MEDICINA Y DEPORTE

25 años mimando a los deportistas

reportaje El Centro de Medicina del Deporte vela desde 1985 por la salud de sus numerosos pacientes, que gracias a este servicio pueden mejorar su rendimiento.

Un deportista de alta montaña se sometió ayer a varias pruebas médicas.
25 años mimando a los deportistas
GOBIERNO DE ARAGóN

Cientos de futbolistas, atletas, tenistas, jugadores de baloncesto y ciclistas han puesto a prueba sus límites en las instalaciones del Centro de Medicina del Deporte a lo largo de los últimos 25 años. Desde su fundación, allá por 1985, más de 6.000 deportistas de alto rendimiento han pasado por este servicio dependiente del Gobierno de Aragón, que en total ha realizado casi 16.000 reconocimientos.

Aunque sin tarta ni velas de cumpleaños, Maite Aragonés -directora del servicio- y su equipo recibieron a la consejera de Educación, Cultura y Deporte de la DGA, María Victoria Broto, que destacó el esfuerzo del Ejecutivo por fomentar el deporte -tanto de base como de alto rendimiento- y alabó la incansable labor de este veterano centro, por el que cada año pasan alrededor de 800 personas que practican deporte de competición.

En estas instalaciones atienden tanto a equipos enteros -ya han pasado por sus instalaciones los jugadores del Real Zaragoza, el CAI Zaragoza o el CAI Balonmano Aragón- como a personas que practican deportes individuales -atletas, ciclistas, esquiadores, tenistas...-, a quienes se les somete a reconocimientos médicos, cineantropométricos y valoraciones funcionales para potenciar sus habilidades y conocer su estado físico.

Salud y planificación deportiva

"Además del reconocimiento médico, el objetivo de este centro de medicina es ayudar a todos sus pacientes a planificar su actividad deportiva para conseguir mejorar su rendimiento", aseguró Broto. Ayer, les tocaba el turno a tres deportistas de alta montaña, por lo que la consejera pudo observar cómo se les sometía a un reconocimiento que incluía, además de las pruebas médicas, otras de valoración funcional.

De esta forma, además de velar por la salud de los pacientes, estos profesionales obtienen una serie de resultados que se pueden aplicar al entrenamiento. "Por ello estamos en constante comunicación con los preparadores físicos de los equipos y atletas a los que tratamos", asegura Aragonés, quien destaca que los mayores avances de los que se ha beneficiado el centro han sido los informáticos. "Ahora podemos ver los datos que arrojan las pruebas en directo. Cuando el deportista sale de la ducha ya le hemos preparado los resultados y recomendaciones", garantiza la directora.

Además, las pruebas son totalmente personalizadas y diferentes según las características del paciente y la modalidad en la que está especializado. "A cada deportista se le valora mientras realiza un esfuerzo similar al que lleva a cabo en sus entrenamientos y competiciones. En algunas ocasiones incluso hemos llegado a hacer reconocimientos sobre el terreno, por lo que nos hemos desplazado al Pirineo con esquiadores, al embalse de Mequinenza con piragüistas o a un velódromo para estudiar a ciclistas", explica Maite Aragonés.

Gracias a sus 25 años de experiencia, esta institución ha servido de referencia para la creación de otros centros en diferentes comunidades autónomas. No es para menos, pues cuando se fundó solo existían dos servicios similares, uno en Madrid y otro en Barcelona. "En los Juegos Olímpicos de 1992 los otros dos centros estaban saturados, así que muchos deportistas se desplazaron hasta Zaragoza para que les realizáramos los reconocimientos", recuerda Aragonés. Por aquel entonces, el Centro de Medicina del Deporte estaba situado en el paseo de Mariano Renovales, junto al Parque Grande de Zaragoza. No sería hasta 1995 cuando este equipo médico -actualmente compuesto por la directora, dos médicos, dos enfermeros y un administrativo- se desplazó hasta su actual ubicación, en el Parque Deportivo Ebro, donde han desarrollado la mayor parte de su trabajo.