El Sierra de Armantes, el duatlón cros que abrió camino y sobrevivió a la crisis
La cita bilbilitana, que celebra su 30 aniversario, fue la precursora de la disciplina en España y es parte del circuito de la Copa Aragonesa. Las inscripciones siguen abiertas hasta el 2 de noviembre.
La carrera del Duatlón Cros Sierra de Armantes arrancó un 20 de diciembre de 1992 y, asemejándose al desarrollo de cualquiera de los dos parciales que lo componen, ha pasado por los inevitables altibajos: de ser pionero y formar parte del Campeonato de España a rozar el 'desfallecimiento' con la crisis económica de 2009 y sobreponerse al parón obligado del coronavirus. Lo cierto es que casi 30 años después –y 29 ediciones desde entonces- sigue su paso firme. El siguiente capítulo lo abrirá este sábado como una escala más de la Copa Aragonesa.
"Ser la prueba más antigua de España y de Europa en su categoría es toda una responsabilidad. No solo es organizar una carrera", confiesa Juan Carlos Gutiérrez, presidente del Club Duatlón Calatayud, entidad que encabeza hoy la organización junto al Ayuntamiento y la Federación Aragonesa de Triatlón y que tomaron el relevo del Club Ciclista Bilbilitano, la ADA Atlética Bilbilitana y Deportes Cronos. "Llegaron a venir personas de otras partes de España para ver cómo lo hacían", indica el actual cabeza visible de un equipo que cuenta con una extensa red de colaboradores.
En aquel arranque se sumaron 74 inscritos de Zaragoza, Lérida, Barcelona, Jaca, Huesca, Ateca y de Calatayud. A falta de casi una semana, el listado de inscripciones en el trofeo patrocinado por Bilstein Group ya va por 67 registros, de clubes procedentes de la capital aragonesa, pero también de Alcañiz, Alfajarín, Fuenlabrada y Monzón entre otros puntos. En el estreno estuvo el atleta bilbilitano David Colchero, que fue el primero entre los competidores locales.
"Es un orgullo haber llevado muchas veces una carrera paralela al Sierra de Armantes. Porque incluso fuimos campeones de España por equipos aquí en dos ocasiones", recuerda ahora desde la organización Colchero. Así, valora que "hubo momentos de riesgo de desaparición, porque se redujo el presupuesto, y tuvimos que llamar a muchas puertas y tirar de amigos". "Tenemos que seguir trabajando y ayudar a su mantenimiento", apunta.
En esta edición, habrá un primer sector de carrera a pie de seis kilómetros, un recorrido de 20 kilómetros en bicicleta de montaña en dos vueltas y uno final a pie de dos kilómetros y medio. "La salida y la meta serán entre el paseo y la plaza del Fuerte, volviendo a los orígenes de la prueba. La transición en bicicleta se mantiene en la plaza de España", detalla Gutiérrez. En su caso, recuerda que "en su momento la salida y meta se pasó a la plaza de España para imprimirle más carácter y que fuera más vistoso".
Las faldas del castillo mayor, barrancos, subidas de hasta el 10,5% de pendiente para llegar a la ermita de San Roque y las estrechas calles del casco antiguo son parte del recorrido, que va desde la parte urbana hasta adentrarse en la sierra que le da nombre. "Es un privilegio tenerlo tan cerca y poder unir esas dos partes", reconoce el responsable.
Treinta años después de aquel inicio, Gutiérrez considera que es una cita diferente dentro del calendario. "Es una prueba que es exigente pero que es divertida. En bicicleta, por ejemplo, se busca un recorrido que sea muy completo, con su dificultad, pero ameno", describe.
