. Desde 2002, la ronda francoespañola se encontraba huérfana de un triunfo galo. El del AVC Aux en Porvence fraguó su título tras la locura del Tourmalet, en el Puerto de Bielsa y en el de Palo. Ayer, en la etapa menos dura, no tuvo que defenderse. Se dejó llevar y entró por la puerta grande en el palmarés de vencedores de esta carrera.

"Me gustaría que esta victoria sirviese para disputar el Tour de Francia el año que viene". Deseo en voz alta del ganador, que (como otros tantos del pelotón de esta Vuelta a los Pirineos) tiene ante sí un prometedor futuro. Hay corredores que tienen buena pinta. Y otros que la tienen magnífica. A la selección belga le han regalado piropos de todas las clases. Unos chavales -todos sub 23- llevaron a este combinado a alzarse con el título de mejor equipo, galardón merecido para el grupo más joven del pelotón.

El poderío de la experiencia

La Vuelta Ciclista a los Pirineos volvió a ser una perfecta combinación de profesionales y amateurs; también de juventud y veteranía. Los belgas demostraron su potencial futuro e Ibon Zugasti, primer español en la general, el poderío que da la experiencia. El vasco, de 37 años, dio un recital. Superó los calambres que le retiraron de la escapada en la subida a Saint Lary Pla d'Adet y firmó el sexto de la general. Además, se llevó el maillot verde al mejor corredor español. "Eso lo de menos, algo secundario, aunque realmente es una muestra de que he estado bien. Pero me quedo con el sexto puesto en la clasificación general. Es mucho más importante. Sabía que llegaba a esta prueba en un buen momento, pero me ha sorprendido el nivel que he dado desde la primera etapa. Esta carrera es una salvajada. He sabido sufrir ante rivales de mucho nivel. Por eso, me voy muy satisfecho", comentó el del Acysa navarro.