deportes

Mucho más que una carrera: "El cariño de los niños de Kabacoto es increíble"

Los zaragozanos de 100 Pies acaban de regresar de Senegal, donde han organizado una nueva edición de la carrera solidaria ‘Niños de África’.

Los aragoneses de 100 Pies, durante su viaje a Senegal.
Los aragoneses de 100 Pies, durante su viaje a Senegal.
100 Pies

Están acostumbrados a organizar decenas de carreras en localidades de lo más diversas, pero esta es la más especial. Los zaragozanos de 100 Pines acaban de regresar de Senegal, donde han organizado una nueva edición de la carrera Niños de África. La prueba de atletismo es una especie de bondadosa excusa que aprovechan para ayudar a los niños y familias de Kabacoto, un pequeño poblado aislado en este país africano.

Cientos de niños se visten con camisetas fosforitas y dorsal, se preparan en una línea de salida con arco hinchable y corren como alma que lleva el diablo en busca de la victoria. Aquí sería una carrera infantil más, pero en un poblado africano alejado de la ciudad y sin apenas servicios, el acontecimiento es de una magnitud extraordinaria. “Para ellos es una felicidad absoluta. Es como si estuvieran en un espectáculo. Poner el arco de meta, la megafonía, las camisetas que llevan, los juegos de globoflexia que les hacemos… Sus sonrisas son increíbles”, apunta Sergio del Barrero, presidente de 100 Pies.

Su llegada es todo un acontecimiento, un momento esperado tanto para los niños del pueblo como para el resto de vecinos, autoridades incluidas. “Nos esperan como si fuera la cabalgata de Reyes. Salen al camino y nos gritan ¡toubaco, toubaco!, que significa “blancos”. No es despectivo, lo dicen para avisar a todo el pueblo que hemos llegado. El cariño es increíble. Hay niños que nos tocan la piel porque no han visto nunca ningún blanco”, apunta Del Barrero.

La carrera, que este año ha cumplido su sexta edición, está marcada en rojo en el calendario de la comarca. Tanto que este año se han acercado a verla no solo el alcalde y los notables del poblado, sino todos los alcaldes de las poblaciones de alrededor y hasta el ministro de Educación del país. Los seis zaragozanos que se han desplazado hasta Senegal han vuelto con un título equiparable a lo que sería Hijos Adoptivos de esta zona de África. “Nos dieron también un cafca -túnica-”, recuerda Del Barrero, quien señala que se han sentido “muy reconocidos” por su labor.

La presencia de una autoridad educativa no es casual, ya que todo este proyecto solidario surgido en torno a la carrera permite ayudar, principalmente, al colegio de Kabacoto. Con la ayuda recopilada, durante estos años se han ido arreglando varias de sus aulas. El objetivo este año es crear una de informática, algo casi impensable en un poblado como este. Cuando esté arreglado el espacio, 100 Pies mandará 30 ordenadores. En este viaje, han llevado cuatro de forma simbólica.

Del Barrero apunta que en el poblado las familias “no pasan hambre”, gracias a su trabajo diario en la agricultura y en la ganadería. El problema es que “faltan servicios básicos” en el poblado, y que sus habitantes tienen alimento, pero no manejan dinero. “Si tienen problemas sanitarios y tienen que pagar, deben tirar de familiares que viven en Europa o en las ciudades”, explica.

¿Cómo acabó un grupo de zaragozanos organizando una carrera en este remoto lugar? El presidente de 100 Pies explica que uno de los socios de esta entidad, Amath Deme, es de Kabacoto: “Cuando iba a ver a su familia le regalábamos las camisetas que nos sobraban de las carreras que organizamos. Luego nos mandaba fotos y siempre salían niños sonrientes con esas camisetas fosforitas… Le dije, medio en broma, que un año iría a hacer una carrera a su pueblo”.

La broma se convirtió en realidad, Del Barrero fue un año de vacaciones para conocer el lugar de origen de su socio y, con la excusa, llevó cuatro cintas y cuatro camisetas para hacer algo informal. Esta carrera improvisada ha ido creciendo año tras año hasta convertirse en todo un evento. “Fuimos de vacaciones y nos dieron tanto que me comprometí a volver todos los años. África es un saco sin fondo, por mucho que dieras siempre faltarían cosas, pero se puede hacer mucho”, apunta. En ese sentido, cree que “no podemos arreglar un continente entero, pero sí pueden mejorar la vida de unas pocas personas”. “Somos pequeñas personas que, con una pequeña colaboración en un pequeño lugar, hacemos que cambie el mundo”, dice.

Aunque el aspecto deportivo sea el menos importante, Sergio del Barrero aprecia en esos niños de Kabacoto esa facilidad especial que tienen los africanos para correr: “Yo trabajo mucho la biomecánica y se les ve perfectamente una zancada que, sin practicar atletismo, tiene una técnica muy buena. La forma de pisar, de entrar, la cadera alta… tenemos fotos en las que impresiona esa forma de correr innata. Además muchos corren descalzos por tierra con piedras… nosotros nos pincharíamos”.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión