Cumplir un sueño sobre ruedas

La constancia y la pasión permiten llegar a lo más alto. La patinadora Patricia Castelreanas conseguía alcanzar uno de los deseos de todo deportista: competir junto a los mejores del mundo.

La patinadora Patricia Castelreanas junto a sus patines, este viernes, en Zaragoza.
La patinadora Patricia Castelreanas junto a sus patines, este viernes, en Zaragoza.
Guillermo Mestre

El patinaje artístico es un deporte minoritario con mucho potencial. Solo hace falta ver el medallero español del último campeonato de Europa en el que el equipo nacional se alzaba con doce oros, diez platas y cinco bronces, en su mejor participación en la historia, según la Federación Española de Patinaje. Aragón sigue la estela; a nivel internacional suenan los nombres de Ana Abad, Naiara Tena o el grupo P. A. Aurora. A los que ahora se suman las jóvenes Paula Benito, reciente subcampeona de Europa, y Patricia Castelreanas. Castelreanas, con tan solo 16 años, cumplía un sueño el pasado mes de agosto al subirse al tercer escalón del podio en la Copa del Mundo celebrada en Göttingen (Alemania). "Solo me salía llorar al ver que todo el trabajo tenía esta gran recompensa", cuenta la patinadora.

El patinaje artístico llegó a la vida de Castelreanas, hace 10 años, por casualidad: "Era una extraescolar del colegio. Yo quería hacer baile, pero solo podían los alumnos más mayores. Cogí patinaje porque iban unas amigas", cuenta. Se apuntó entonces al Club Patín Alvia, fundado en 2011 y con sede en La Cartuja Baja. Desde este año, competirá representando al Club Patín Utebo junto a la subcampeona de Europa, Paula Benito, con quien reconoce que se lleva "muy bien".

Lo que comenzó como un pasatiempo se ha convertido en una forma de vida, que Castelreanas no imaginaba que la fuera a llevar tan lejos. La joven deportista ha pertenecido durante tres temporadas consecutivas al equipo nacional y ha conseguido alzarse con numerosas medallas a nivel regional y nacional. Todo ello se consigue con un trabajo exigente y pasión tanto dentro como fuera de la pista. Cinco días de entrenamiento a la semana en los que no solo se trabaja sobre ruedas, "tenemos que cuidar la alimentación, trabajar la flexibilidad, la preparación física y la parte artística, que también es muy importante", explica la zaragozana, que ha comenzado este año primero de bachillerato. 

Para trabajar cómo enfrentarse a grandes competiciones y miedos le apoya una psicóloga deportiva. "Aunque he tenido muchas ocasiones de gestionar la presión, cada campeonato es diferente", asegura. Esa presión hizo que en el último campeonato nacional no saliera todo como deseaba. La joven deportista conseguía una séptima posición que le da mayor importancia a la medalla internacional para arrancar la próxima temporada. Sin embargo, las emociones que despierta el patinaje en la joven no desaparecen: "Es inexplicable. La satisfacción contigo misma de hacer saltos o piruetas, esa adrenalina o acabar un buen campeonato es indescriptible", confiesa Castelreanas.

Sensaciones que se unen a la responsabilidad y el orgullo de representar a su tierra. Patricia Castelreanas fue la única aragonesa que consiguió participar en la final de la Copa del Mundo, "también fue un gran impulso tratar de representar a Aragón de la mejor forma posible". Además, estar junto a los mejores patinadores del mundo "y ver que eres uno de ellos da una motivación increíble".

En el patinaje artístico hace falta mucha constancia y dedicación. "Lo hemos visto en Patricia a diario y para nosotros el haberla visto crecer en esta disciplina desde cero es un orgullo y un premio", cuenta Fernando Casanova, técnico de la joven hasta la pasada temporada. "Es una patinadora que tiene todo, enseñado y por sí misma: actitud, aptitud y humildad. Siempre tiene un mensaje de apoyo a sus compañeros", añade.

La experiencia internacional ha sido un sueño cumplido para la joven promesa del patinaje. "Siempre he visto de pequeña estos campeonatos y he pensado ‘ojalá sea yo, de mayor, la que esté ahí’. Que se haya hecho realidad, siendo que en Aragón no tenemos tantas facilidades como en otros lugares, es impresionante".

Patricia Castelreanas durante uno de los programas en la Copa del Mundo de Alemania.
Patricia Castelreanas durante uno de los programas en la Copa del Mundo de Alemania.
P.C.

Casanova señala que, en los últimos años, el patinaje artístico está experimentando una importante evolución que puede verse en el interés que despierta, a pesar de tratarse de una disciplina que no cuenta con gran visibilidad ni apoyo económico. La patinadora apunta que "no se valora todo el trabajo que hay detrás". En la parte económica, la mayor parte de los gastos corren a cargo de los deportistas. "De la Federación Aragonesa recibimos unos 150 euros si consigues clasificarte para el Campeonato de España. Algunas competiciones internacionales las costea la Federación Española, pero la mayoría de las competiciones o concentraciones son a nuestro cargo", indica.

Castelreanas tiene un futuro prometedor en el mundo del deporte. Confiesa que, en un futuro, le encantaría vivir de su pasión, sobre todo como cuerpo técnico para ayudar a otros a cumplir sueños sobre ruedas. 

Cantera aragonesa

El patinaje artístico aragonés tiene cantera. Este año, Aragón cuenta con 1.292 patinadores federados -1.257 niñas y 35 niños- en 52 clubes por todo el territorio. La mayoría se sitúan entre los 10 y 15 años. Aunque se admiten niños a partir de los 4 años, "no es hasta los 6 o 7 cuando suelen comenzar a competir", apunta Sergio Escudero, presidente de la Federación Aragonesa de Patinaje. 

Deportivamente, Aragón despunta. Por delante, únicamente destaca Cataluña, "podríamos decir que estamos empatados en resultados con Madrid y Galicia", señala Escudero.

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