esquí
Celia Abad cierra la Universiada con sabor agridulce
La esquiadora no pudo terminar el eslalon al ser descalificada en la segunda manga, pero se marcha con dos medallas.
La esquiadora aragonesa Celia Abad cerró este viernes su participación en los Juegos Mundiales Universitarios de Lake Placid (Estados Unidos) de manera agridulce, pues no pudo completar la prueba de eslalon y fue descalificada en la segunda manga. Un resultado que no empaña un magnífico resultado con dos metales de vuelta a España: la medalla de oro en la prueba combinada y el bronce en el supergigante, su especialidad. Un hito en la carrera de esta joven deportista de 22 años y que de regreso a Europa continuará con un calendario diseñado para acometer el siguiente gran reto, la participación en los Juegos Olímpicos de Milán-Cortina d’Ampezzo (Italia) en 2026.
Abad quería terminar su concurso en suelo estadounidense subiéndose por tercera vez al podio pero se encontró, en primer lugar, con la dificultad que impusieron la mala climatología y una escasa visibilidad. La oscense se tuvo que conformar con la 18ª plaza en la primera manga. Tras el primer paso de referencia ya había cedido más de un segundo respecto a las mejores y terminó con un crono de 1.00.16, a poco más de tres segundos de la primera clasificada, la italiana Carlotta Marcora, que repetiría después para imponerse en esta cita.
En la segunda manga, la aragonesa estaba obligada a arriesgar para recuperar posiciones y pagó esa precipitación con la eliminación cuando había consumido poco más de un minuto de tiempo por no ceñirse al paso marcado en el itinerario.
Después de haber conseguido en su debut del sábado 14 de enero un bronce en supergigante y de haberse colgado un histórico oro el pasado lunes en la combinada, la oscense afrontó su tercera prueba en la montaña Whiteface, el gigante, la modalidad en la que más cómoda se siente. El sueño del podio se desvaneció en la primera de las dos mangas al no poder terminar por una salida de pista. En el primer punto cronometrado marcó el 19º mejor tiempo antes de que sufriese un percance del que no hubo que lamentar consecuencias.
