BARCELONA 33-CAI ARAGÓN24

La historia interminable

Un digno CAI Aragón vuelve a caer en el Palau Blaugrana. El Barça encadena ante un equipo aragonés inferior su decimonovena victoria consecutiva en la Liga Asobal.

Alberto Val se levanta para soltar el brazo
La historia interminable
ARáNZAZU NAVARRO

Tengo un amigo inglés que de cuando en cuando conecta el vídeo y ve repetido el gol de Nayim en la final de la Recopa. Cree que igual un día sus deseos alterarán la realidad reiterada y la pelota dará en el larguero, y que luego habrá penaltis y David Seaman hará campeón al Arsenal. Yo ya hace un lustro que me jugué un bocadillo de albóndigas con él a que Nayim no le pegará a la madera tras cualquier rebobinado. Creo que jamás le tendré que pagar tan humilde condumio al hijo de la Gran Bretaña. A mi amiga Piluca le pasa igual. Hace diez años y pico fuimos al cine a ver juntos la película 'Titanic'.


Después, cuando le place, me invita a su casa a verla de nuevo. Yo diría que quiere escrutar más a Leonardo di Caprio que a mí, pero bueno... El caso es que la gran ilusión de Piluca es ver la pelicula 'Titanic' y que el Titanic no se hunda. Yo creo que, como el amigo inglés, tampoco lo divisarán sus ojos. De todas formas, pienso que seguiré quedando con Piluca a escuchar la linda musiquilla de Celine Dion. También seguiré yendo a ver mientras pueda al CAI Aragón al Palau Blaugrana para contarles a ustedes que, igual que el gol de Nayim entra en todas las repeticiones o que el Titanic se vuelve a hundir en el fondo del océano, el conjunto aragonés perderá en el Palau Blaugrana, por muy digno partido que haga, como el de anoche.


Nada cabe reprocharle al Barça. Tienen mucho más dinero que los demás en fútbol, muchísimo más dinero que el resto en baloncesto, y bastante más que muchísimo más dinero que todos los demás, salvo el Ciudad Real, en balonmano. Hace unos días fue noticia cuando el equipo de Guardiola empató. El equipo de baloncesto incluso ha perdido algún choque en ACB. Los de balonmano, el caso que nos ocupa, no: han ganado los 19 que han disputado en Asobal. Ayer le tocó derrotar al CAI Aragón. Insisto en que la gente del Barça es educadísima, que en la puerta del Palau Blaugrana te están esperando con la acreditación, que luego una señorita de rubia cabellera incluso te ayuda a instalarte en la zona de prensa mientras el resto de periodistas te dan una palmadita en la espalda y de forma sutil te preguntan por cuánto vas a caer. No sé qué decirles, queridos lectores, que quizás suene a iluso, pero considero que para el deporte sería sano que un día alguien se atreviera a transgredir este orden y venciera en el Palau. Hace dos años casi lo contamos en estas mismas páginas. Ya me he quedado calvo y me temo que no habrá otra oportunidad semejante.


Hay que decir que el Barça ganó con justicia, que fue mejor en fondo y forma al CAI Aragón. No nos podemos quejar de nada, ni de los árbitros: notable arbitraje de los hermanos Gude Prego. No podemos pensar, como hace unos años, en qué habría pasado si Beno Lapajne se hubiera levantado con otro pie de la siesta. Ayer el conjunto naranja cayó después de que Iñaki Malumbres firmara un partido soberbio, al mismo nivel que el Daniel Saric cotidiano. Y eso que los de Ortega tomaron la salida muy centrados. Arrancó el CAI Aragón con Casanova, Grebenar y Maqueda en la primera línea; con Amadeo y Cartón en los extremos; con Alberto Val en el pivote; y con Malumbres al cuidado del portal. Sobre este dibujo inicial, no hubo que escribir rotación defensiva alguna. Tampoco hizo falta, pues si alguna fortaleza exhibió el conjunto aragonés, fue cierta solidez defensiva. Se mostró inicialmente solvente el sistema defensivo seis-cero, subrayado por un felino Malumbres, fantástico tanto en los lanzamientos desde la periferia como a quemarropa desde el pelotón de fusilamiento de los seis metros. Cartón abrió el marcador desde la línea de penalti. El Barça se estrelló por tres veces contra Malumbres. Pasaron cuatro minutos hasta que los catalanes hicieron gol. Hecho el primero, comenzaron a penetrar con una autoridad insultante. Nagy fue un huracán. En el minuto 7 ya ganaban 4-1. En el minuto 11, Ortega pidió el primer tiempo. El CAI ya caía por 6-2. En ese mismo instante, mientras Mariano demandaba una reacción, comencé a redactar esta crónica. Tuve que detenerme en el minuto 40, cuando Demetrio Lozano hizo subir al marcador el 22-20. Emoción transitoria. Un guiño de Di Caprio. Aunque en verdad, esta película no es 'Titanic', sino 'La historia interminable'. Continuará el día 6 ante el Ciudad Real. Todos esperamos que, por fin, sea distinto.