REAL ZARAGOZA

Pulso al Hércules

Paulo da Silva debuta en una convocatoria de Aguirre. Esteban Vigo pierde a Valdez y Drenthe, y recupera a tiempo a Trezeguet.

Sinama-Pongolle, Da Silva y N'Daw antes de embarcar hacia Alicante.
Pulso al Hércules
ARáNZAZU NAVARRO

¿Quién lo hubiera dicho hace poco más de un mes? A la vuelta de la navidades, cuando la ceniza del descenso ahogaba los pulmones del Real Zaragoza. El equipo de Aguirre miraba a la Real Sociedad y se fijaba enero como una oportunidad para la vida. A 500 kilómetros en diagonal sudeste, en Alicante, el Hércules transitaba entre la normalidad deportiva y la ambición europea. Se respiraba tranquilidad, una calma provocada por la lejanía de la zona crítica. El Zaragoza, por ejemplo, se sumergía a 9 puntos de distancia. Ahora todo ha cambiado. Los números, el nivel de juego, las impresiones, las expectativas... Es el fútbol y su material imprevisible. Cuando el Zaragoza se ponga esta tarde enfrente del Hércules (17.00/PPV), le habrá remontado en 6 jornadas 10 puntos. Hoy, la pelea es entre iguales.


La dinámica decadente del Hércules le construye al partido un contexto propicio, al menos apetecible, para el Real Zaragoza. Los de Aguirre siguen en proceso de crecimiento. Primero, fueron los resultados, un estirón competitivo trazado durante el mes de enero y que recompuso todas las perspectivas anímicas y deportivas del equipo. Ahora, la progresión, algo más cadenciosa y moderada, la marca la línea del juego. Contra el Racing de Santander, el Zaragoza ejecutó un partido satisfactorio en el fútbol. También lo hizo una semana antes en Málaga. Veremos en el Rico Pérez cuál es su interpretación... Una victoria frente al Hércules abriría aún más la óptica de la permanencia del Zaragoza, reafirmaría su apreciable evolución y, si los resultados ajenos sonríen, permitiría reabrir la brecha de puntos con la zona de descenso. Para eso está febrero, como dijo entre semana Contini, para sacarle varios cuerpos de ventaja al peligro.


El valor del Zaragoza en el partido de hoy es su estado actual. Aguirre ha rebozado al equipo de una piel competitiva, ahora puede retar con solvencia a sus iguales, a conjuntos de nivel parejo. El Hércules se encuentra en ese grupo de nueve u once equipos. Si acaso, las dinámicas, tan influyentes siempre, elevan al Zaragoza unos centímetos sobre el rival. El Hércules no gana un partido desde que goleó (4-1) al Atlético de Madrid el 9 de enero. Desde entonces, ha encadenado cuatro derrotas y ha sido incapaz de marcar un gol. Su sequía es alarmante, más si se observa el prestigio de sus dinamiteros, Trezeguet y Valdez. El Hércules presenta un curioso comportamiento goleador. Es impulsivo: en los últimos 11 partidos se quedó sin marcar en 8, pero siempre que lo hizo ganó y goleó (3-1 al Levante, 4-1 al Málaga y 4-1 al Atlético). Además, empató uno y perdió 7, recesión que lo acredita como el peor equipo de 2011. Si el Zaragoza precinta la portería, avanzará hacia la victoria.


El Boquerón Esteban contará con Trezeguet finalmente, pero pierde activos importantes para el partido. Además del fatigoso Paco Peña en el lateral izquierdo, su perfil ofensivo se descapitaliza notablemente sin Valdez, que no se recuperó de sus molestias musculares, ni Drenthe, polemista en los últimos tiempos y que se quedó fuera por una rotura fibrilar de última hora. Al Hércules, le envuelve el ruido constante, los impagos, los procesos judiciales sobre corrupción de sus dueños o ahora las dudas sobre Esteban. Un cúmulo de circunstancias que le han afectados más de lo que lo ha hecho en el Zaragoza toda la tormenta extradeportiva instalada en las últimas semanas en su periferia.


El vestuario de los de Aguirre, en cambio, se ha impermeabilizado del azote económico e institucional, cuestión que engorda el mérito de su reacción. Otros son la artesanía táctica y psicológica de Aguirre, que removerá mínimamente el equipo para enfrentarse al Hércules. Da Silva entra en la lista de convocados por primera vez y sigue en ella N'Daw, los dos refuerzos invernales que esperan en el vestíbulo a causa del buen momento de la pareja de centrales Jarosik-Contini, y de la espléndida barredora de Ponzio. La novedad vendrá del lado de Obradovic. Bertolo y Lafita serán los flancos ofensivos. Braulio se ha agarrado al once con su espíritu combativo y agitador.


El Zaragoza busca reforzar su identidad y subir un escalón más en resultados y juego. Le separa un pulso con Hércules, un Hércules enfermado, pero imprevisible, capaz de enseñar el músculo y la vena en cualquier momento.