Enrique Marco: "Aragón es una de las comunidades punteras por su historia del motor"

El periodista publica 'Historia del automóvil en Aragón', un libro donde repasa los hitos claves en la evolución del coche. 

Marco, en Mobility City, con el libro que edita la Asociación Aragonesa de Clásicos Deportivos.
Marco, en Mobility City, con el libro que edita la Asociación Aragonesa de Clásicos Deportivos.
Toni Galán

¿Cuál es el primer hito en la historia del automóvil en Aragón?Desde el punto de vista industrial, el nacimiento en 1955 de la empresa zaragozana Nardi Española que, en sus talleres de Fernando el Católico, transformaba los Seat 600 que venían de Barcelona en auténticos bólidos, aunque eso sí, cinco veces más caros. Luego construyó el deportivo 750 D. S., del que se hicieron en la década de los 50 del siglo pasado 19 unidades. De la belleza de este modelo da idea la compra de una unidad con matrícula Z-44473 por un coleccionista griego con el que participó en el concurso de elegancia más prestigioso del mundo, el Villa d’Este, celebrado en el lago de Como.

¿Quién estuvo detrás de Nardi?El piloto zaragozano Pelayo Martínez, socio de Enrico Nardi. Fue el primer ganador de las carreras de Alcañiz y batió el récord de velocidad en Europa.

Y después...En 1960, nació Viasa, que fabricó con licencia estadounidense el Jeep Willys en los Talleres Carde y Escoriaza. La empresa llegó a tener más de 1.400 trabajadores. En 1968, Viasa montó en exclusiva el Jeep Comando, capaz en el campo, pero también refinado para disfrutar del ocio. Sin duda, fue el pionero de los SUV tan de moda hoy.

En 1982 nació General Motors en Figueruelas.La GM, hoy Stellantis, ha sido el mayor éxito industrial del automóvil en la Comunidad, aunque tanto Ford como Seat estuvieron antes a punto de instalarse en la ciudad.

¿Qué lugar ocupa hoy en la historia del coche Mobility City?Juega un papel fundamental porque abarca también el concepto de movilidad. Aporta un debate fundamental sobre la evolución y el futuro del automóvil, que camina hacia la electrificación y la conducción autónoma.

¿Corre gasolina por las venas de Aragón?Somos de presumir poco, pero esta es una de las Comunidades punteras en motor. Basta con recordar las carreras del circuito de Alcañiz, la Baja –considerada como el Dakar europeo– o Motorland, que como circuito en sentido estricto es uno de los mejores del mundo.

Su primer clásico fue un Alfa GTV.Fue una ilusión de juventud. Con él me apunté a la Asociación Aragonesa de Clásicos Deportivos (AACD), donde empecé a disfrutar de las rutas y a conocer algunos destinos en buena compañía.

¿Ser coleccionista es caro?Hace 30 o 40 años, ser coleccionista se identificaba con ser rico. Hoy ya no, porque hay más dinero y coches más accesibles que entonces.

¿Gustan los históricos?En Aragón tenemos buenas colecciones y piezas muy especiales. Algunas, por ejemplo, se exponen hoy en Mobility City. La Asociación trabaja para difundir esta afición. En el Rally de las hospederías hemos llegado a contar con Bugattis o Hispano Suizas recorriendo nuestras carreteras, lo que tiene mucho mérito. Es un motivo de orgullo.

¿Qué clásicos tienen en la Asociación?Algunos, un Ferrari o un Rolls Royce, pero otros un 2 CV. Admitimos a todos los propietarios por igual.

Para algunos puristas del motor, al coche eléctrico le falta rugido, olor a gasolina...Todos los que conozco son reacios al eléctrico, pero una vez que los pruebas puedes disfrutar mucho con su conducción, tanto por su empuje como por su dinámica. Es un tema más de nostalgia y sonido que de experiencia real.

Los ayuntamientos apuestan por sacar al coche del centro de la ciudad. ¿Acabará definitivamente fuera?De hecho, ya está saliendo, tanto por las limitaciones como por la desincentivación de su uso.

El precio de los coches ha subido un 30% desde la pandemia. ¿Es hoy un objeto de lujo?Hoy, igual que en las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado, es menos accesible.

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